miércoles, febrero 18, 2004

Tormenta política en Catalunya

El líder histórico catalán, Jordi Pujol, tenía un buen chiste para hablar de Cataluña. Cada vez que hablaba su área de relaciones exteriores para coordinar una cita diplomática, invariablemente de contestaban: "Presidente de Cata-qué?". Catalunya, como Euskadi, son paises dentro de otro país: España. No es su situación, como muchos dicen, parecida a la de Chiapas en México, no, allá son dos (quizá cuatro, con la autonómica valenciana y Galicia) pueblos que rompen con la tradicional formación de Estado-Nación. España sí puede verse, desde fuera, como tal, como Estado-Nación. Cualquiera que la haya recorrido un poco, igual, desde fuera, podrá confirmar que no es el caso típico, o por lo menos, que su sociedad es diferente a su organización política. Alemania y sus lander son un ejemplo de un Estado-Nación cuya estructura social se ve reflejada en su estructura política.

Sin embargo los españoles han avanzado mucho en la construcción de dicha estructura. Lo que pasa es que, como en todos lados, hay intereses que se afectan en cada paso que se avanza. Lo que es más peculiar del caso español es que ahí persiste la forma de terrorismo más especial de todo el mundo: ETA.

Yo no sé mucho de la historia de ETA. No me interesa. Sé que el IRA y que el FLP (Frente para la Liberación de Palestina) son de la misma generación, y que con mayor o menor éxito han evolucionado hacia formas de expresión políticas, menos sanguinarias. ETA no, ETA asesina de forma particularmente extraña, ya que no respeta posiciones cercanas a la suya. No respeta nada, es "their way or the highway". Su "causa" pasa completamente a segundo término cuando se examina su historial de asesinatos.

ETA acaba de anunciar una tregua unilateral con Catalunya y los catalanes. Hace pocas semanas, el líder de los independentistas catalanes Josep Lluís Carod-Rovira, fue descubierto por la prensa teniendo contactos con los terroristas estando ya en funciones como "Conseller en Cap" (una especie de vicepresidente) de Catalunya. Eso fue a todas luces una incorrección política (como líder de izquierda puede resultar explicable, pero no como funcionario de alto rango). Le costó la destitución, pero su grupo político, la ERC, mantuvo posiciones en el poder. Con este nuevo anuncio de ETA, que al parecer quiere más dañar que ayudar, el ambiente político español adquiere tintes defeños por lo contaminado y espeso. Si hacen equis, mal, si hacen ye, peor, y zeta, pues pior tantito.

Hace tiempo recibimos aquí la visita de un buen colega bloguero español, vasco para más señas, el Capataz, quien valientemente habla en su blog sobre el miedo que existe a opinar en Euskadi sobre algo que no le parezca bien a ETA. En estas horas difíciles le mandamos, a él y a mi cuñado Lluís y mi sobrina Frida, catalanes buenas personas por los cuatro costados donde los haya, un saludo y los mejores deseos de que esto no desencadene una tormenta política que, como siempre, sólo beneficia a los "malos" (que, cierto, no son sólo los de ETA)