Sí, este es mi primer post desde mi casa. Chango 100 y Ju me han agarrado de bajada diciendo que mi blog lo escribo para que lo lea Mrs. WOMs (aka Edith). Bueno, pues al fin se cumplió la profecía.
El jueves pasado en la noche, en la cena, Edith me recordó que en "Little man Tate" la maestra que enseñaba a los niños gifted escribía un libro sobre cada uno de los más sobresalientes que tenía. La película la dirigió Jodie Foster un poco de forma autobiográfica y reivindicativa hacia los nerds. Más Edith que yo, pero ambos padecimos cierto grado de alineación en la infancia sin deberla ni temerla, por el mero hecho de resolver más rápido las divisiones. Hemos luchado bastante (y, sin falsa modestia, con buen éxito) para que eso no le ocurra a Jimena. Pero la necesidad de reconocimento es natural en todo ser humano, dotado o no. Así pues, Edith, que cree que yo "sé escribir", me invitó a que escribiera un libro sobre Jimena, a que no se borraran o evaporaran o perdieran todas las pistas que la niña nos ha dejado para poderla ayudar y, de alguna forma, ayudar a otros padres en esa situación (que es su otra gran preocupación de Edith).
Yo ya le había dicho "algo" sobre este blog. Pero internet es tema tabú en nuestra pareja y no me había animado a enseñárselo sin hacer toda una presentación formal, con todo y reseña histórica, de cómo me había curado mi mitomanía en el lugar más fácil del mundo para mentir: el teclado.
Nunca se dió tal, antenoche insistió tanto en lo de libro que le tuve que decir que si por registro se preocupaba, que no se preocupara, que ya estaba construyéndose. "No, pero un libro en específico para ella" me dijo queriendo, de alguna forma, evitar y mantener el tema. No podría, sería demasiada carga emocional y no quiero hacerle daño a la niña. Edith insiste en que hay que buscar una fórmula.
"Mira, ven, vamos a ver la página". Parece que vomité sangre, que aborté, me sentí Sigorney Weaver en Alien. There is no such thing as WOM se ha convertido en parte importante de mi vida y me quemaba la sangre no poder compartirlo con ellas. Ya sentados en la compu, la primer pregunta, lógica, fue "¿Qué es eso de WOM?". So glad you ask!
Y así empezó a leerlo como se deben leer los blogs, de atrás para adelante. Fast forward al 25 de febrero de 2003 y vio qué onda. No sé que haya pensado o sentido en el fondo de su alma. Pero creo que le gusta. Navegamos algunos links y mis compas Chango, Yorsh y Semidios han sido ya visitados por Mrs. WOMs. Hay un blog de una maestra catalana, Bea, que hace trabajo de corrección gramatical vía la construcción de blogs por parte de sus alumnos preparatorianos. Edith y yo ya estábamos pensando esa idea, pero con niños.
Edith ha descubierto mi blog, los blogs. Jimena sabe que hay un registro de algunas de sus sensaciones. Yo estoy, al fin, posteando desde mi casa en sábado por la mañana, aún en pijama. Emulando al don James Brown, el padre del soul: "I feel good!"
sábado, febrero 28, 2004
viernes, febrero 27, 2004
JK Rowling estrena billonariato
El cuento de hadas hecho realidad. Sólo que mejor, porque Rowling no tuvo que casarse con ningún príncipe ni aguantarle nada a ningún marido, sólo tuvo que escribir un libro para convertirse en multimillonaria. En realidad han sido cinco. En el DVD de Harry Potter and the Chamber of Secrets se le ve en insoportable estado de mamonez. Alfonso Cuarón no quiso dirigir The Goblet of Fire a pesar de las jugosas cantidades ofrecidas por la Warner por el buen trabajo (se dice) que hizo con The Prisioner of Azkaban. La presión de Joanne Kathleen es asfixiante. Pero también, es evidente, es reflejo del entorno.
Las religiones son el mejor negocio del mundo. De la nada (las ilusiones son nada) haces dinero. El fanatismo de los seguidores del maguito inglés (inclúyanme, por supuesto) ha sido excesivo para esta mujer. Pero la industria creada alrededor de esa ilusión le ha dejado cuentas bancarias por más de 500 millones de dólares. Forbes, el Cosmopolitan de la riqueza, calcula su net worth en mil millones de dólares. Eso es lo que vale la franquicia, la marca Harry Potter, de la cual Rowling es dueña única. Se alimentan mutuamente, claro.
El valor de las ideas ha ido afianzándose como una de las mejores fuentes de negocios. La segunda empresa más grande del mundo por su valor de mercado es General Electric, que nació cuando a Edison, literalmente, se le prendió el foco. Rowling tuvo su idea e hizo su libro. Ella pensaba lograr buenas ventas y "salir de pobre". Su marca adquirió un poder tal que, si Coca-Cola quería hacer negocio con ella, debía donar grandes cantidades a libros infantiles. En la época en la que muchos jóvenes buscan su ideología en el No Logo, los niños ven surgir la que posiblemente se convierta en la marca más poderosa de todos los tiempos. Star Wars, el único fenómeno comparable, tendrá "sólo" seis partes, mientras que desde hace tres años Rowling declaró que Harry Potter acabará cuando salga (vivo o muerto) del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería en su séptimo curso escolar. Con la ventaja para Potter de que, además de su éxito cinematográfico, tiene el éxito editorial del que no goza la franquicia de Lucas.
Suele criticarse el capitalismo por ser capaz de producir esos aparentes sinsentidos. Matt Groening, creador de Los Simpsons, es multimillonario y tiene 8 años que no escribe un guión para dicha serie ni hace un dibujo de Bart. Pero según yo esa es la virtud del capitalismo, que algunas creaciones (aún dentro de toda la basura de Talk Shows, telenovelas, películas efectistas) pueden encontrar un valor de recompensa importante para sus creadores.
Rowling billonaria (¿millardonaria?) es tan polémica como Rowling escritora. Muchos dicen que la saga Potter tiene escaso o nulo valor literario. No lo discutiré, no poseo elementos de juicio para decir si La Isla del Tesoro tiene más valor literario. Sé que he disfrutado por igual los dos libros, y que ambos logran que los niños se sienten a leer extasiados. Y eso vale, merece un premio.
Las religiones son el mejor negocio del mundo. De la nada (las ilusiones son nada) haces dinero. El fanatismo de los seguidores del maguito inglés (inclúyanme, por supuesto) ha sido excesivo para esta mujer. Pero la industria creada alrededor de esa ilusión le ha dejado cuentas bancarias por más de 500 millones de dólares. Forbes, el Cosmopolitan de la riqueza, calcula su net worth en mil millones de dólares. Eso es lo que vale la franquicia, la marca Harry Potter, de la cual Rowling es dueña única. Se alimentan mutuamente, claro.
El valor de las ideas ha ido afianzándose como una de las mejores fuentes de negocios. La segunda empresa más grande del mundo por su valor de mercado es General Electric, que nació cuando a Edison, literalmente, se le prendió el foco. Rowling tuvo su idea e hizo su libro. Ella pensaba lograr buenas ventas y "salir de pobre". Su marca adquirió un poder tal que, si Coca-Cola quería hacer negocio con ella, debía donar grandes cantidades a libros infantiles. En la época en la que muchos jóvenes buscan su ideología en el No Logo, los niños ven surgir la que posiblemente se convierta en la marca más poderosa de todos los tiempos. Star Wars, el único fenómeno comparable, tendrá "sólo" seis partes, mientras que desde hace tres años Rowling declaró que Harry Potter acabará cuando salga (vivo o muerto) del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería en su séptimo curso escolar. Con la ventaja para Potter de que, además de su éxito cinematográfico, tiene el éxito editorial del que no goza la franquicia de Lucas.
Suele criticarse el capitalismo por ser capaz de producir esos aparentes sinsentidos. Matt Groening, creador de Los Simpsons, es multimillonario y tiene 8 años que no escribe un guión para dicha serie ni hace un dibujo de Bart. Pero según yo esa es la virtud del capitalismo, que algunas creaciones (aún dentro de toda la basura de Talk Shows, telenovelas, películas efectistas) pueden encontrar un valor de recompensa importante para sus creadores.
Rowling billonaria (¿millardonaria?) es tan polémica como Rowling escritora. Muchos dicen que la saga Potter tiene escaso o nulo valor literario. No lo discutiré, no poseo elementos de juicio para decir si La Isla del Tesoro tiene más valor literario. Sé que he disfrutado por igual los dos libros, y que ambos logran que los niños se sienten a leer extasiados. Y eso vale, merece un premio.
miércoles, febrero 25, 2004
Post mortem
Hace una semana que Jolopo estiró la pata. Entregó el equipo. Colgó los tenis. Se petateó. Jimena me preguntó ese día (pinche tema no se lo podemos quitar de la cabeza) que qué es la muerte. Le dije primero esa mala broma de sinónimos. Obviamente me mentó mi respectiva y se puso seria. Yo creo que la muerte es el fin de la vida. Así, sin más. Tiene compañeros ultramochos ultracatólicos pero también tiene un par de compañeros que van a clases de yoga. Entre todos me hacen un nudo de creencias y supercherías a mi pobre hija. Está conciliando versiones. Edith es un poco más religiosa que yo y de todos modos no compra la idea de la vida eterna. Así que la versión oficial de la familia Sámano Solís fue: La muerte termina con la vida y no hay nada más allá.
Las obras que uno emprenda en su vida son, por supuesto, harina de otro costal. José López Portillo fue el primer presidente de México del que yo tengo memoria. Aunque debería recordar a Echeverría, la verdad no tengo memoria infantil. Recuerdo sí cuando mis hermanas y yo "sentimos feo" de ver llorar al pobrecito del presidente. Mi padre contó en su trabajo el suceso y cuando lo íbamos a visitar a su oficina sus compañeros nos veían con cara de lástima (I would!, pobrecitos niños Down!).
No fue la crisis del 82 la que le dio en la madre a mi familia. No puedo decir que mi padre haya sufrido grandes pérdidas por las pendejadas de JLP. De hecho mis padres hicieron su patrimonio en el sexenio de Jolopo (y lo perdieron 6 años después, aguanten las carnitas). Pero sus locuras, delirios de grandeza, ambiciones de macho y desenfreno faraónico de nuevo rico han logrado joder a todos los mexicanos. Primero por lo nefasto que fueron en sí mismas esas deudas en condiciones estúpidamente usureras. Pero después porque dio pretexto a seguir cometiendo errores con el fin de contrarrestar los primeros.
Me explico. Los errores de Jolopo, si bien cuantiosísimos en términos macroeconómicos, puedieron manejarse mejor. No se hizo bien pero siempre había forma de echarle la culpa a él. Aumentar la deuda externa en cuatro veces el tamaño inicial no tiene otro nombre sino "vendepatrias", justo aquellos de los que nos quería salvar, según él. Así, lo más fácil ha sido seguir y seguir culpando. Jolopo reforzó la tradición de "echarle la culpa al de atrás" que si bien era una de las bases del régimen priísta, manejada desde tiempos de Manuel Ávila Camacho, encontró en la ruptura delamadridista su expresión más fina y acabada.
Jolopo, por lo que he leído, epitomizaba uno de los más representativos arquetipos nacionales: El Macho. El mexicano que, con pistolotas o sin ellas, va por la vida jugándoselo todo a una carta, a un tiro de cubilete, con tequila, guitarra y caballo listos para ponerlos al servicio de la galantería y los pleitos uno a uno. El México de los 40's que es lo que muchos conocen de nosotros en el exterior. Espero que ese arquetipo de mexicano haya muerto con él.
En un lobby de un hotel de negocios en Buenos Aires conversé alguna vez con un inglés y con un canadiense. Elogiábamos la ciudad y su aire parisino. El canadiense recordó que Argentina gusta de llamarse a sí misma la "Francia" de América. Por su parte, el inglés dijo que en relación mimética, Chile tiene lazos de extrañísima amistad, justamente, con el Reino Unido (a mí no me pregunten porqué, no soy experto en "flemática chilena"). Y obvio, yo mexicano, voltearon a preguntarme: "¿Y México cuál sería?". Yo pensé de inmediato en la germanofilia típica de la clase media intelectual mexicana pero me tuve que aguantar la risa con el pensamiento de que México pudiera ser la Alemania de Latinoamérica. Terminé alegando que compartíamos el arrebato italiano y su añoranza bucólica. Que como Roma, México había sido un imperio guerrero. La teoría, a primera vista, pareció convencerlos. No me culpen, éramos gente "técnica" (yo veía un par de proyectos de web y ellos eran expertos en telecomunicaciones) pasando el rato en un bar después de lidiar con bits y bytes todo el día.
Pero obvio, me quedé pensando en nuestra identidad. Paciano desde chiquillo, sigo sin encontrar el lugar de México en el mundo. Y es desesperante porque estamos junto a la única superpotencia del orbe y todas las normas sociales indican que la Geografía es madre de la Historia, la Economía y la Cultura. Jimena, ahí te encargo que le des seguimiento a mi obsesión para que no se muera conmigo.
Las obras que uno emprenda en su vida son, por supuesto, harina de otro costal. José López Portillo fue el primer presidente de México del que yo tengo memoria. Aunque debería recordar a Echeverría, la verdad no tengo memoria infantil. Recuerdo sí cuando mis hermanas y yo "sentimos feo" de ver llorar al pobrecito del presidente. Mi padre contó en su trabajo el suceso y cuando lo íbamos a visitar a su oficina sus compañeros nos veían con cara de lástima (I would!, pobrecitos niños Down!).
No fue la crisis del 82 la que le dio en la madre a mi familia. No puedo decir que mi padre haya sufrido grandes pérdidas por las pendejadas de JLP. De hecho mis padres hicieron su patrimonio en el sexenio de Jolopo (y lo perdieron 6 años después, aguanten las carnitas). Pero sus locuras, delirios de grandeza, ambiciones de macho y desenfreno faraónico de nuevo rico han logrado joder a todos los mexicanos. Primero por lo nefasto que fueron en sí mismas esas deudas en condiciones estúpidamente usureras. Pero después porque dio pretexto a seguir cometiendo errores con el fin de contrarrestar los primeros.
Me explico. Los errores de Jolopo, si bien cuantiosísimos en términos macroeconómicos, puedieron manejarse mejor. No se hizo bien pero siempre había forma de echarle la culpa a él. Aumentar la deuda externa en cuatro veces el tamaño inicial no tiene otro nombre sino "vendepatrias", justo aquellos de los que nos quería salvar, según él. Así, lo más fácil ha sido seguir y seguir culpando. Jolopo reforzó la tradición de "echarle la culpa al de atrás" que si bien era una de las bases del régimen priísta, manejada desde tiempos de Manuel Ávila Camacho, encontró en la ruptura delamadridista su expresión más fina y acabada.
