jueves, octubre 23, 2003

Poder

En un rincón de mi casa (ya les dije por ahí, también es su casa) me encontré un número de Fortune Magazine. Era una edición especial de este año (por ahí de junio, creo) que listaba a los 25 hombres de negocios más poderosos de USA. Me gustó el debate de justificación de su estudio.

¿Quién es más poderoso?:
¿El CEO de WalMart que emplea a millón y medio de personas (toda la Delegación Gustavo A. Madero del DF) y vende 300 mil millones de dólares al año (la mitad de todo el dinero que se genera en México en un año), o el analista de Wall Street que dice que la estrategia de Walmart es equivocada este semestre haciendo que sus ventas bajen 6% (sí, 90 mil personas más sin trabajo, incluyendo al CEO) o el burócrata en Washington que decide imponer más restricciones a la venta de ciertos artículos (afectando de nuevo los resultados), o el transportista de refacciones de supercomputadoras que no llegó a tiempo para un remplazo urgente y hace que no se puedan contabilizar los ingresos el día debido (evidenciando un problema operativo)?

Los editores del artículo lo comparan con el juego "piedra-papel-o-tijera" (favorito de Jimena). No hay uno más poderoso, cada Supermán tiene su kriptonita.

Bien me valdría aprender esa lección ahora que estoy intentando jugar esos juegos de poder. No hay invencibles, y cada cual tiene su debilidad. Obvio, se requiere un arma y una estrategia diferente para cada uno. Así que olviden el esgrima, hay que ser multihabilidades. Metamórfico, camaleónico. A falta de una Matrix donde le carguen a uno el programa adecuado en cuanto lo necesite.