jueves, abril 01, 2004

Hablando de mujeres y traiciones

Don Oruga y Conflictiva están dirigiendo mi atención dos memes que en realidad son uno: la música de nuestros días. No, no de los días actuales, sino los días de uno, de cada uno de nosotros. Tiene bastante poco que yo postee sobre eso, pero se me antoja, por lo que les leo y por mi particular azar, seguir posteando al respecto.

Sí, resulta que en un coche prestado (de mi hermana) encontré un viejo recuerdo, (ya me parezco a Yorsh!, todo son recuerdos conmigo!) un kct que me salvó la vida.

Corría el ya muy oscuro y lejano 1986, debió ser julio, pero puede ser que haya sido agosto. Era el verano de mi fin de secundaria y yo, muy responsable y chambiador, tenía mi primer trabajo formal, un trabajo de asistonto administrativo que mi padre me consiguió en una fabrica de zapatos, Fábrica de Calzado Tammy, en Tlalnepantla, o sea, lejísimos de donde entonces yo vivía. Me lo consiguieron para hacerme responsable y hombrecito, y por lo tanto, la mitad de mi sueldo era para mi madre, como "gasto" (así le decimos en México) y el resto, para lo que se me antojase. En un día de esos, regreso a casa y encuentro a mi madre deshecha, ya los ojos secos de las lágrimas que no tenía. Fue el día que descubrió la doble vida de mi padre.

Todos en la familia sabían que mi padre tenía una "casa chica" excepto nosotros. Nosotros me refiero a mis hermanas, mi madre y yo, y con "todos en la familia" me refiero, incluso, a la familia de mi madre!, eso último fue sal en la herida y por supuesto, ha impedido que cicatrice bien (o la sal cicatriza?, sepa!). Yo admiraba a mi padre creo que incluso más de lo que Jime me admira a mí. Mi padre es un tipo muy inteligente y que tuvo un buen golpe de suerte en 1976, cuando por azar del destino sus patrones le encomendaron la dificil tarea de salvar su negocio. Ayudado por la que entonces era su amante y después se convirtió en su segunda esposa, mi padre sacó adelante la fábrica de ropa "Creaciones Dagmar" cuyos accionistas principales eran, oh combinación antijudaica, un alemán y un sirio, y dicho esfuerzo le valió una posición relativamente privilegiada e incluso algunas acciones en la empresa. Para haber estudiado solamente la primaria era (es) un tipo con excelente verbo, plática, conversación, visión. Además, una aún más extraña combinación de azares lo hizo compañero de trabajo de un economista sueco que venía de "intercambio" y que terminó quedándose 8 años en México y que le instruyó (a mi padre) sobre las cosas del mundo (negocios, economía, política) y que a su vez mi padre disfrutaba sambutiéndoselas a su primogénito (osease yo)

Ok, creo que ya dejé suficientemente claro que yo adoraba a mi padre y que esa desilusión fue un golpe tan fuerte para mí como para mi madre. Fue un dolor muy intenso ver a tu ídolo caer, y ahí fue cuando "I am your father" (Darth Vader a Luke Skywalker) adquirió toda su destructiva dimensión. Yo no tenía teléfono en casa en ésa época (vivíamos en un fraccionamiento "nuevo" y poner teléfono fue un "act of God") y tuve que esperar hasta el día siguiente para llamarle al que era entonces mi mejor amigo, Kandú Tapia (sí, el mismo que me bajó a mi Winnie Cooper) y contarle mi desgracia. Mi jefe me disculpó ese día del trabajo y me lancé con mi cuate. Hice mi drama y me ayudó a curar mis heridas grabándome un kct con una selección de sus últimas adquisiciones discográficas (sí, discos de vinil, no se burlen).

Las rolas, en retrospectiva, son de una fresez insoportable, pero esos éramos nosotros, sin orden particular: Twist of fate (tema de la película Two of a Kind) de Olivia Bubble Gum; Night Music, David Foster, de la misma película, esa melodía se hizo famosa en México porque era la música de fondo de un comercial del Ford Taurus donde también se hizo famosa Claudia Ramírez (pero por supuesto que de Sámano!)

Luego venía Body Rock, que cantaba una tal Maria Vidal y que fue el único éxito de su vida. Wild Boys, de Duran Duran, The Moment of Truth, de Survivor, que venía en el soundtrack de Karate Kid, película arquetípicamente ochentera, orgullo de mi cultura pop; One Night in Bangkok, de Murray Head, misteriosísima rola que todo mundo tarareaba y que siempre me pareció poco comprendida. You are the best, igual de Survivor, del mismo soundtrack y obvio, para levantar ánimos adolescentes con vocación de trapeador.

Tenía también dos rolas de Heart, Never y Nobody Home, olvidables, completamente olvidables, pero el pianito nostálgico me ayudaba a cortar mejor la vena. The Power of love, otro ícono de la industria de entretenimiento ochentero (recuérdese el elaborado discurso explicativo en "American Psycho" acerca de Huey Lewis and the News"), tema de la película Back to the Future en la que el Elijah Wood de los 80's, Michael J. Fox, perpetuaría su imagen de "Forever Young".

Estaba también Steve Wonder con Part time lover y Over you, que nunca entendí porqué mi cuate las puso ahí, ni me gustaban ni me gustaron nunca. Y cerraba el kct con "That's what friends are for" que entonaban en coro Elton John, Steve Wonder, Dionne Warwick y Gladys Knight. A esta última yo no la conocía y cuando ví el video, poco tiempo después, me llevé el susto de mi vida: Semejante vozarrón en una persona tan menudita. Tipo Rick Astley, pero a lo bestia. Ese kct que redescubrí y que me salvó la vida tiene un día menos que el dolor de mi madre. Nadie recordamos cuánto tiempo es ese exactamente, pero tengo un testimonio material del hecho que envejece con mi dolor.