Jolopo, por lo que he leído, epitomizaba uno de los más representativos arquetipos nacionales: El Macho. El mexicano que, con pistolotas o sin ellas, va por la vida jugándoselo todo a una carta, a un tiro de cubilete, con tequila, guitarra y caballo listos para ponerlos al servicio de la galantería y los pleitos uno a uno. El México de los 40's que es lo que muchos conocen de nosotros en el exterior. Espero que ese arquetipo de mexicano haya muerto con él.
En un lobby de un hotel de negocios en Buenos Aires conversé alguna vez con un inglés y con un canadiense. Elogiábamos la ciudad y su aire parisino. El canadiense recordó que Argentina gusta de llamarse a sí misma la "Francia" de América. Por su parte, el inglés dijo que en relación mimética, Chile tiene lazos de extrañísima amistad, justamente, con el Reino Unido (a mí no me pregunten porqué, no soy experto en "flemática chilena"). Y obvio, yo mexicano, voltearon a preguntarme: "¿Y México cuál sería?". Yo pensé de inmediato en la germanofilia típica de la clase media intelectual mexicana pero me tuve que aguantar la risa con el pensamiento de que México pudiera ser la Alemania de Latinoamérica. Terminé alegando que compartíamos el arrebato italiano y su añoranza bucólica. Que como Roma, México había sido un imperio guerrero. La teoría, a primera vista, pareció convencerlos. No me culpen, éramos gente "técnica" (yo veía un par de proyectos de web y ellos eran expertos en telecomunicaciones) pasando el rato en un bar después de lidiar con bits y bytes todo el día.
Pero obvio, me quedé pensando en nuestra identidad. Paciano desde chiquillo, sigo sin encontrar el lugar de México en el mundo. Y es desesperante porque estamos junto a la única superpotencia del orbe y todas las normas sociales indican que la Geografía es madre de la Historia, la Economía y la Cultura. Jimena, ahí te encargo que le des seguimiento a mi obsesión para que no se muera conmigo.
martes, febrero 24, 2004
¿Dónde está la esperanza?
Se fue la móndriga ayer y sin despedirse: "como las chachas", dirían.
Cada acto de un niño es una esperanza. Por eso la juvenofilia se convierte en religión. Los viejos vemos en los jóvenes la oportunidad de concretar nuestros sueños fallidos. Es una presión nefasta, también me tocó vivirla y hace no tanto tiempo, aún lo recuerdo.
Vía dosis ingentes de propaganda juvenofílica un grupo de cabrones que se llaman así mismos "partido político" han logrado hacer de la actividad partidista un buen negocio y una rentable forma de vida. El Partido Verde, en México, tiene marca registrada a favor de la Familia González Torres. De rancio abolengo, los González Torres han hecho su fortuna, bien trabajada, no viene al caso negarlo, con el comercio farmacéutico de varias generaciones atrás. No, no son nuevos ricos. Pero sí son "millonarios desempleados" puesto que sus empresas se manejan solas y sin muchos planes de expansión (o sin capacidad) para hacer mejores negocios vía el trabajo, han decidido mejor hacer negocios vía la política.
Los movimientos políticos "verdes" tuvieron su época dorada en los ochentas, cuando era ésa la única guerra política "ganable", todo lo demás se resolvía a punta de amenazas atómicas. Poco a poco el ecologismo a pasado a ser bandera de todos y dominio de nadie. Sin embargo, en las últimas elecciones en USA, el "verdismo" le propinó la puntilla a sus supuestos aliados ideológicos, los demócratas y les "quitó" los votos con los que hubieran ganado, con facilidad, la elección. (por cierto que Nader ha dicho que de nuevo se postulará, Bush de seguro estará feliz).
En nuestro Mexiquito lindo y querido, esas posiciones ideológicas son como cualquiera, completamente mutables. Fox en teoría viene de la derecha y sí es bastante católico el ´ñor pero ha engordado su gobierno como el más estatista de los presidentes. El Peje de Gobierno es de izquierda y su mejor aliado político es el empresario más rico del pais. Por lo tanto, es bastante normal que el ecologismo no sea tal, sino una forma más de hacer negocios . Ayer vía López Dóriga y también vía Carmen Aristegui (de Sámano!) y Javier Solórzano (de Solís... dice Edith) se dio a conocer un video donde el presidente del partido verde (así, con minúsculas) está haciendo una familiar tranza. A cambio de ciertos permisos de construcción (presumiblemente) le tocarían al tipo este dos millones de dólares.
Mentira que por tener mucho dinero el tipo sea dificil de corromper. No conozco un sólo millonario que no quiera tener dos millones más, justo por eso son millonarios! El pretexto, hoy en la mañana, es que los estaba "toreando" para ver hasta dónde llegaban. Aquí el problema no es si hay justicia o no (esa se compra y por menos de esa lana) sino que la "carrera política" del tipo no se verá mayormente afectada. No pasará del "periodicazo del momento". Una carrera política construida alrededor de propaganda juvenofílica. Ofreciendo que porque "son jóvenes" podrán buscar un cambio. "No están maleados". De las raíces ecológicas del partido, ni quién se acuerde. De repente las mencionan como para cuidar unas apariencias que ni ellos se creen. Y su otro discurso, si acaso alguien les creyó alguna vez, se evapora como alcohol con esta nota.
Pero hoy Jimena y su "banda de Nenet Calli" (como ella los llama) me hicieron entender que sí hay tal cosa como "esperanza". Tuvieron su acto de homenaje a la bandera y fue fabulosamente desordenado. Una "escolta" marchando con todo el desorden imaginable. Una maestra de ceremonias improvisando cada parte del acto. Y Jimena leyendo el "discurso" conmemorativo e improvisando al final el porqué ella cree que los aztecas escogieron a la Coatlicue como "bandera". Sus compañeros (su banda) se nos acercaron a Edith y a mí, terminando la ceremonia, para preguntarnos cómo es que Jimena había aprendido a leer tan bien. Papás pavorreales, no supimos dar una respuesta que no sonara arrogante. Pero ellos mismos se contestaron: "leyendo mucho". Y sin problema, como si leer mucho fuera (es) igual que comer mucho, o patinar mucho, o jugar mucho al futbol. Convivencia plena. Olvídense de la tolerancia, convivencia Montessori. Cada quién en su cada cual y todos juntos pero no revueltos.
Los niños sí pueden matar y revivir a la esperanza.
Cada acto de un niño es una esperanza. Por eso la juvenofilia se convierte en religión. Los viejos vemos en los jóvenes la oportunidad de concretar nuestros sueños fallidos. Es una presión nefasta, también me tocó vivirla y hace no tanto tiempo, aún lo recuerdo.
Vía dosis ingentes de propaganda juvenofílica un grupo de cabrones que se llaman así mismos "partido político" han logrado hacer de la actividad partidista un buen negocio y una rentable forma de vida. El Partido Verde, en México, tiene marca registrada a favor de la Familia González Torres. De rancio abolengo, los González Torres han hecho su fortuna, bien trabajada, no viene al caso negarlo, con el comercio farmacéutico de varias generaciones atrás. No, no son nuevos ricos. Pero sí son "millonarios desempleados" puesto que sus empresas se manejan solas y sin muchos planes de expansión (o sin capacidad) para hacer mejores negocios vía el trabajo, han decidido mejor hacer negocios vía la política.
Los movimientos políticos "verdes" tuvieron su época dorada en los ochentas, cuando era ésa la única guerra política "ganable", todo lo demás se resolvía a punta de amenazas atómicas. Poco a poco el ecologismo a pasado a ser bandera de todos y dominio de nadie. Sin embargo, en las últimas elecciones en USA, el "verdismo" le propinó la puntilla a sus supuestos aliados ideológicos, los demócratas y les "quitó" los votos con los que hubieran ganado, con facilidad, la elección. (por cierto que Nader ha dicho que de nuevo se postulará, Bush de seguro estará feliz).
En nuestro Mexiquito lindo y querido, esas posiciones ideológicas son como cualquiera, completamente mutables. Fox en teoría viene de la derecha y sí es bastante católico el ´ñor pero ha engordado su gobierno como el más estatista de los presidentes. El Peje de Gobierno es de izquierda y su mejor aliado político es el empresario más rico del pais. Por lo tanto, es bastante normal que el ecologismo no sea tal, sino una forma más de hacer negocios . Ayer vía López Dóriga y también vía Carmen Aristegui (de Sámano!) y Javier Solórzano (de Solís... dice Edith) se dio a conocer un video donde el presidente del partido verde (así, con minúsculas) está haciendo una familiar tranza. A cambio de ciertos permisos de construcción (presumiblemente) le tocarían al tipo este dos millones de dólares.
Mentira que por tener mucho dinero el tipo sea dificil de corromper. No conozco un sólo millonario que no quiera tener dos millones más, justo por eso son millonarios! El pretexto, hoy en la mañana, es que los estaba "toreando" para ver hasta dónde llegaban. Aquí el problema no es si hay justicia o no (esa se compra y por menos de esa lana) sino que la "carrera política" del tipo no se verá mayormente afectada. No pasará del "periodicazo del momento". Una carrera política construida alrededor de propaganda juvenofílica. Ofreciendo que porque "son jóvenes" podrán buscar un cambio. "No están maleados". De las raíces ecológicas del partido, ni quién se acuerde. De repente las mencionan como para cuidar unas apariencias que ni ellos se creen. Y su otro discurso, si acaso alguien les creyó alguna vez, se evapora como alcohol con esta nota.
Pero hoy Jimena y su "banda de Nenet Calli" (como ella los llama) me hicieron entender que sí hay tal cosa como "esperanza". Tuvieron su acto de homenaje a la bandera y fue fabulosamente desordenado. Una "escolta" marchando con todo el desorden imaginable. Una maestra de ceremonias improvisando cada parte del acto. Y Jimena leyendo el "discurso" conmemorativo e improvisando al final el porqué ella cree que los aztecas escogieron a la Coatlicue como "bandera". Sus compañeros (su banda) se nos acercaron a Edith y a mí, terminando la ceremonia, para preguntarnos cómo es que Jimena había aprendido a leer tan bien. Papás pavorreales, no supimos dar una respuesta que no sonara arrogante. Pero ellos mismos se contestaron: "leyendo mucho". Y sin problema, como si leer mucho fuera (es) igual que comer mucho, o patinar mucho, o jugar mucho al futbol. Convivencia plena. Olvídense de la tolerancia, convivencia Montessori. Cada quién en su cada cual y todos juntos pero no revueltos.
Los niños sí pueden matar y revivir a la esperanza.
lunes, febrero 23, 2004
Atínale al diagnóstico
Edith, en honor a la verdad, tiene más de un defecto. Pero su defecto más pesado, para mí, ha sido su silencio. A esta mujer hay que sacarle las palabras con sacacorchos. La verdad es que también la amo por eso. Me reta a adivinarla y es una de las mil cosas que me mantiene encantado a ella. Pero no siempre mi velocidad es la adecuada en esa adivinación.
Desde hace cuatro años tiene, de repente, un síntoma extraño: vértigos. No, Jimena no contempla la posibilidad de hermanitos. Simple y sencillamente, todo le da vueltas. Nuestro ginecólogo nos dijo que una de las causas posibles podía ser un trastorno hormonal, de la tiroides para ser preciso. Endocrinólogos han ido y venido, a rachas según da la economía. Análisis diversos. Nada específico, nada alarmante, nada preciso. Mi fe en el método científico ha caído bastante con este caso. Otros síntomas eran dolor de articulaciones (en clima frío), cansancio, problemas digestivos intermitentes. Ha sido una locura con periodos de hasta seis meses sin dolencia alguna y otro tanto de problemas permanentes. "Así es la tiroides" nos dijeron legos y galenos.
Ni madres. Un doctor escondidísimo en un lejano rincón de la sierra poniente del DF tuvo a bien mandarle a hacer, además de los hormonales de rigor, un par de pruebas más de sangre, bastante sencillas. Ahí estaba el maldito bicho, una cosa que se ha hecho crónica y a la que ha sobrevivido gracias a sus brillantísimos hábitos de vida (cero cigarro, cero alcohol, asepsia absoluta en casa). Olvídese de la tiroides, nos dijo, esto la puede matar si se descuida un poco. Los bichos en cuestión se alojan en la vescícula y en la médula espinal. Sí, ahí nomás... Yo estaba lívido el sábado que nos lo dijeron, pero tenía que mantenerme en mis cinco: "No te preocupes princesa, ya lo encontramos y ahora nomás queda atacarlo". Sí, el doctor dijo que en general tiene remedio y que, en el peor escenario, sí sería necesaria una operación para extirparle la vescícula. Cuatro años perdidos en la indiferencia del "ya se me pasó, no me duele tanto" y mi tosuda (estúpida, pendeja) creencia de que una de las mejores formas de curar la enfermedad es negarla.
Edith estará bien, muy bien, se va a curar y todos estaremos tranquilos y felices. Sé que reaccionará bien al tratamiento y no será necesaria la operación. Pero tengo que revisar seriamente mis posiciones respecto a la medicina y a la salud. No quiero que eso provoque algo más que un susto como el que nos acabamos de llevar.
Desde hace cuatro años tiene, de repente, un síntoma extraño: vértigos. No, Jimena no contempla la posibilidad de hermanitos. Simple y sencillamente, todo le da vueltas. Nuestro ginecólogo nos dijo que una de las causas posibles podía ser un trastorno hormonal, de la tiroides para ser preciso. Endocrinólogos han ido y venido, a rachas según da la economía. Análisis diversos. Nada específico, nada alarmante, nada preciso. Mi fe en el método científico ha caído bastante con este caso. Otros síntomas eran dolor de articulaciones (en clima frío), cansancio, problemas digestivos intermitentes. Ha sido una locura con periodos de hasta seis meses sin dolencia alguna y otro tanto de problemas permanentes. "Así es la tiroides" nos dijeron legos y galenos.
Ni madres. Un doctor escondidísimo en un lejano rincón de la sierra poniente del DF tuvo a bien mandarle a hacer, además de los hormonales de rigor, un par de pruebas más de sangre, bastante sencillas. Ahí estaba el maldito bicho, una cosa que se ha hecho crónica y a la que ha sobrevivido gracias a sus brillantísimos hábitos de vida (cero cigarro, cero alcohol, asepsia absoluta en casa). Olvídese de la tiroides, nos dijo, esto la puede matar si se descuida un poco. Los bichos en cuestión se alojan en la vescícula y en la médula espinal. Sí, ahí nomás... Yo estaba lívido el sábado que nos lo dijeron, pero tenía que mantenerme en mis cinco: "No te preocupes princesa, ya lo encontramos y ahora nomás queda atacarlo". Sí, el doctor dijo que en general tiene remedio y que, en el peor escenario, sí sería necesaria una operación para extirparle la vescícula. Cuatro años perdidos en la indiferencia del "ya se me pasó, no me duele tanto" y mi tosuda (estúpida, pendeja) creencia de que una de las mejores formas de curar la enfermedad es negarla.
