miércoles, octubre 08, 2003

Me cago en la leche!

Cuántame cómo pasó es actualmente mi telenovela favorita. La pasan, los que no lo sepan, los martes a las 10:30 en el 22 en el DF y los lunes a las 9:30 por TVE. La serie es sobre la vida en España a finales de los 60's y principios de los 70's. Habla de España como un país políticamente reprimido pero, en teoría, económicamente mejorando. Y socialmente también muy atrasado, aún más que en lo político. Y todo a través de la técnica "Los Años Maravillosos" que es poner una voz en off de un tipo que vive sus recuerdos de cuando niño. Y su familia, hermanos, padres, vecinos, amigos. Barrio, sí, mucho barrio, eso me gusta.

El gusto por la serie es triple. Por un lado desde que tengo ahijada española (a mí los niños me hacen hacer maromas) tengo que enterarme de pelo y seña de su forma de vida, de su sociedad, de sus modos y estilos, de su cultura de calle. Así que es una buena ventana, porque como dicen ahí: "El que no sabe lo que fue, no sabe lo que es".

Por otro lado, es comiquísimo ver las cosas por las que uno pasó. Son puras vergüenzas de nuevo clasemediero y reírse de uno mismo es bueno. Si hicieran una serie así de México (jajajaja,ya mero) podrían ustedes, morbosos, reírse de gente que, como yo, siempre creímos que el Huapango de Moncayo era música de publicidad hecha para la Corona y que el Concierto de Aranjuez era lo mismo para los Hermanos Vázquez. Ese es el tipo de cosas que retratan ahí. Y claro, el ambiente político de represión con el hijo que, con modestos recursos, estudia abogacía y es un "rojo" redomado. La sociedad machista y súper retrógada que si no hubiera cambiado se vería como tragedia. El esposo celoso del éxito de la esposa. Los dos, hijos de la generación de la Guerra Civil. Los dos "paletos" de campo llegados a la ciudad en busca de mejor fortuna. Pretty much la historia de mi propia familia.

Y por último, el verla me da un poco de esperanza. Me recuerda que deben pasar años para irnos "equalizando" (qué naco, ya lo sé) como sociedad. Y si no, mi hija siempre podrá irse a vivir a España...