viernes, abril 16, 2004

Burning down the house

A pesar de que lo critico un día sí y otro también, yo padezco el mal mexicano de criticar a la persona y no las ideas. Por eso y no por otra cosa es que he sido "anticomunista" desde niño. Cuando veo a los comunistas pandrosos, con mal gusto, corrientes y desaliñados, inmediatamente me causan repulsión. Así eran los comunistas cuando yo estaba en mi edad de ser comunista. Ahora lo políticamente correcto en la clase media ilustrada mexicana es ser "de izquierda moderada", europeda pues, onda Tony Blair, Schroeder y, últimamente, Zapatero. Pero los actores políticos de la izquierda mexicana tienen la misma relación con los europeos que las estrellas de telenovela de Televisa con Penélope Cruz, Liz Hurley y Claudia Schiffer...

Sí, los actores políticos de la izquierda mexicana son unos verdaderos imbéciles. Todos, no se salva uno (bueno, Amalia García me cae en lo personal bien). Y es una pena porque el país funcionaría muy bien si alguien le pudiera poner orden a la oligarquía que lo tiene aprisionado. Y conste que dije orden, sólo eso se necesita, un poquillo de orden. Pero no, aquí todo mundo cree que sólo Quetzalcoatl-Jesucristo resucictado nos puede salvar de todos los perversos.

El candidato de izquierda más viable para las elecciones de 2006, el Peje AMLO, ha "mostrado el cobre" en la más reciente crisis de su partido y su gobierno. Insiste en que hay un "complot" en su contra. Es decir, el hecho de que uno de sus tres principales colaboradores de toda su carrera política haya sido descubierto por unos videos recibiendo dinero para sepa la bola qué motivos de parte de un empresario de dudosa reputación, que el encargado de las finanzas de su gobierno haya sido grabado apostando a lo grande en Las Vegas y que sus "hijos políticos" (Carlos Imaz y Claudia Sheimbaum) tambi?én hayan estado embarrados del mismo empresario; todo eso, es un complot para restarle popularidad. No son actos delictivos o moralmente condenables ni, por supuesto, responsabilidad de los "adultos" que los cometieron, son un complot perverso diseñado por los "malos".

Esa estupidez es la que no soporto de la clase política de izquierda en México. Todo es confrontación. No se puede ser heraldo de la moralidad y la honestidad porque el poder corrompe. Mejor sería centrarse en hacer política para promover mejoras desde una escala, quizá más modesta pero también más efectiva. De hecho justo esa ruta parecía haber tomado AMLO, pero al sentirse atacado le sale el tibur?n que todo izquierdista mexicano lleva dentro. No se puede debatir sobre hechos e ideas, siempre se tiene que debatir sobre personas y sus perversas y escondidas intenciones.

Otro ejemplo, el caso de la última resolución en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas para pedir a Cuba que permita la visita de un inspector en la materia. La izquierda y sus voceros se rasgan las vestiduras porque México votó a favor de una resolución de elemental sentido común: Señores Cubanos, ustedes pertenecen a la Organización de Naciones Unidas, y al pertenecer a dicho organismo han contraído obligaciones, entre ellas escuchar lo que otras naciones tienen que decir respecto a ciertos aspectos de su política interna. Por favor, reciban un visitante externo que haga una evaluación de su política respecto a Derechos Humanos.

Eso es todo lo que dice la famosa resolución. México ha recibido 15 visitas de inspección al respecto. Es cierto, en México se cometen violaciones a los derechos humanos y esos inspectores han documentado algunos casos, pues para eso están. Para ayudar. Pero no, como tienen una guerra política entre USA y Cuba, ya nomás con eso Cuba se defiende diciendo que es un tipo de agresión y que no acepta dicha visita. Que todo el que vote esa resolución (que sólo se circunscribe al tema de los Derechos Humanos) es un instrumento y títere de USA. Es decir que Suecia, Francia, Alemania también son títeres de USA. Todos ellos se han opuesto (algunos vigorosamente) a la invasión a Irak. México se opuso también, y también vigorosamente. Pero no, nadie considera eso. Somos lacayos de los gringos, así, sin más.

Cambian el tema cuando se sienten atacados. No saben parlamentar. Tanto el Gobierno cubano como los izquierdistas de pacotilla mexicanos.