Edith estará bien, muy bien, se va a curar y todos estaremos tranquilos y felices. Sé que reaccionará bien al tratamiento y no será necesaria la operación. Pero tengo que revisar seriamente mis posiciones respecto a la medicina y a la salud. No quiero que eso provoque algo más que un susto como el que nos acabamos de llevar.
viernes, febrero 20, 2004
1-0
Muchos dicen que ése es el marcador perfecto en el futbol. Todo salió en orden y de un solo error (o de la única genialidad posible) nació el único gol del partido. Las Chivas son superlíderes del futbol mexicano con 4 partidos ganados por 1-0. Acá se les llama superlíderes, porque, a diferencia de la mayoría de las ligas profesionales de futbol del mundo, esta cosa rara llamada Primera División está organizada en diferentes "grupos". Durante la primera fase del torneo, los 18 equipos juegan todos entre sí, una sola vez, alternando visitas con encuentros en casa. Una vez concluída esa ronda, los dos mejor clasificados de los cuatro gurpos obtienen lo que se llama "pase a la liguilla" que es como un "Torneo de Copa". Además de eso, los dos últimos lugares de los que pasan a la liguilla deben eliminarse con los dos mejores terceros lugares de cada grupo si es que tienen menos puntos que ellos.
La Liga de fútbol mexicano solía ser larga como cualquiera (a visita recíproca) y había también ese mecanismo de Liguilla para dirimir al campeón. O sea, una mezcla entre las tradicionales ligas europeas y los torneos "coperos". En 1986, cuando recibimos el Mundial en casa, se cambiaron las reglas para permitir a la Selección mayor tiempo de concentración y compenetramiento. Y de ahí para acá, esto es un desmadre. A veces importamos el modelo argentino, y siempre con delicioso sabro a jalapeño y tequila, le ponemos en la madre.
El gol del 1-0 suele ser el milagro, el punto de quiebre. El único resquicio o la maldita (bendita) suerte de fallar o acertar justo en ese momento. Un equipo rácano en el ataque, dedicado a destruir (eficientemente, eso sí) las intenciones ofensivas del rival puede, con un poco de suerte, obtener este premio que muchos llaman injusto.
El 1-0 refleja la mínima diferencia, el estar casi iguales, la deseada "egalité" de la Revolución Francesa. Propone una victoria sin humillación del contrario, evoca sacrifico y pelea hasta el último momento, el famoso "último aliento". Deportividad y caballerosidad de pelea y no de avasallamiento. En terminología estricta significa, además, que la casa siempre gana. (1-0 indica que ganó el local y no el visitante, aunque eso en México no se usa tanto, acá se suele dar el marcador verbalmente poniendo primero al que ganó, sea local o visitante)
El Guadalajara ha sido tradicionalmente un buen equipo defensivo. Los últimos defensas centrales de la Selección, desde el 85, han sido del Guadalajara. Y en virtud de su necedad de no contratar jugadores extranjeros, siempre ha padecido la falta de un buen goleador. México sólo ha producido un buen goleador (tres, diría yo, pensando en Luis García y Carlos Hermosillo) y no tan querido y popular sino solamente admirado.
El 1-0 promueve el sueño. El sueño del vencedor de no haberse dejado arrebatar la victoria pero de miedo (driver motivacional para el siguiente encuentro) de quizá haber estado cerca del empate. El sueño del vencido de dar el extra en el siguiente partido para evitar otra derrota tal.
El 1-0, finalmente, ha sido la forma como el Guadalajara se ha reencontrado a sí mismo. Buena defensa, ataque regular, buena suerte. Arriba las Chivas!!!
La Liga de fútbol mexicano solía ser larga como cualquiera (a visita recíproca) y había también ese mecanismo de Liguilla para dirimir al campeón. O sea, una mezcla entre las tradicionales ligas europeas y los torneos "coperos". En 1986, cuando recibimos el Mundial en casa, se cambiaron las reglas para permitir a la Selección mayor tiempo de concentración y compenetramiento. Y de ahí para acá, esto es un desmadre. A veces importamos el modelo argentino, y siempre con delicioso sabro a jalapeño y tequila, le ponemos en la madre.
El gol del 1-0 suele ser el milagro, el punto de quiebre. El único resquicio o la maldita (bendita) suerte de fallar o acertar justo en ese momento. Un equipo rácano en el ataque, dedicado a destruir (eficientemente, eso sí) las intenciones ofensivas del rival puede, con un poco de suerte, obtener este premio que muchos llaman injusto.
El 1-0 refleja la mínima diferencia, el estar casi iguales, la deseada "egalité" de la Revolución Francesa. Propone una victoria sin humillación del contrario, evoca sacrifico y pelea hasta el último momento, el famoso "último aliento". Deportividad y caballerosidad de pelea y no de avasallamiento. En terminología estricta significa, además, que la casa siempre gana. (1-0 indica que ganó el local y no el visitante, aunque eso en México no se usa tanto, acá se suele dar el marcador verbalmente poniendo primero al que ganó, sea local o visitante)
El Guadalajara ha sido tradicionalmente un buen equipo defensivo. Los últimos defensas centrales de la Selección, desde el 85, han sido del Guadalajara. Y en virtud de su necedad de no contratar jugadores extranjeros, siempre ha padecido la falta de un buen goleador. México sólo ha producido un buen goleador (tres, diría yo, pensando en Luis García y Carlos Hermosillo) y no tan querido y popular sino solamente admirado.
El 1-0 promueve el sueño. El sueño del vencedor de no haberse dejado arrebatar la victoria pero de miedo (driver motivacional para el siguiente encuentro) de quizá haber estado cerca del empate. El sueño del vencido de dar el extra en el siguiente partido para evitar otra derrota tal.
El 1-0, finalmente, ha sido la forma como el Guadalajara se ha reencontrado a sí mismo. Buena defensa, ataque regular, buena suerte. Arriba las Chivas!!!
jueves, febrero 19, 2004
Un voto más
Vía Asakhira me entero de esto. El incidente ha despertado a varios blogueros de renombre de su letargo blogueril. Los blogs, yo creo, no son solamente círculos de amigos. Epigmenio León, sin yo saber quién era él ni, por supuesto, siquiera que me leía, tuvo a bien ayudarme a corregir un problema con mi template para visualización en Opera. Yo ya tengo un motivo de agradecimiento para él. Ahora, en estos momentos de absurdo y conflicto, sumo un post por que su problema se termine y pase a ser una más de sus vivencias.
miércoles, febrero 18, 2004
Tormenta política en Catalunya
El líder histórico catalán, Jordi Pujol, tenía un buen chiste para hablar de Cataluña. Cada vez que hablaba su área de relaciones exteriores para coordinar una cita diplomática, invariablemente de contestaban: "Presidente de Cata-qué?". Catalunya, como Euskadi, son paises dentro de otro país: España. No es su situación, como muchos dicen, parecida a la de Chiapas en México, no, allá son dos (quizá cuatro, con la autonómica valenciana y Galicia) pueblos que rompen con la tradicional formación de Estado-Nación. España sí puede verse, desde fuera, como tal, como Estado-Nación. Cualquiera que la haya recorrido un poco, igual, desde fuera, podrá confirmar que no es el caso típico, o por lo menos, que su sociedad es diferente a su organización política. Alemania y sus lander son un ejemplo de un Estado-Nación cuya estructura social se ve reflejada en su estructura política.
Sin embargo los españoles han avanzado mucho en la construcción de dicha estructura. Lo que pasa es que, como en todos lados, hay intereses que se afectan en cada paso que se avanza. Lo que es más peculiar del caso español es que ahí persiste la forma de terrorismo más especial de todo el mundo: ETA.
Yo no sé mucho de la historia de ETA. No me interesa. Sé que el IRA y que el FLP (Frente para la Liberación de Palestina) son de la misma generación, y que con mayor o menor éxito han evolucionado hacia formas de expresión políticas, menos sanguinarias. ETA no, ETA asesina de forma particularmente extraña, ya que no respeta posiciones cercanas a la suya. No respeta nada, es "their way or the highway". Su "causa" pasa completamente a segundo término cuando se examina su historial de asesinatos.
ETA acaba de anunciar una tregua unilateral con Catalunya y los catalanes. Hace pocas semanas, el líder de los independentistas catalanes Josep Lluís Carod-Rovira, fue descubierto por la prensa teniendo contactos con los terroristas estando ya en funciones como "Conseller en Cap" (una especie de vicepresidente) de Catalunya. Eso fue a todas luces una incorrección política (como líder de izquierda puede resultar explicable, pero no como funcionario de alto rango). Le costó la destitución, pero su grupo político, la ERC, mantuvo posiciones en el poder. Con este nuevo anuncio de ETA, que al parecer quiere más dañar que ayudar, el ambiente político español adquiere tintes defeños por lo contaminado y espeso. Si hacen equis, mal, si hacen ye, peor, y zeta, pues pior tantito.
Hace tiempo recibimos aquí la visita de un buen colega bloguero español, vasco para más señas, el Capataz, quien valientemente habla en su blog sobre el miedo que existe a opinar en Euskadi sobre algo que no le parezca bien a ETA. En estas horas difíciles le mandamos, a él y a mi cuñado Lluís y mi sobrina Frida, catalanes buenas personas por los cuatro costados donde los haya, un saludo y los mejores deseos de que esto no desencadene una tormenta política que, como siempre, sólo beneficia a los "malos" (que, cierto, no son sólo los de ETA)
Sin embargo los españoles han avanzado mucho en la construcción de dicha estructura. Lo que pasa es que, como en todos lados, hay intereses que se afectan en cada paso que se avanza. Lo que es más peculiar del caso español es que ahí persiste la forma de terrorismo más especial de todo el mundo: ETA.
Yo no sé mucho de la historia de ETA. No me interesa. Sé que el IRA y que el FLP (Frente para la Liberación de Palestina) son de la misma generación, y que con mayor o menor éxito han evolucionado hacia formas de expresión políticas, menos sanguinarias. ETA no, ETA asesina de forma particularmente extraña, ya que no respeta posiciones cercanas a la suya. No respeta nada, es "their way or the highway". Su "causa" pasa completamente a segundo término cuando se examina su historial de asesinatos.
ETA acaba de anunciar una tregua unilateral con Catalunya y los catalanes. Hace pocas semanas, el líder de los independentistas catalanes Josep Lluís Carod-Rovira, fue descubierto por la prensa teniendo contactos con los terroristas estando ya en funciones como "Conseller en Cap" (una especie de vicepresidente) de Catalunya. Eso fue a todas luces una incorrección política (como líder de izquierda puede resultar explicable, pero no como funcionario de alto rango). Le costó la destitución, pero su grupo político, la ERC, mantuvo posiciones en el poder. Con este nuevo anuncio de ETA, que al parecer quiere más dañar que ayudar, el ambiente político español adquiere tintes defeños por lo contaminado y espeso. Si hacen equis, mal, si hacen ye, peor, y zeta, pues pior tantito.
Hace tiempo recibimos aquí la visita de un buen colega bloguero español, vasco para más señas, el Capataz, quien valientemente habla en su blog sobre el miedo que existe a opinar en Euskadi sobre algo que no le parezca bien a ETA. En estas horas difíciles le mandamos, a él y a mi cuñado Lluís y mi sobrina Frida, catalanes buenas personas por los cuatro costados donde los haya, un saludo y los mejores deseos de que esto no desencadene una tormenta política que, como siempre, sólo beneficia a los "malos" (que, cierto, no son sólo los de ETA)
martes, febrero 17, 2004
Y así pasaron 20 años
Gracias a este post de Tiempo para leer (cómo escribe largo este 'ñor!) mis recuerdos se arremolinaron en la cabeza.
Tiene 20 años que sufrí mi primer amor. Mi Winnie Cooper que, me contestó Don Oruga, no fui, no soy, no seré digno de ella. Fuí su padrino de bodas hace seis años.
Me enamoré de ella urgido (sí, esa palabra) de alguien de qué enamorarme. Sí, qué. Porque yo necesitaba como loco enamorarme y la pobre de Mi Winnie Cooper lo sufrió. Era yo Glenn Close en Atracción Fatal, pero al cubo. Solamente Edith, 10 años después, vivió acoso semejante. No creo que otra mujer en el mundo, del siglo XX, hubiera experimentado eso.
Cartas, poemas, miradas, indirectas públicas, directas públicas. Acoso absoluto y total porque además, obvio, íbamos en el mismo salón de clases. Ella me alucinaba y yo la "amaba". Era matadísima, y tuvo a bien ganarme un par de bimestres el "premio" de mejor promedio del salón. El último pretexto que yo necesitaba para terminar de clavarme, juraba yo, de por vida por ella.
Nunca me hizo caso, por supuesto. Además, típica ironía del fucking destiny, se enamoró de mi mejor amigo. El cabrón se aprovechó del asunto y obvio, dejó de ser mi mejor amigo. Recorrí todo el melodrama producido en idioma español, desde Qué te ha dado esa mujer, de Pedro Infante, hasta Me cuesta tanto olvidarte, de Mecano. Y por supuesto, algunas en inglés:
I'll never find another girl like you
Starship, Sara
Era tan absurdo!, la niña no sólo no me pelaba, me odiaba. Aunque pertenecíamos al mismo grupo de amigos, no me dirigía la palabra. Una excursión en La Marquesa y un paseo a caballo más o menos juntos fue lo más que conviví con ella en más de tres años. De esto probablemente ella ni se acuerde (te acuerdas, Winnie?) y durante años, varios, fue mi recuerdo más romántico.
Invitó a todos nuestros amigos a su fiesta de XV (sí, era de onda pastelera) y obvio, yo no recibí ni una mirada de desprecio (sí, ni siquiera eso!!). Ahí, y gracias en parte a mi ya mencionada amiga Leonor, empecé a darme cuenta del ridículo que estaba haciendo. Nunca lo he visto así, pero me ayudó a bajarle al volumen del estéreo. Me valió madres siempre la crítica general. Yo la quería bien y bonito. Los demás podían hacer con sus opiniones lo que mejor les conviniera. Pero ya, después de 3 años y medio, era hora de desprogramar el amor infantil.
Fue muy curioso porque ella bajó su promedio escolar sustancialmente en la prepa y mejoró su físico en la misma proporción. Era un barrilito en la secundaria y en la prepa se convirtió en la Venus de Milo, sin previo aviso ni decir agua va. Obvio también, dejando de ser nerd y con ese cuerpo, se volvió una de las niñas más correteadas. Huelga decir también que la mayoría de las chavas (incluyendo todas mis amigas) la aborrecían. Ahí, justamente, tuve la oportunidad de empezar a practicar la que hasta la fecha sigue siendo mi mejor arma en el approach con las mujeres: El Confidente. Sí, cuando vió mi Winnie Cooper que le bajé a la psicosis, tuvo a bien regalarme con su amistad, misma que a la fecha, algo descuidada por la distancia, mantenemos, creo yo, en el corazón. Me enteré con detalle de sus pretendientes y amores, ilusiones y gustos. Y ya no me parecía tan bella como cuando niña.
Edith tuvo su Winnie Cooper. Igual que yo, se enamoró de él por idealizar, y por considerarlo muy inteligente. Por lo que me ha platicado (Edith sí conoce a mi Winnie Cooper, yo no conozco al suyo), el tipo era pálido, afilado, parecido a la mía. La misma ilusión sin causa aparente, salida de la nada. Platicarnos nuestras respectivas experiencias amorosas estudiantiles fue parte del flechazo cuando nos conocimos.
Mi Winnie Cooper cumple hoy 32 años de edad. Ya han pasado poco más de 20 años desde que la ví por primera vez, con su cursilérrima lonchera de los Care Bears, su cabello lacio, lacio, sus calcetas siempre tan blancas como su piel. No sé cómo me recuerde ella. Yo me odiaría!, pero creo que no es el caso. Yo no me arrepiento de todos mis ridículos por su causa, es parte de la vida. Yo la recuerdo seguido, como un "imprinting" que me programé en mi transición infancia-adolescencia y que, por más que quiera, no se puede borrar. La verdad, no quiero borrarlo. Felicidades, Winnie Cooper mía.
Tiene 20 años que sufrí mi primer amor. Mi Winnie Cooper que, me contestó Don Oruga, no fui, no soy, no seré digno de ella. Fuí su padrino de bodas hace seis años.
Me enamoré de ella urgido (sí, esa palabra) de alguien de qué enamorarme. Sí, qué. Porque yo necesitaba como loco enamorarme y la pobre de Mi Winnie Cooper lo sufrió. Era yo Glenn Close en Atracción Fatal, pero al cubo. Solamente Edith, 10 años después, vivió acoso semejante. No creo que otra mujer en el mundo, del siglo XX, hubiera experimentado eso.
Cartas, poemas, miradas, indirectas públicas, directas públicas. Acoso absoluto y total porque además, obvio, íbamos en el mismo salón de clases. Ella me alucinaba y yo la "amaba". Era matadísima, y tuvo a bien ganarme un par de bimestres el "premio" de mejor promedio del salón. El último pretexto que yo necesitaba para terminar de clavarme, juraba yo, de por vida por ella.
Nunca me hizo caso, por supuesto. Además, típica ironía del fucking destiny, se enamoró de mi mejor amigo. El cabrón se aprovechó del asunto y obvio, dejó de ser mi mejor amigo. Recorrí todo el melodrama producido en idioma español, desde Qué te ha dado esa mujer, de Pedro Infante, hasta Me cuesta tanto olvidarte, de Mecano. Y por supuesto, algunas en inglés:
I'll never find another girl like you
Starship, Sara
Era tan absurdo!, la niña no sólo no me pelaba, me odiaba. Aunque pertenecíamos al mismo grupo de amigos, no me dirigía la palabra. Una excursión en La Marquesa y un paseo a caballo más o menos juntos fue lo más que conviví con ella en más de tres años. De esto probablemente ella ni se acuerde (te acuerdas, Winnie?) y durante años, varios, fue mi recuerdo más romántico.
Invitó a todos nuestros amigos a su fiesta de XV (sí, era de onda pastelera) y obvio, yo no recibí ni una mirada de desprecio (sí, ni siquiera eso!!). Ahí, y gracias en parte a mi ya mencionada amiga Leonor, empecé a darme cuenta del ridículo que estaba haciendo. Nunca lo he visto así, pero me ayudó a bajarle al volumen del estéreo. Me valió madres siempre la crítica general. Yo la quería bien y bonito. Los demás podían hacer con sus opiniones lo que mejor les conviniera. Pero ya, después de 3 años y medio, era hora de desprogramar el amor infantil.
Fue muy curioso porque ella bajó su promedio escolar sustancialmente en la prepa y mejoró su físico en la misma proporción. Era un barrilito en la secundaria y en la prepa se convirtió en la Venus de Milo, sin previo aviso ni decir agua va. Obvio también, dejando de ser nerd y con ese cuerpo, se volvió una de las niñas más correteadas. Huelga decir también que la mayoría de las chavas (incluyendo todas mis amigas) la aborrecían. Ahí, justamente, tuve la oportunidad de empezar a practicar la que hasta la fecha sigue siendo mi mejor arma en el approach con las mujeres: El Confidente. Sí, cuando vió mi Winnie Cooper que le bajé a la psicosis, tuvo a bien regalarme con su amistad, misma que a la fecha, algo descuidada por la distancia, mantenemos, creo yo, en el corazón. Me enteré con detalle de sus pretendientes y amores, ilusiones y gustos. Y ya no me parecía tan bella como cuando niña.
Edith tuvo su Winnie Cooper. Igual que yo, se enamoró de él por idealizar, y por considerarlo muy inteligente. Por lo que me ha platicado (Edith sí conoce a mi Winnie Cooper, yo no conozco al suyo), el tipo era pálido, afilado, parecido a la mía. La misma ilusión sin causa aparente, salida de la nada. Platicarnos nuestras respectivas experiencias amorosas estudiantiles fue parte del flechazo cuando nos conocimos.
Mi Winnie Cooper cumple hoy 32 años de edad. Ya han pasado poco más de 20 años desde que la ví por primera vez, con su cursilérrima lonchera de los Care Bears, su cabello lacio, lacio, sus calcetas siempre tan blancas como su piel. No sé cómo me recuerde ella. Yo me odiaría!, pero creo que no es el caso. Yo no me arrepiento de todos mis ridículos por su causa, es parte de la vida. Yo la recuerdo seguido, como un "imprinting" que me programé en mi transición infancia-adolescencia y que, por más que quiera, no se puede borrar. La verdad, no quiero borrarlo. Felicidades, Winnie Cooper mía.
Cucamonga ilustrado
Mi principal influencia para hacer este diario fue este wey. Desde sus lejanos tiempos de El Patíbulo, cuando lo nombraron como mejor página de entretenimiento (o algo así) me cagaba de risa con sus pendejadas. Fui víctima del engaño de sus múltiples personalidades un buen rato, hasta que me topé con el aviso legal. Ahí me volví su groupie. Ya le cambió, porque antes venía su nombre real, me pareció un cabrón la mar de creativo y chingón. Pero de repente le paró a la producción de pendejadas. Comenzó su blog en agosto del 2003, creo, algo así. Ya borró de su dominio todo vestigio de su paso por el mundo blog. Ahora es traficante de monos.
Su humor inicial consistió en burlarse de él mismo. O sea, sólo alguien insanamente orate puede dedicarle 10 minutos a conocer a Linda sabiendo hacer algo más, como ese cabrón sabe. Víctima de su propia sociopatía, Ricardo recurrió a todas las formas posibles de sarcasmo ante la realidad tan jodida de la escena del pop mexicano. Se puede argumentar que no es mucho mérito y que esas madres son tan malas que cualquiera se burla. No es el "qué" sino el "cómo".
Cuando se aburrió de golpear a las celebridades del pop mexicano que, estoy seguro, torturaron su infancia y su adolescencia y le hacen imposible la convivencia familiar, encauzó su sociopatía hacia su entorno social. Monterrey es una ciudad muy especial, pues no puedes, literalmente, brillar en sociedad (cosa que se toma muy en serio allá) si no eres un mocho hipercatólico hipócrita (sí, las tres cosas al mismo tiempo). La segunda fase de El Patíbulo retrata algunos de esos pequeños defectillos de la sociedad regia, principalmente el bestiario pero también el dedicado a la famosa Yaya. Sigue, por supuesto, pegándole con tubo a su pasado televisivo y sigue sin perdonar, 5 años después de abrir su página, el fracaso de sus ídolos infantiles.
Su etapa de bloguero, posiblemente influenciado por sus colegas sonorenses, acentuó el hastío, profundizó la ironía, acrecentó el sarcasmo. De golpeador evolucionó a hijo de perra y por más que se resistió a interactuar, se dió cuenta que la naturaleza del blog incluye intercambio, escrutinio inmediato, aceptación de los demás. Ricardo nunca ha intentado siquiera hacer eso. Y así aceleró su desbandada. Se dió el pretexto que él mismo buscaba.
Lo más seguro es que el 90 % de lo que acabo de escribir sean mentiras, pero así lo veo yo. Lleva dos semanas fuera del aire bloguero y como sea, era mi primer link. A mí no me da pena expresar mi admiración por alguien, o parecer ridículo como groupie (expresión pendeja donde las haya). Suerte desde aquí para Ricardo en su fase de traficante de monos y que ponga por lo menos el de Mario Maricón en su nueva página, que también me gustó bastante.
Su humor inicial consistió en burlarse de él mismo. O sea, sólo alguien insanamente orate puede dedicarle 10 minutos a conocer a Linda sabiendo hacer algo más, como ese cabrón sabe. Víctima de su propia sociopatía, Ricardo recurrió a todas las formas posibles de sarcasmo ante la realidad tan jodida de la escena del pop mexicano. Se puede argumentar que no es mucho mérito y que esas madres son tan malas que cualquiera se burla. No es el "qué" sino el "cómo".
Cuando se aburrió de golpear a las celebridades del pop mexicano que, estoy seguro, torturaron su infancia y su adolescencia y le hacen imposible la convivencia familiar, encauzó su sociopatía hacia su entorno social. Monterrey es una ciudad muy especial, pues no puedes, literalmente, brillar en sociedad (cosa que se toma muy en serio allá) si no eres un mocho hipercatólico hipócrita (sí, las tres cosas al mismo tiempo). La segunda fase de El Patíbulo retrata algunos de esos pequeños defectillos de la sociedad regia, principalmente el bestiario pero también el dedicado a la famosa Yaya. Sigue, por supuesto, pegándole con tubo a su pasado televisivo y sigue sin perdonar, 5 años después de abrir su página, el fracaso de sus ídolos infantiles.
Su etapa de bloguero, posiblemente influenciado por sus colegas sonorenses, acentuó el hastío, profundizó la ironía, acrecentó el sarcasmo. De golpeador evolucionó a hijo de perra y por más que se resistió a interactuar, se dió cuenta que la naturaleza del blog incluye intercambio, escrutinio inmediato, aceptación de los demás. Ricardo nunca ha intentado siquiera hacer eso. Y así aceleró su desbandada. Se dió el pretexto que él mismo buscaba.
Lo más seguro es que el 90 % de lo que acabo de escribir sean mentiras, pero así lo veo yo. Lleva dos semanas fuera del aire bloguero y como sea, era mi primer link. A mí no me da pena expresar mi admiración por alguien, o parecer ridículo como groupie (expresión pendeja donde las haya). Suerte desde aquí para Ricardo en su fase de traficante de monos y que ponga por lo menos el de Mario Maricón en su nueva página, que también me gustó bastante.
lunes, febrero 16, 2004
La realidad reflejada
En Otros Ángulos hubo un debate con la gente de "A favor de lo mejor", una asociación de individuos medievales que insisten en la censura (disfrazada de corrección) en los medios electrónicos. Sostienen que si hay un aumento de criminalidad (no sé, en principio, si exista el tal aumento) o una descomposición social en general, es debido a la influencia de los medios en la gente. Son los mismos que a punta de chequera quitaron los nefastos programas tipo talk show que proliferaron hace unos tres años. Su criterio utilitarista es bobalicón y tendencioso, característica intrínseca de muchas ideologías, pero finalmente representan a un sector vasto y poderoso, no pueden ser ignorados. En fin, que una pregunta del auditorio ahí presente fue sobre la causa y el efecto: Los medios determinan la agenda social o la realidad social es reflejada por los medios.
Debatir el punto es una nimiedad, es claro que es una relación simbiótica. A mí, sin embargo, me fascina ver retratada mi realidad. Me gustó ver en Amores Perros las calles de mi ciudad en medio de la historia. Incluso el muy lejano y poco considerado barrio donde crecí. Obvio, eso fue en la parte marginal de la película. Me gustó The Insider por reflejar la realidad de una persona que se dedica a ganar dinero, a proveer a su familia, sacrificando su propia vocación, hasta un cierto grado, en un marco definido. El hablar del ambiente corporativo en una película es
también árido y críptico, a poca gente le interesa y poca gente lo comprende. No es un tema de pasiones desbordadas sino de secrecía y logias.
En 1986 se exhibió Rocky IV, con un enorme sentimiento populachero-americano sobre el inminente final de la Guerra Fría. Ya los americanos presentían que estaban a punto de ponerle en su jefa a los rusos y vía Joligud proclamaron esa victoria. Yo compré ese anuncio con esa película. Desde siempre fui anti-rojo. Que no anti-ruso. Tres años después cayó el Muro de Berlín. No fue gracias a Rocky. Pero la fe en que ocurra es parte del preámbulo del suceso.
Edith y yo fuimos a ver Lost in Translation el viernes en la noche. A mí me encantó la película, a Edith apenas se le hizo pasable. La trama no la contaré, pero sí digo que refleja fidedignamente el sentimiento de soledad que invade al trabajador viajero. La circunstancia puede variar y por lo tanto matizar muchos sentimientos. Pero lo que se observa en los viajes de trabajo está perfectamente descrito en la película. Comentaba con Edi que Sofía Coppola hizo una autobiografía, una historia de cómo ella se aburría cuando su papá la llevaba a larguísimas locaciones fílmicas y lo que miraba y descubría en esos remotos lugares. Más bonito aún: "cómo" lo descubría. Qué miraba en un antro, en una calle, en un monumento. Y sí, también qué miraba en las personas cuando estás fuera. Es bueno tener un precioso motivo para volver. Porque si no existe ese motivo, la vida te puede pedir que recorras círculos más amplios.
Debatir el punto es una nimiedad, es claro que es una relación simbiótica. A mí, sin embargo, me fascina ver retratada mi realidad. Me gustó ver en Amores Perros las calles de mi ciudad en medio de la historia. Incluso el muy lejano y poco considerado barrio donde crecí. Obvio, eso fue en la parte marginal de la película. Me gustó The Insider por reflejar la realidad de una persona que se dedica a ganar dinero, a proveer a su familia, sacrificando su propia vocación, hasta un cierto grado, en un marco definido. El hablar del ambiente corporativo en una película es
también árido y críptico, a poca gente le interesa y poca gente lo comprende. No es un tema de pasiones desbordadas sino de secrecía y logias.
En 1986 se exhibió Rocky IV, con un enorme sentimiento populachero-americano sobre el inminente final de la Guerra Fría. Ya los americanos presentían que estaban a punto de ponerle en su jefa a los rusos y vía Joligud proclamaron esa victoria. Yo compré ese anuncio con esa película. Desde siempre fui anti-rojo. Que no anti-ruso. Tres años después cayó el Muro de Berlín. No fue gracias a Rocky. Pero la fe en que ocurra es parte del preámbulo del suceso.
Edith y yo fuimos a ver Lost in Translation el viernes en la noche. A mí me encantó la película, a Edith apenas se le hizo pasable. La trama no la contaré, pero sí digo que refleja fidedignamente el sentimiento de soledad que invade al trabajador viajero. La circunstancia puede variar y por lo tanto matizar muchos sentimientos. Pero lo que se observa en los viajes de trabajo está perfectamente descrito en la película. Comentaba con Edi que Sofía Coppola hizo una autobiografía, una historia de cómo ella se aburría cuando su papá la llevaba a larguísimas locaciones fílmicas y lo que miraba y descubría en esos remotos lugares. Más bonito aún: "cómo" lo descubría. Qué miraba en un antro, en una calle, en un monumento. Y sí, también qué miraba en las personas cuando estás fuera. Es bueno tener un precioso motivo para volver. Porque si no existe ese motivo, la vida te puede pedir que recorras círculos más amplios.
viernes, febrero 13, 2004
Magazine dominical
Las revistas son mi caso personal de la evolución de la pasión infantil por las estampitas (cromos, en España). Simplemente me encantan. De niño, en mi culta familia, abundaba el Notitas Musicales, una revista editada por el grupo radiofónico capitalino NRM. Después , por ahí del 78, hubo un cierto "boom" revistero vía Televisa y le entramos a varias de sus publicaciones: Cantinflas Show, TVyNovelas y, rezumando cultura, el Historia del Hombre, una colección que daba unas pequeñas nociones de historia universal para niños ilustrando con "monitos" algunos enunciados de hechos históricos. La leí de niño y siempre que pienso en griegos y romanos me acuerdo de los mentados monitos. Mi mamá compraba el Última Moda para sacar ideas de hacerle "lindos" vestidos a mis pobres hermanas. No, mentira, es buena costurera mi madre. Mi culto padre leía el "Impacto", revista que fue aniquilada por Manuel Bartlett en el sexenio de Miguel de la Madrid. Esa revista era reconocida como la antítesis de "Proceso", amarillista y socialista para los ojos de la clase media wannabe; también tenía una suscripción a “Selecciones del Reader’s Digest”, revista que yo recordaba con gran añoranza y cariño (me encantaba cuando tenía 8 ó 9 años) y que hace poco redescubrí como una bazofia espeluznante.
Cuando iba en la prepa, y a causa de la caída de Impacto, surgió Época, como antítesis ideológica de la muy fortalecida Proceso. La dirigía el borrachín (dijo Adal Ramones, a mí no me culpen) de Abraham Zabludowsky quien, según yo, tiene un excelente estilo prosístico-periodístico. Pero obvio, súper pegado al poder, como todo lo que hacía Televisa; aún así, conservo los muy bien hechos resúmenes anuales que abarcan desde la caída del Muro hasta la crisis del 95. Como quería yo ser astro-mono, leía Ciencia y Desarrollo, del Conacyt, e Información Científica y Tecnológica, la versión light de "divulgación", algunas Scientific American pasaron por mis manos, pero en ese caso preferí los libros científicos y de divulgación. También me quise poner culturoso y empecé a comprar, alternativamente, Vuelta y Nexos. Neoliberal como he sido siempre, me quedé encantado con el "poeta del libre mercado" (mote cortesía del maese José Agustín) y vomitaba (aún lo hago, no tanto) a los nexonitas que parecen mafia y clan (ok, los otros también, pero son más elegantes). No lo voy a negar tampoco, yo compré el número 1 de la Eres, que tenía a Sasha (Sökol de Sámano) y al dientón ese que ahora se quiere parecer a Julio Iglesias (wow con su role model), yep, Luis Miguel.
Hubo una revista de rock en español que era malísima con ganas, impresa en papel horroroso con pésimos reporteros (Jose Luis Pluma, si no mal recuerdo, se llamaba su director), y terribles fotografías: Conecte. Venerable por antigüedad y por perseverancia cuando el rock era "reprimido" (sobrinitos, pregúntenle al hibernado Cucamonga de qué hablo) Conecte revivió a finales de los 80’s montándose en la “apertura” que se dio en el mainstream del escenario mexicano al rock, importado de España y Argentina y después al mexicano. Si querías enterarte del nacimiento de Café Tacaba, los aquelarres de las Insólitas Imágenes de Aurora en el LUCC y el primer renacimiento del tianguis del Chopo, Conecte era el medio.
Cuando entré a la Universidad empecé a leer La Jornada y como consecuencia lógica, el Proceso de Scherer. Fue la época de oro de esa revista por la cercanía con las que los trató Salinas. Como vacuna, empecé a leer Time, The Economist y la misma Vuelta, también protegida y cercana a Salinas. A los fans de Proceso les puede chocar, pero la verdad es que Salinas los quería mucho por lo que representaban: la mosca decorativa que zumba en el oído del gigante (metáfora, si así se le puede llamar, cortesía de Aguilar Camín y "La guerra de Galio"). Yo siempre he sido degustador de los chismes de la farándula y por esos tiempos descubrí Vanity Fair, a la fecha una de mis revistas favoritas.
Vendría mi fase más techie y con Wired me sentía yo parte de la nueva élite mundial, del plan, conspiración mejor dicho, para dominar al mundo por parte de los nerds. Todas las publicaciones del establishment de negocios se tuvieron que hacer eco de Wired. Fortune, Forbes y Business Week. Y me gustaba contrastar los enfoques de cada una de ellas sobre los temas de tecnología y cómo la tecnología iba a cambiar al mundo. En México, por supuesto, eso lo llevaba Expansión. Los periodistas mexicanos de computación pelearon durante mucho tiempo entre sí, con verdadera saña, pero al final, sólo quedó Mónica Mistreta con Information Week, mala hasta la náusea, pero siempre más digerible que el fatídico intento de Televisa de hacer en español la PC Magazine. Tengo incluso algunas Harvard Business Review para alimentar de la forma más salvaje (son como el Pharmaton) mi megalomanía. Justo en ésa época apareció Milenio Semanal, abuelita de Milenio Diario. Una alternativa independiente aunque no del todo cuajada, al fin, a Proceso, que con la salida de Scherer empezó a degenerar geométricamente.
Jimena nació en el 98 y con ella llegaron a casa Padres e Hijos, Parenting y Mi bebé y yo. Las recuerdo con muchísimo cariño porque sí que nos ayudaron a cuidar y criar a Jimena; siempre las consideramos más objetivas e imparciales que a mi suegra y a mi madre, aunque eso no sea mucho mérito en realidad
Vuelta heredaría su puesto a Letras Libres tras la muerte del Poeta del Libre Mercado. De ésa sí puedo presumir la colección completa. Hace cuatro años apenas, me acerqué a la nueva cultura de España. El País se convirtió en el periódico más influyente de México (desplazando, sí, al Wall Street Journal) a pesar de que tampoco publicaba con más frecuencia que aquél noticias sobre México. El País Semanal llegó a casa para quedarse, y logró formarme un mal hábito: Levantarme temprano los domingos puesto que se agotaba en el puesto de periódicos. Junto con pegado salió Día Siete, accesible sólo vía El Universal, aquí en el DF.
En mi fase de trotamundos, del 99 al 2002, con dinero en la tarjeta y tiempo por los vuelos, pasé por varias publicaciones más: The New Yorker, de las más elitistas que yo he leído. Gatopardo, un esfuerzo colombiano bastante digno de imitar a Vanity Fair. Le Figaró, no sé mucho francés, pero es bastante entendible, Le Nouvel Observateur, la versión más izquierdista del mundo occidental. Algún GQ sí que me compré, no lo voy a negar. Fan de los deportes como soy, nunca me he comprado ni Sports Illustrated ni ninguna otra publicación deportiva.
Hay dos revistas ícono que tampoco he comprado nunca: National Geographic y Playboy (protagonistas ambas de un chiste muy racista), nunca he sabido porqué. No me han llamado la atención, creo.
Lo que sé (mucho o poco) se lo debo en gran medida a estas y otras publicaciones que me han podido acercar, de alguna forma y siempre bajo ópticas distintas, al mundo del que yo tan bien me sé separar. Este post pretende ser una contraparte al de ayer. Sí, los medios son maléficos, maquiavélicos, manipuladores. Un poco como las mujeres, no?
Cuando iba en la prepa, y a causa de la caída de Impacto, surgió Época, como antítesis ideológica de la muy fortalecida Proceso. La dirigía el borrachín (dijo Adal Ramones, a mí no me culpen) de Abraham Zabludowsky quien, según yo, tiene un excelente estilo prosístico-periodístico. Pero obvio, súper pegado al poder, como todo lo que hacía Televisa; aún así, conservo los muy bien hechos resúmenes anuales que abarcan desde la caída del Muro hasta la crisis del 95. Como quería yo ser astro-mono, leía Ciencia y Desarrollo, del Conacyt, e Información Científica y Tecnológica, la versión light de "divulgación", algunas Scientific American pasaron por mis manos, pero en ese caso preferí los libros científicos y de divulgación. También me quise poner culturoso y empecé a comprar, alternativamente, Vuelta y Nexos. Neoliberal como he sido siempre, me quedé encantado con el "poeta del libre mercado" (mote cortesía del maese José Agustín) y vomitaba (aún lo hago, no tanto) a los nexonitas que parecen mafia y clan (ok, los otros también, pero son más elegantes). No lo voy a negar tampoco, yo compré el número 1 de la Eres, que tenía a Sasha (Sökol de Sámano) y al dientón ese que ahora se quiere parecer a Julio Iglesias (wow con su role model), yep, Luis Miguel.
Hubo una revista de rock en español que era malísima con ganas, impresa en papel horroroso con pésimos reporteros (Jose Luis Pluma, si no mal recuerdo, se llamaba su director), y terribles fotografías: Conecte. Venerable por antigüedad y por perseverancia cuando el rock era "reprimido" (sobrinitos, pregúntenle al hibernado Cucamonga de qué hablo) Conecte revivió a finales de los 80’s montándose en la “apertura” que se dio en el mainstream del escenario mexicano al rock, importado de España y Argentina y después al mexicano. Si querías enterarte del nacimiento de Café Tacaba, los aquelarres de las Insólitas Imágenes de Aurora en el LUCC y el primer renacimiento del tianguis del Chopo, Conecte era el medio.
Cuando entré a la Universidad empecé a leer La Jornada y como consecuencia lógica, el Proceso de Scherer. Fue la época de oro de esa revista por la cercanía con las que los trató Salinas. Como vacuna, empecé a leer Time, The Economist y la misma Vuelta, también protegida y cercana a Salinas. A los fans de Proceso les puede chocar, pero la verdad es que Salinas los quería mucho por lo que representaban: la mosca decorativa que zumba en el oído del gigante (metáfora, si así se le puede llamar, cortesía de Aguilar Camín y "La guerra de Galio"). Yo siempre he sido degustador de los chismes de la farándula y por esos tiempos descubrí Vanity Fair, a la fecha una de mis revistas favoritas.
Vendría mi fase más techie y con Wired me sentía yo parte de la nueva élite mundial, del plan, conspiración mejor dicho, para dominar al mundo por parte de los nerds. Todas las publicaciones del establishment de negocios se tuvieron que hacer eco de Wired. Fortune, Forbes y Business Week. Y me gustaba contrastar los enfoques de cada una de ellas sobre los temas de tecnología y cómo la tecnología iba a cambiar al mundo. En México, por supuesto, eso lo llevaba Expansión. Los periodistas mexicanos de computación pelearon durante mucho tiempo entre sí, con verdadera saña, pero al final, sólo quedó Mónica Mistreta con Information Week, mala hasta la náusea, pero siempre más digerible que el fatídico intento de Televisa de hacer en español la PC Magazine. Tengo incluso algunas Harvard Business Review para alimentar de la forma más salvaje (son como el Pharmaton) mi megalomanía. Justo en ésa época apareció Milenio Semanal, abuelita de Milenio Diario. Una alternativa independiente aunque no del todo cuajada, al fin, a Proceso, que con la salida de Scherer empezó a degenerar geométricamente.
Jimena nació en el 98 y con ella llegaron a casa Padres e Hijos, Parenting y Mi bebé y yo. Las recuerdo con muchísimo cariño porque sí que nos ayudaron a cuidar y criar a Jimena; siempre las consideramos más objetivas e imparciales que a mi suegra y a mi madre, aunque eso no sea mucho mérito en realidad
Vuelta heredaría su puesto a Letras Libres tras la muerte del Poeta del Libre Mercado. De ésa sí puedo presumir la colección completa. Hace cuatro años apenas, me acerqué a la nueva cultura de España. El País se convirtió en el periódico más influyente de México (desplazando, sí, al Wall Street Journal) a pesar de que tampoco publicaba con más frecuencia que aquél noticias sobre México. El País Semanal llegó a casa para quedarse, y logró formarme un mal hábito: Levantarme temprano los domingos puesto que se agotaba en el puesto de periódicos. Junto con pegado salió Día Siete, accesible sólo vía El Universal, aquí en el DF.
En mi fase de trotamundos, del 99 al 2002, con dinero en la tarjeta y tiempo por los vuelos, pasé por varias publicaciones más: The New Yorker, de las más elitistas que yo he leído. Gatopardo, un esfuerzo colombiano bastante digno de imitar a Vanity Fair. Le Figaró, no sé mucho francés, pero es bastante entendible, Le Nouvel Observateur, la versión más izquierdista del mundo occidental. Algún GQ sí que me compré, no lo voy a negar. Fan de los deportes como soy, nunca me he comprado ni Sports Illustrated ni ninguna otra publicación deportiva.
Hay dos revistas ícono que tampoco he comprado nunca: National Geographic y Playboy (protagonistas ambas de un chiste muy racista), nunca he sabido porqué. No me han llamado la atención, creo.
Lo que sé (mucho o poco) se lo debo en gran medida a estas y otras publicaciones que me han podido acercar, de alguna forma y siempre bajo ópticas distintas, al mundo del que yo tan bien me sé separar. Este post pretende ser una contraparte al de ayer. Sí, los medios son maléficos, maquiavélicos, manipuladores. Un poco como las mujeres, no?
¿Qué onda con Google?
Sólo un comentario rápido... ¿ya vieron la barra de acceso rápido de Google (la que incluye el ícono de blogger)? CH-A-L-E!!!!!! Así como soy cursi para la Navidad soy scrooge para el 14 de febrero, por lo menos en lo que toca al Día del Amor y la Amistad... puajjj!!!
jueves, febrero 12, 2004
La caza del ratón negro
Esa película me encantó. The Hunt of Red October, donde parecía que el cazador buscaba presa cuando lo que buscaba era ser cazado.
Comcast, la principal distribuidora de TV por cable de Estados Unidos ha lanzado una oferta de adquisición "no solicitada" (hostil) sobre Disney. No será un proceso fácil, pero es necesario rescatar a la gran joya de los medios norteamericanos, la fábrica de balas de azúcar, según MaoZedong. Desde 1986 con el relanzamiento de sus estudios cinematográficos, Disney ha visto cumplir un ciclo más de gran importancia social como empresa. Primero con Little Mermaid (La Sirenita) y con varias películas más, hasta la joya de la corona de la segunda etapa, The Lion King (Hamlet para niños), Michael Eisner, el CEO de Disney logró recuperar a una empresa que estaba en la lona vía nuevos talentos creativos que ajustaron el modelo y los valores disney a los tiempos modernos. Y claro, vía generosos apoyos del gobierno y el establishment en general
Uno sabe de inmediato cuando está viendo una película de Disney, pero la tradición de manipulación del grupo ha quedado en evidencia sólo hasta muy recientemente, y aún con muchas dudas y velos sobre la verdad. La tradición de secrecía, misterio y manipulación de las corporaciones gringas viven en Disney su capítulo más logrado. Corporativamente es el sueño de miles de MBA's y mercadólogos que se rinden ante el éxito económico de un par de orejas. Creativamente es, sin disputa, uno de los puntos más altos de la cultura de masas estadounidense de todos los tiempos. Y aunque es dispareja su calidad, Jimena tiene en Mulán una de sus películas y role model favoritas.
Hay un otros tres conglomerados de medios muy poderosos: Viacom, AOL Time Warner y News Corporation. Pero lo que haría a esta operación particularmente peligrosa es la fusión de, en realidad, dos negocios distintos. Uno es creador de contenidos (Disney) y otro es distribuidor (Comcast). No es de extrañar que el fascismo y el control aumenten en esta época bushiana. MTV (parte de Viacom) ha anunciado una reclasificación de sus horarios de contenidos que, en el colmo de la censura, incluyen contenidos políticos como sólo aptos para adultos como resultado del pechogate de la Jackson. De hecho los otros conglomerados de medios también buscan fortalecer el binomio "productor-distribuidor", pero la concentración en aún menos manos, además de la posición dominante de Comcast, hace que varios liberales y neoliberales levanten las cejas ante la fusión propuesta.
La otra lectura es la patética forma financiera de Disney. Eisner efectivamente fue el mago salvador de la empresa pero ha cobrado sus servicios jugosamente. Sus honorarios han sido materia de discusión de las escuelas de negocios desde hace más de 10 años, justo cuando gracias al Rey León las acciones de Disney brincaron un 200% en su valor, y dándole con ello a Eisner a ganar, líquidos, en un sólo año, 212 millones de dólares. Ese dinero despierta envidias en cualquiera. Y poco a poco, la estrella de Disney-Eisner se ha ido apagando, a pesar incluso de su alianza con Pixar, que acaba de ser rota y de que Finding Nemo se coló como la película de animación más taquillera de todos los tiempos en USA.
La producción de contenidos, como inocentemente le llaman, es una industria estratégica para mantener el control y dominio del mundo. Eso no es secreto. Pero incluso esos mecanismos de control deben ser financieramente sanos, si no, pasa lo de Enron y nadie quiere más escandalitos. Por ello la oferta de Comcast, con todo lo mala que parece para la sana y libre competencia y con el poco tacto que tienen los bushitos en concentrar el poder y dejar de guardar cualquier apariencia de libertad, se consumará para salvar al Imperio del Ratón.
En negocios, como en los blogs y en la vida, nada es lo que parece.
Comcast, la principal distribuidora de TV por cable de Estados Unidos ha lanzado una oferta de adquisición "no solicitada" (hostil) sobre Disney. No será un proceso fácil, pero es necesario rescatar a la gran joya de los medios norteamericanos, la fábrica de balas de azúcar, según MaoZedong. Desde 1986 con el relanzamiento de sus estudios cinematográficos, Disney ha visto cumplir un ciclo más de gran importancia social como empresa. Primero con Little Mermaid (La Sirenita) y con varias películas más, hasta la joya de la corona de la segunda etapa, The Lion King (Hamlet para niños), Michael Eisner, el CEO de Disney logró recuperar a una empresa que estaba en la lona vía nuevos talentos creativos que ajustaron el modelo y los valores disney a los tiempos modernos. Y claro, vía generosos apoyos del gobierno y el establishment en general
Uno sabe de inmediato cuando está viendo una película de Disney, pero la tradición de manipulación del grupo ha quedado en evidencia sólo hasta muy recientemente, y aún con muchas dudas y velos sobre la verdad. La tradición de secrecía, misterio y manipulación de las corporaciones gringas viven en Disney su capítulo más logrado. Corporativamente es el sueño de miles de MBA's y mercadólogos que se rinden ante el éxito económico de un par de orejas. Creativamente es, sin disputa, uno de los puntos más altos de la cultura de masas estadounidense de todos los tiempos. Y aunque es dispareja su calidad, Jimena tiene en Mulán una de sus películas y role model favoritas.
Hay un otros tres conglomerados de medios muy poderosos: Viacom, AOL Time Warner y News Corporation. Pero lo que haría a esta operación particularmente peligrosa es la fusión de, en realidad, dos negocios distintos. Uno es creador de contenidos (Disney) y otro es distribuidor (Comcast). No es de extrañar que el fascismo y el control aumenten en esta época bushiana. MTV (parte de Viacom) ha anunciado una reclasificación de sus horarios de contenidos que, en el colmo de la censura, incluyen contenidos políticos como sólo aptos para adultos como resultado del pechogate de la Jackson. De hecho los otros conglomerados de medios también buscan fortalecer el binomio "productor-distribuidor", pero la concentración en aún menos manos, además de la posición dominante de Comcast, hace que varios liberales y neoliberales levanten las cejas ante la fusión propuesta.
La otra lectura es la patética forma financiera de Disney. Eisner efectivamente fue el mago salvador de la empresa pero ha cobrado sus servicios jugosamente. Sus honorarios han sido materia de discusión de las escuelas de negocios desde hace más de 10 años, justo cuando gracias al Rey León las acciones de Disney brincaron un 200% en su valor, y dándole con ello a Eisner a ganar, líquidos, en un sólo año, 212 millones de dólares. Ese dinero despierta envidias en cualquiera. Y poco a poco, la estrella de Disney-Eisner se ha ido apagando, a pesar incluso de su alianza con Pixar, que acaba de ser rota y de que Finding Nemo se coló como la película de animación más taquillera de todos los tiempos en USA.
La producción de contenidos, como inocentemente le llaman, es una industria estratégica para mantener el control y dominio del mundo. Eso no es secreto. Pero incluso esos mecanismos de control deben ser financieramente sanos, si no, pasa lo de Enron y nadie quiere más escandalitos. Por ello la oferta de Comcast, con todo lo mala que parece para la sana y libre competencia y con el poco tacto que tienen los bushitos en concentrar el poder y dejar de guardar cualquier apariencia de libertad, se consumará para salvar al Imperio del Ratón.
En negocios, como en los blogs y en la vida, nada es lo que parece.
miércoles, febrero 11, 2004
Doble vida
Ayer Edith descubrió algunos archivos míos, viejos (si no mal recuerdo, del 98) en la compu de la casa. Se puso triste de confirmar que al inicio de nuestro matrimonio yo era medio ciber-cabrón. Ya lo había confesado en esta humilde morada, sí lo fui. Ella también ya lo sabía. No sabe, no quiere saber (sí quiere, pero también no quiere) qué tanto. Por eso se pone triste. Segunda vez en casi 10 años que hacemos el amor así, con un sabor agridulce de enojo. En realidad casi nunca peleamos o nos enojamos, hay un respeto infinito entre los dos, no hay forma de no respetar a una mujer como ella. La amo.
Decir mentiras fue mi deporte principal cuando la vida me mintió (mejor dicho, cuando me reveló que todo era mentira). De los 14 a los 27 todo lo que hice y dije fue mentira (a mis 27 nació Jimena). Sí, Edith vivió y sufrió mis mentiras. Y me las aguantó. Así como yo aguanté sus silencios y sus indecisiones. No me siento culpable, estamos a mano en casi todo, salvo que ella es maravillosa y yo soy un wey equis, pero con mucha suerte. La amo y le he dado tanto amor como he recibido de ella. Eso ayuda. Porque las heridas de las mentiras son demasiado cabronas. Demasiado dolorosas. Las mentiras tienen además la nefasta propiedad de no matar. Simplemente no te puedes morir de una mentira. Es un dolor infinito que NO te aniquila.
Entre todo lo que me ha dado Edith, es quizá lo que más le agradezco. Ayudarme a dejar de mentir, a quitarme la puta necesidad de soltar un choro en lugar de decir la verdad. No que ya no diga ninguna mentira. Soy vendedor y medias verdades digo cada dos por tres. Pero intento manejar el mayor número de verdades posibles.
No soy un puritano de la verdad. Creo que hay mentiras necesarias. Hay también mentiras accesorias. Mi mitomanía juvenil respondía a mi necesidad de negar mi realidad, que era nefasta, horrible, cabrona y con un hedor insoportable. Fue en su momento una buena forma de sobrevivir. Pero hubo un lugar en que me mentí a mí mismo y ahí la mentira me dañó como yo dañaba a los demás a quienes mentía. Hay una rola de Silvio Rodríguez que así empieza:
Me he dado cuenta
de que miento
siempre he mentido
siempre he mentido
He dicho tanta
inútil cosa
sin descubrirme
sin dar conmigo
Fue poco a poco que dejé de mentirme y de dañar a Edith. No han cicatrizado todas esas heridas, pero creo que por lo menos ya están bien firmes los puntos con los que las cosimos. Algunas sí que han cicatrizado, creo yo. En la mañana la acompañé al laboratorio a hacerse un par de estudios y nos miramos como novios un buen rato. No tengo porqué preocuparme: falta mucho para que perdamos la magia.
Decir mentiras fue mi deporte principal cuando la vida me mintió (mejor dicho, cuando me reveló que todo era mentira). De los 14 a los 27 todo lo que hice y dije fue mentira (a mis 27 nació Jimena). Sí, Edith vivió y sufrió mis mentiras. Y me las aguantó. Así como yo aguanté sus silencios y sus indecisiones. No me siento culpable, estamos a mano en casi todo, salvo que ella es maravillosa y yo soy un wey equis, pero con mucha suerte. La amo y le he dado tanto amor como he recibido de ella. Eso ayuda. Porque las heridas de las mentiras son demasiado cabronas. Demasiado dolorosas. Las mentiras tienen además la nefasta propiedad de no matar. Simplemente no te puedes morir de una mentira. Es un dolor infinito que NO te aniquila.
Entre todo lo que me ha dado Edith, es quizá lo que más le agradezco. Ayudarme a dejar de mentir, a quitarme la puta necesidad de soltar un choro en lugar de decir la verdad. No que ya no diga ninguna mentira. Soy vendedor y medias verdades digo cada dos por tres. Pero intento manejar el mayor número de verdades posibles.
No soy un puritano de la verdad. Creo que hay mentiras necesarias. Hay también mentiras accesorias. Mi mitomanía juvenil respondía a mi necesidad de negar mi realidad, que era nefasta, horrible, cabrona y con un hedor insoportable. Fue en su momento una buena forma de sobrevivir. Pero hubo un lugar en que me mentí a mí mismo y ahí la mentira me dañó como yo dañaba a los demás a quienes mentía. Hay una rola de Silvio Rodríguez que así empieza:
Me he dado cuenta
de que miento
siempre he mentido
siempre he mentido
He dicho tanta
inútil cosa
sin descubrirme
sin dar conmigo
Fue poco a poco que dejé de mentirme y de dañar a Edith. No han cicatrizado todas esas heridas, pero creo que por lo menos ya están bien firmes los puntos con los que las cosimos. Algunas sí que han cicatrizado, creo yo. En la mañana la acompañé al laboratorio a hacerse un par de estudios y nos miramos como novios un buen rato. No tengo porqué preocuparme: falta mucho para que perdamos la magia.
lunes, febrero 09, 2004
Me niego
A ser engullido por el agujero negro de mi trabajo. Me encanta mi trabajo, puedo sin problemas desvelarme preparando presentaciones y propuestas, ideando estrategias de comercialización, pensando en escenarios de soluciones. Pero a mi ritmo. Al ritmo donde no deje de ser humano. Al ritmo donde también puedo leer blogs, leer noticias, pensar en la inmortalidad del cangrejo. Al ritmo de que no me obsesione la riqueza posible, futura o imaginaria.
Mi conexión a internet las últimas dos semanas ha sido lenta, telefónica, lo que me ha restado agilidad para brincar entre varias ventanas de Explorer y enviar y recibir mensajes en Outlook y procesar documentos Word y demás. Por eso empiezo a desesperarme, pero por eso también valoro las herramientas. Es necesario contar con las herramientas necesarias para su trabajo o adaptar el marco mental a las existentes para no caer en frustraciones.
Uno puede adaptarse a cualquier sistema a partir de la autodisciplina. La disciplina impuesta por el exterior no funciona sino que genera un rechazo de igual dimensión. Lo dice igual el Rey del Asteroide en El Principito que Newton en sus leyes. Eso busco siempre, el corazón de la autodisciplina, que la motivación "a hacer" sea genuina, opere desde nuestros resortes primarios. Eso en mi trabajo y en mi familia.
Jimena me sorprendió (sí, de nuevo), el fin de semana, con un rato larguísimo de autocontemplación. Necesito entender qué pasa por su cabeza en esos momentos, ya que de ordinario su actitud es más bien de alta actividad. No física, pero sí mental. No cesa de inventar historias, preguntas, escenarios. Sin embargo el sábado en la tarde, antes de salir a pasear, Edith y yo nos clavamos en la limpieza de la casa y mandamos a la niña a su cuarto a prepararse (cambiarse de ropa, peinarse). La fui a ver dos veces durante hora y media, acostada a medio vestir dándole vueltas al calcetín en el aire con lal mano, como hélice. Las dos veces. La tercera ya me preocupé y sí interrumpí su desvarío. ¿Qué piensas?, Nada papá, ¿nada? no, nada.
Ocio puro, elíxir y néctar. Me encanta que mi hija lo pueda disfrutar. Porque se lo sabe ganar y lo sabe disfrutar.
Mi conexión a internet las últimas dos semanas ha sido lenta, telefónica, lo que me ha restado agilidad para brincar entre varias ventanas de Explorer y enviar y recibir mensajes en Outlook y procesar documentos Word y demás. Por eso empiezo a desesperarme, pero por eso también valoro las herramientas. Es necesario contar con las herramientas necesarias para su trabajo o adaptar el marco mental a las existentes para no caer en frustraciones.
Uno puede adaptarse a cualquier sistema a partir de la autodisciplina. La disciplina impuesta por el exterior no funciona sino que genera un rechazo de igual dimensión. Lo dice igual el Rey del Asteroide en El Principito que Newton en sus leyes. Eso busco siempre, el corazón de la autodisciplina, que la motivación "a hacer" sea genuina, opere desde nuestros resortes primarios. Eso en mi trabajo y en mi familia.
Jimena me sorprendió (sí, de nuevo), el fin de semana, con un rato larguísimo de autocontemplación. Necesito entender qué pasa por su cabeza en esos momentos, ya que de ordinario su actitud es más bien de alta actividad. No física, pero sí mental. No cesa de inventar historias, preguntas, escenarios. Sin embargo el sábado en la tarde, antes de salir a pasear, Edith y yo nos clavamos en la limpieza de la casa y mandamos a la niña a su cuarto a prepararse (cambiarse de ropa, peinarse). La fui a ver dos veces durante hora y media, acostada a medio vestir dándole vueltas al calcetín en el aire con lal mano, como hélice. Las dos veces. La tercera ya me preocupé y sí interrumpí su desvarío. ¿Qué piensas?, Nada papá, ¿nada? no, nada.
Ocio puro, elíxir y néctar. Me encanta que mi hija lo pueda disfrutar. Porque se lo sabe ganar y lo sabe disfrutar.
viernes, febrero 06, 2004
Aviéntame
Hace 7 años me aventé fuera de mi casa materna. Mi cuarto, vergüenza me da confesarlo, era un "aventadero" de proporciones paleontológicas. Duré 15 años viviendo ahí. Llegué niño, salí... crecido, en teoría adulto. Era un desorden descomunal. Papeles (todos importantes) y ropa aventada en los dos metros cuadrados que tenía de área "pisable" por lo que llegar a mi cama requería de un buen brinquito de la puerta directo. Sin mencionar ese oscuro, misterioso, inhóspito por desconocido pero agreste por selvático rincón que era el "abajo de mi cama". Dos libreros sostenían algunos volúmenes, otros más en el buró, otros en la cabecera. Colgados de las ménsulas que sostenían uno de los libreros estaban tres trajes, no recuerdo los colores. La cómoda tenía cinco, quizá seis mudas de ropa interior, y algunas camisas. Un pantalón de mezclilla, un caqui, dos camisas sport y una chamarra era mi guardarropa de fin de semana. Fue lo único que me llevé. Ese pequeño recuento. Libros, revistas, cassettes, papeles, grabadora. Todo dejé tal cual. Un par de juguetes que coronaban uno de mis libreros y que habían acumulado polvo desde tiempos de la Pangea.
Mi hermana Laura es once meses menor que yo, bueno, en realidad, once meses y 20 días. Como sea, hay algunos días del año en que tenemos "los mismos años cumplidos". Laura es educadora. Se refiere a sí misma siempre en masculino y como "el oso". Mi cuarto era el único en la planta baja de casa de mi mamá, ella compartía cuarto con mi hermana menor, Guadalupe. Cuando me fui, intenté (es un decir) acomodar un poco el desorden. Ella me puso la mano en el hombro: "sólo vete ya, déjame el cuarto, yo me encargo".
Laura limpió el cuarto con su proverbial paciencia, con su natural persistencia, con su calma atemporal. Tardó meses, limpiando y pintando paredes, juntando papeles, cassettes, extrayendo de abajo de la cama los más inverosímiles objetos, recuerdos, cosas y demás. Acomodando, almacenando, apilando cajas de vida. Toda mi vida.
Ella ocupa, desde entonces y hasta ahora, ese cuarto. Y de la casa de mi madre es el rincón favorito de Jimena. No sólo porque, como educadora, lo tiene atestado de parafernalia infantil, sino también porque le gusta. Le pega el sol de la tarde. Laura se ha encargado no sólo del cuarto, sino de la casa. De mi madre y de que la casa no se les caiga encima. Yo sostuve esa carga un tiempo, sé lo que es y no me gusta recordarlo. Laura ha podido con la salida/escape de Patricia, pocos meses después de la mía. Guadalupe parece que pronto seguirá nuestros pasos. Laura quisiera hacerlo también, pero también vive en simbiosis con esa casa. Su salud va en proporción directa a los arreglos y desperfectos que sufre.
Pero Laura es feliz. Sabe que el tiempo no existe. Mejor que nadie que yo conozca. Gracias Oso por ser mi hermana.
Mi hermana Laura es once meses menor que yo, bueno, en realidad, once meses y 20 días. Como sea, hay algunos días del año en que tenemos "los mismos años cumplidos". Laura es educadora. Se refiere a sí misma siempre en masculino y como "el oso". Mi cuarto era el único en la planta baja de casa de mi mamá, ella compartía cuarto con mi hermana menor, Guadalupe. Cuando me fui, intenté (es un decir) acomodar un poco el desorden. Ella me puso la mano en el hombro: "sólo vete ya, déjame el cuarto, yo me encargo".
Laura limpió el cuarto con su proverbial paciencia, con su natural persistencia, con su calma atemporal. Tardó meses, limpiando y pintando paredes, juntando papeles, cassettes, extrayendo de abajo de la cama los más inverosímiles objetos, recuerdos, cosas y demás. Acomodando, almacenando, apilando cajas de vida. Toda mi vida.
Ella ocupa, desde entonces y hasta ahora, ese cuarto. Y de la casa de mi madre es el rincón favorito de Jimena. No sólo porque, como educadora, lo tiene atestado de parafernalia infantil, sino también porque le gusta. Le pega el sol de la tarde. Laura se ha encargado no sólo del cuarto, sino de la casa. De mi madre y de que la casa no se les caiga encima. Yo sostuve esa carga un tiempo, sé lo que es y no me gusta recordarlo. Laura ha podido con la salida/escape de Patricia, pocos meses después de la mía. Guadalupe parece que pronto seguirá nuestros pasos. Laura quisiera hacerlo también, pero también vive en simbiosis con esa casa. Su salud va en proporción directa a los arreglos y desperfectos que sufre.
Pero Laura es feliz. Sabe que el tiempo no existe. Mejor que nadie que yo conozca. Gracias Oso por ser mi hermana.
El valor de una declaración
Fijar nuestra posición, la de cualquiera, ante un tópico, me ha parecido siempre pretencioso. La palabra en inglés es "statement" y en español, mal traducida según yo, sería "declaración". No, mentira, no siempre me lo ha parecido, mucho tiempo ejercí esa pretensión intensamente, con denuedo. Pero de un tiempo a esta fecha suelo disfrazar mis "statements" de "opiniones". Forma es fondo y creo que sí hay diferencia entre ambas, pero si me pongo estricto conmigo mismo puedo, de alguna forma, saber que no hay diferencia.
Digo esto porque el post de Daniel Salinas sobre U2 me sacó un par de ronchas. Y no en mal sentido, puesto que en gustos no hay nada escrito y con una lectura atenta de su blog ese "antigusto" (no es disgusto, él mismo lo establece) es más que evidente. U2 es una banda muy fresa para alguien que sea metalero de corazón y mente. Típica para ingenieros, para gente que no entendemos la vida sin asociar ciertas fórmulas matemáticas. Salinas es un tipo de letras, lo repite cada post que puede. La fórmula, la receta "U2" es evidentemente circular. Un bajo que comparte y roba la función de la batería de mantener el ritmo. Un batería que, siguiendo al bajo, pierde potencia y solamente mantiene el tono, llena espacios, huecos. La guitarra de The Edge como necesario contrapunto (y más efectivo de lo que muchos pueden aceptar) a la estridencia, megalomanía, obsesión, de Bono por centrar en él las miradas, tanto con sus letras como con su interpretación.
Pero la roncha sale de no entender la necesidad de "pronunciarse" sobre algo que produce indiferencia. ¿La intención es afirmar lo "diferente" que es uno respecto a los que lo agrupan en cierto "target"?, ¿Es señalar desacuerdo del fanatismo de los otros?
Me enfoco en el caso Salinas por ser un tipo hecho y derecho, que evidentemente no tiene pedos existenciales y por lo tanto no tiene necesidades de reafirmación, aceptación, o las inversas. Julio Sueco opinó que podemos saber apenas nada de la gente por lo que escribe, logovo coincidió con esa opinión pero dejó abierta la puerta a que se puede conocer un poco más que nada, Manuel dijo en su entrevista que nadie debe poner demasiado de sí en su blog, sino, como lo ha hecho él, construir personajes ("que interpreten facetas de uno", agregaría yo). Chihiro dice que no le gusta ningún tipo de elogio (opiniones al fin y al cabo). Yo mismo, en un arrebato lírico, le dije a Judith por messenger algo así como "¿qué somos Judith, sino pose, qué somos?". Todos dignos representantes del nihilismo del siglo XXI.
Pero me desdigo. A través de una lectura tan íntima como la que es un blog (así sea un blog temático o de personaje) se pueden distinguir muchísima cosas de las personas que los escribien y más, como es el caso, si la lectura se hace a través del tiempo. Yorsh me dijo, con gran sabiduría, que la gente no cambia, sino que con el tiempo se convierte más en lo que es. Una lectura de un año o más en la vida de alguien deja ver mucho de lo que esa persona es durante ese tiempo. Las obsesiones íntimas trascienden los personajes. Quizá no en el caso de obras escritas y publicadas (es decir, que han pasado por la mutiladora mano del editor), pero cuando se publica un blog, con la carga de "no edición" que tienen los posts por ser hechos de inmediato y "como va", la personalidad a veces se transluce y a veces es completamente abrumadora, llena cada párrafo.
En mi caso, lo que se deja ver es mi obsesión por las formas, la manera firme y tersa de decir que lo que yo opino tiene que ser la verdad universal no porque yo construya el argumento sino porque yo lo esgrimo. También me obsesiona desmenuzar las formas de todos, de todos los demás. Cuando algo es amorfo o escapa de mi capacidad desmenuzadora (el blog de Agustín Fest, por ejemplo) solamente lo leo y lo leo para, con el tiempo, buscar la rendija, la hebra de la cual jalar.
No, nuestras declaraciones no tienen ningún valor, sea que su forma sea una autoritaria descalificación hiperdestructiva o un lobo con piel de "oveja opinadora". Pero son nuestras y por eso las publicamos en nuestros blogs. Solamente por eso.
Digo esto porque el post de Daniel Salinas sobre U2 me sacó un par de ronchas. Y no en mal sentido, puesto que en gustos no hay nada escrito y con una lectura atenta de su blog ese "antigusto" (no es disgusto, él mismo lo establece) es más que evidente. U2 es una banda muy fresa para alguien que sea metalero de corazón y mente. Típica para ingenieros, para gente que no entendemos la vida sin asociar ciertas fórmulas matemáticas. Salinas es un tipo de letras, lo repite cada post que puede. La fórmula, la receta "U2" es evidentemente circular. Un bajo que comparte y roba la función de la batería de mantener el ritmo. Un batería que, siguiendo al bajo, pierde potencia y solamente mantiene el tono, llena espacios, huecos. La guitarra de The Edge como necesario contrapunto (y más efectivo de lo que muchos pueden aceptar) a la estridencia, megalomanía, obsesión, de Bono por centrar en él las miradas, tanto con sus letras como con su interpretación.
Pero la roncha sale de no entender la necesidad de "pronunciarse" sobre algo que produce indiferencia. ¿La intención es afirmar lo "diferente" que es uno respecto a los que lo agrupan en cierto "target"?, ¿Es señalar desacuerdo del fanatismo de los otros?
Me enfoco en el caso Salinas por ser un tipo hecho y derecho, que evidentemente no tiene pedos existenciales y por lo tanto no tiene necesidades de reafirmación, aceptación, o las inversas. Julio Sueco opinó que podemos saber apenas nada de la gente por lo que escribe, logovo coincidió con esa opinión pero dejó abierta la puerta a que se puede conocer un poco más que nada, Manuel dijo en su entrevista que nadie debe poner demasiado de sí en su blog, sino, como lo ha hecho él, construir personajes ("que interpreten facetas de uno", agregaría yo). Chihiro dice que no le gusta ningún tipo de elogio (opiniones al fin y al cabo). Yo mismo, en un arrebato lírico, le dije a Judith por messenger algo así como "¿qué somos Judith, sino pose, qué somos?". Todos dignos representantes del nihilismo del siglo XXI.
Pero me desdigo. A través de una lectura tan íntima como la que es un blog (así sea un blog temático o de personaje) se pueden distinguir muchísima cosas de las personas que los escribien y más, como es el caso, si la lectura se hace a través del tiempo. Yorsh me dijo, con gran sabiduría, que la gente no cambia, sino que con el tiempo se convierte más en lo que es. Una lectura de un año o más en la vida de alguien deja ver mucho de lo que esa persona es durante ese tiempo. Las obsesiones íntimas trascienden los personajes. Quizá no en el caso de obras escritas y publicadas (es decir, que han pasado por la mutiladora mano del editor), pero cuando se publica un blog, con la carga de "no edición" que tienen los posts por ser hechos de inmediato y "como va", la personalidad a veces se transluce y a veces es completamente abrumadora, llena cada párrafo.
En mi caso, lo que se deja ver es mi obsesión por las formas, la manera firme y tersa de decir que lo que yo opino tiene que ser la verdad universal no porque yo construya el argumento sino porque yo lo esgrimo. También me obsesiona desmenuzar las formas de todos, de todos los demás. Cuando algo es amorfo o escapa de mi capacidad desmenuzadora (el blog de Agustín Fest, por ejemplo) solamente lo leo y lo leo para, con el tiempo, buscar la rendija, la hebra de la cual jalar.
No, nuestras declaraciones no tienen ningún valor, sea que su forma sea una autoritaria descalificación hiperdestructiva o un lobo con piel de "oveja opinadora". Pero son nuestras y por eso las publicamos en nuestros blogs. Solamente por eso.
jueves, febrero 05, 2004
Nada que postear
O mucho, pero no tengo ni tiempo ni gana, quiero solo irme a mi casa y estar con Jimena. Mi hija de día festivo y el papá trabajando. No es ni tragedia ni nada por el estilo, pero... podría ser más cómodo. Me debo el post del nicogate ahora que todo está empezando a olvidarse y una actualización sustancial de Jime y sus recientes descubrimientos, pero por ahora, mejor ya me voy a mi casa. Tiren la flojera a gusto en este puente los mexicanos, ok?
miércoles, febrero 04, 2004
Crónicas terrestres
Salvo las misiones del Viking en el 77 y la extraña forma de sus lunas Phobos y Deimos, Marte nunca llamó mucho mi atención como aficionado a la Astronomía y la Astrofísica. De hecho el Sistema Solar nunca fue mi hit. Siempre soñé en quásars, galaxias de Seyfert, Big Bang. Me gustaba más la exploración astronómica en diferentes secciones del espectro electromagnético lejos en tiempo y espacio que el reconocimiento del vecindario.
Pero uno se hace viejo (nunca sabio) y con tal de recordar sus pasiones y viejas aficiones, cualquier asidero es bueno. Además está el factor "herencia", o el hecho de que la transmisión del gusto por la Astronomía a Jimena puede darse fácilmente con temas que están de moda. Y por supuesto, la exploración del Sistema Solar es algo relativamente fácil de vender.
Carl Sagan decía en su memorable serie/libro “Cosmos” que "los marcianos seremos nosotros". Yo la verdad creo que no hay forma de evitarlo, a menos claro que la Humanidad se destruya a sí misma antes de poder emprender la colonización marciana. Desde la ya mencionada misión de los Viking se sabe que la exploración de otros planetas es harto difícil. Los magros experimentos químicos y bioquímicos realizados por esas, ahora primitivas sondas, revelaron la presencia de “agentes” desconocidos o imprevisibles en la Tierra. El mismo Sagan decía que de encontrarse “vida” aún en forma de bacterias o microbios, debería respetarse el planeta y no “invadirlo”. Pero si no existía vida, no había razón alguna para no “terraformar” Marte y colonizarlo. Se le ocurrió una idea bastante salvaje, que era aporrear el planeta con bombas de hidrógeno que liberarían el oxígeno ahora combinado con la tierra (de ahí el color rojo óxido) y crearían una atmósfera parcialmente “respirable”. Las implicaciones éticas y filosóficas de esto son de trascendencia meramente ocupacional. Estamos en ruta de exploración y unas bacterias o microbios, a menos que sean demasiado complejos, no nos detendrán (hablo como especie).
Los beneficios del desarrollo científico siempre han causado escozor en los “humanistas”. La búsqueda de la verdad, ese ente tan elusivo a las palabras, puede y encuentra su esencia en los números. No hay, en Matemáticas, el equivalente a los sofismas, o a la dialéctica, lo único medianamente similar son las demostraciones “por reducción al absurdo” que sirven para negarlo. Sí hay, acaso, Gramática, Prosodia y Ortografía. Incluso, aunque parezca raro, hay “Estilo”. Esta conjunción y sus paralelos suelen ser muy difícil de entender, para los humanistas y muy poco significativas para los científicos. Oppenheimer, el creador de la bomba atómica, ha sido quizá el más avanzado de los científicos humanistas de la Historia. Vivió, es cierto, atormentado por el tamaño de su logro. Pero nunca pasó del drama personal. Nunca cuestionó a la ciencia per se sino a sí mismo. Es el único lugar donde cabe la discusión. En las decisiones del individuo. El motivo que impulsa el desarrollo científico es imposible de erradicar: La búsqueda de la Verdad.
Pero uno se hace viejo (nunca sabio) y con tal de recordar sus pasiones y viejas aficiones, cualquier asidero es bueno. Además está el factor "herencia", o el hecho de que la transmisión del gusto por la Astronomía a Jimena puede darse fácilmente con temas que están de moda. Y por supuesto, la exploración del Sistema Solar es algo relativamente fácil de vender.
Carl Sagan decía en su memorable serie/libro “Cosmos” que "los marcianos seremos nosotros". Yo la verdad creo que no hay forma de evitarlo, a menos claro que la Humanidad se destruya a sí misma antes de poder emprender la colonización marciana. Desde la ya mencionada misión de los Viking se sabe que la exploración de otros planetas es harto difícil. Los magros experimentos químicos y bioquímicos realizados por esas, ahora primitivas sondas, revelaron la presencia de “agentes” desconocidos o imprevisibles en la Tierra. El mismo Sagan decía que de encontrarse “vida” aún en forma de bacterias o microbios, debería respetarse el planeta y no “invadirlo”. Pero si no existía vida, no había razón alguna para no “terraformar” Marte y colonizarlo. Se le ocurrió una idea bastante salvaje, que era aporrear el planeta con bombas de hidrógeno que liberarían el oxígeno ahora combinado con la tierra (de ahí el color rojo óxido) y crearían una atmósfera parcialmente “respirable”. Las implicaciones éticas y filosóficas de esto son de trascendencia meramente ocupacional. Estamos en ruta de exploración y unas bacterias o microbios, a menos que sean demasiado complejos, no nos detendrán (hablo como especie).
Los beneficios del desarrollo científico siempre han causado escozor en los “humanistas”. La búsqueda de la verdad, ese ente tan elusivo a las palabras, puede y encuentra su esencia en los números. No hay, en Matemáticas, el equivalente a los sofismas, o a la dialéctica, lo único medianamente similar son las demostraciones “por reducción al absurdo” que sirven para negarlo. Sí hay, acaso, Gramática, Prosodia y Ortografía. Incluso, aunque parezca raro, hay “Estilo”. Esta conjunción y sus paralelos suelen ser muy difícil de entender, para los humanistas y muy poco significativas para los científicos. Oppenheimer, el creador de la bomba atómica, ha sido quizá el más avanzado de los científicos humanistas de la Historia. Vivió, es cierto, atormentado por el tamaño de su logro. Pero nunca pasó del drama personal. Nunca cuestionó a la ciencia per se sino a sí mismo. Es el único lugar donde cabe la discusión. En las decisiones del individuo. El motivo que impulsa el desarrollo científico es imposible de erradicar: La búsqueda de la Verdad.
martes, febrero 03, 2004
Mi nuevo look misógino
Gracias al intercambio que tuve con Julio Sueco sobre Martha Sahagún, o quién sabe porqué, pero resulté misógino. En el tag del referido una de sus lectoras, apenas hoy o ayer, le dijo que me explicara con manzanitas lo que es la mujer, dando a entender eso, o entendiendo eso (yo eso haría si leyera solamente el nefasto post de Julio). Obvio, eso ya no me gustó. Una cosa es que se discuta sobre política y otra cosa es sobre opiniones de sexismo y de derecho de opinar. Si se discute de política, hay que entrarle con razones (en la medida de lo posible, concedo que en política no abundan). En mi post inicial sobre Martha expliqué que la reciente campaña de los medios a su favor (no sé de dónde saca Julio Sueco que se le ataca, se nota que no ve televisión) me parecía patética y nefasta y quise únicamente vertir mi "sentir" a tal respecto. Eso al parecer no ha quedado claro. O Julio no sabe leer o no lo quiere reconocer. Yo no hablé de las mujeres y su acceso el poder. Yo escribí en específico sobre Martha Sahagún, lo volví a hacer de forma un poco más ordenada. No, no hubo reconocimiento a dichas ideas, cero debate. Al contrario, lo que era un debate sobre Martha Sahagún, Julio lo transformó mágicamente en un debate sobre mi misoginia y mi espíritu alienatorio sobre los mexicanos que viven fuera.
Julio está a salvo y lejos del problema, por más que lo niegue. Qué bueno por él. Puede, por supuesto, opinar, tiene todo el derecho de hacerlo. Es bueno que lo haga y que no olvide su país ni sus enormes problemas. Dice que es un infojunkie y que está "al tanto de todo". Mucha vanidad Julio, demasiado orgullo en tus palabras, cero argumentos.
Compara a Martha Sahagún siendo víctima de la prensa (Julio, ¿no ves TV Azteca?, ¿sabes qué impacto comparativo tiene lo que se diga en Milenio o La Jornada contra 15 minutos eh Hechos?) con la campaña orquestada contra Carlos Salinas. Es un sinsentido dicha comparación, en 1995 los medios estaban férreamente controlados por el Gobierno y publicaban al antojo del Presidente. ¿Conoces la teoría de los círculos rojo y verde Julio?, ¿La teoría de Felipe González sobre la opinión pública y la opinión publicada? Dice que todo es porque la pobrecita de la Dulce Poli es mujer. Como si no se supiera que el público mexicano tiene una aorta telenovelera insufrible.
Mas a mí no me importa eso mucho de la politica porque mi postura que causó desagravio en WOMS fue porque me atreví a sugerir que no importa quién sea Martha ella es mujer y por ende sería interesante ver a una mujer en el mando de la nación
Aquí se descara el tipo, dice que la política no le importa (no que sí le importa y que es un infojunkie?) y dice que lo que me ofendió fue que Martha, por ser mujer, ya tiene puntos a favor. No señor, a mí no me ofende que sea mujer. Claro que me gustaría ver a una mujer a cargo de la nación. No a Martha, no a Martha por favor. Me acusa de sexista sin haber leído mis cuatro meses de posts que vivo y muero para mis niñas, no sólo mi esposa y mi hija, sino mi madre y mis hermanas. No señor, eso no lo puedo permitir. Perdió el debate sobre política y además, para zafarse de él (Mi defensa no es pues tanto defender las acciones de Martha como politica si no como mujer) se envuelve en la bandera del feminismo y cual falso Niño Héroe se arroja desde el Castillo de Estocolmo.
Sí, estoy muy molesto. Desde ayer en la mañana leí el post de Julio del sábado. No pensaba responder, no creí que fuera necesario, creí que las posiciones estaban suficientemente definidas para el lector atento. No contaba con los lectores casuales o veloces. No contaba con los sentimientos que surgen del supuesto y manipulado agravio.
Julio está a salvo y lejos del problema, por más que lo niegue. Qué bueno por él. Puede, por supuesto, opinar, tiene todo el derecho de hacerlo. Es bueno que lo haga y que no olvide su país ni sus enormes problemas. Dice que es un infojunkie y que está "al tanto de todo". Mucha vanidad Julio, demasiado orgullo en tus palabras, cero argumentos.
Compara a Martha Sahagún siendo víctima de la prensa (Julio, ¿no ves TV Azteca?, ¿sabes qué impacto comparativo tiene lo que se diga en Milenio o La Jornada contra 15 minutos eh Hechos?) con la campaña orquestada contra Carlos Salinas. Es un sinsentido dicha comparación, en 1995 los medios estaban férreamente controlados por el Gobierno y publicaban al antojo del Presidente. ¿Conoces la teoría de los círculos rojo y verde Julio?, ¿La teoría de Felipe González sobre la opinión pública y la opinión publicada? Dice que todo es porque la pobrecita de la Dulce Poli es mujer. Como si no se supiera que el público mexicano tiene una aorta telenovelera insufrible.
Mas a mí no me importa eso mucho de la politica porque mi postura que causó desagravio en WOMS fue porque me atreví a sugerir que no importa quién sea Martha ella es mujer y por ende sería interesante ver a una mujer en el mando de la nación
Aquí se descara el tipo, dice que la política no le importa (no que sí le importa y que es un infojunkie?) y dice que lo que me ofendió fue que Martha, por ser mujer, ya tiene puntos a favor. No señor, a mí no me ofende que sea mujer. Claro que me gustaría ver a una mujer a cargo de la nación. No a Martha, no a Martha por favor. Me acusa de sexista sin haber leído mis cuatro meses de posts que vivo y muero para mis niñas, no sólo mi esposa y mi hija, sino mi madre y mis hermanas. No señor, eso no lo puedo permitir. Perdió el debate sobre política y además, para zafarse de él (Mi defensa no es pues tanto defender las acciones de Martha como politica si no como mujer) se envuelve en la bandera del feminismo y cual falso Niño Héroe se arroja desde el Castillo de Estocolmo.
Sí, estoy muy molesto. Desde ayer en la mañana leí el post de Julio del sábado. No pensaba responder, no creí que fuera necesario, creí que las posiciones estaban suficientemente definidas para el lector atento. No contaba con los lectores casuales o veloces. No contaba con los sentimientos que surgen del supuesto y manipulado agravio.
lunes, febrero 02, 2004
Todo tiempo pasado fue anterior
En medio de una tremenda pachorra dominical me acomodé a media tarde para ver el Súper Tazón XXXVIII. No ví ni siquiera 5 minutos de ese deporte la pasada campaña. Nada. No sabía, hasta ayer, que los Patriotas de Nueva Inglaterra llegaban al Súper Domingo con 14 partidos ganados de forma consecutiva. Ni que las Panteras eran el equipo Cenicienta. Había oído hablar de Payton Manning como el mejor QB de la Liga, y quizá escuchado de Tom Brady, un poco. De Jake Delhomme en mi vida. Me duele un poquito estar desconectado de la NFL y por ello me quise congraciar y recordar mis tiempos de fan. La NFL ofrece el espectáculo más estadístico del mundo. No hay deporte que se compare con las estadísticas generadas por la NFL. El béisbol, quizá. Pero no, no creo que tanto. Y yo siempre he sido fanático de los números.
De niño fui el típico fan de los Cowboys. Mi padre me heredó esa afición, que tuve que cambiar rápidamente cuando, al crear un poco de conciencia, me dí cuenta del paralelo de los Vaqueros con los equipos que detestaba en los demás deportes, el América, los Yanquis. Equipos hechos a punta de chequera y no tanto de pasión. Aunque Stoubach fue un gran QB, su sucesor, Danny White, fue muy mediocre. En fin que los Vaqueros se me hacían muy fresas. Sus enemigos típicos, los Acereros y los Redskins tampoco me gustaban (recuerdo que Fernando Von Rossum, el cronista más conocedor de México, les decía "los puercos"). Me apodaron Plunkett en la secundaria porque mi nariz de adolescente era similar a la del famoso y alocado QB de los Raiders, que eran de Oakland cuando fueron campeones en el 80 y se mudaron a LA poco después; ése era un equipazo. Pero lo más importante de esos tiempos, principios de los 80's, fue el surgimiento de una gran leyenda, el mejor de todos los tiempos: Joe Montana.
Era 1981 y por primera vez en mucho tiempo se daba en el Super Bowl un encuentro entre dos novatos de dicho partido. Los Bengalíes de Cincinnati y los 49'ers de SF. Los momios, si no mal recuerdo, estaban parejos, de poco sería la diferencia. Pero para qué están hechos los pronósticos si no es para NO acertar. Los 49'ers le dieron un repaso a los Bengalíes y se coronaron en su primera aparición en el famoso partido.
Ahí surgió la dinastía de los Craig, Clarck, Rice y demás corte que rondaba al Maestro y que ganarían cinco anillos de Super Tazón, cuatro dirigidos por él. Montana era uno de los tres más grandes espectáculos sobre la tierra. En esa década surgirían también Maradona y Jordan. Montana daba espectáculo, era preciso, manejaba los partidos, daba emoción pero también arrasaba en ciertos momentos. También estaban los duelos Borg-McEnroe. Los duelos Prost-Senna. Becker-McEnroe. Lendl-Becker. En fin, tuve muchos héroes deportivos en mi niñez y adolescencia.
Where have all the cowboys gone?
NPI, pero ayer, hasta la mitad del segundo cuarto, el "espectáculo más grande sobre la tierra" era de flojera infinita. Entre los dos equipos llevaban, creo, dos primeros y diez. Estando en su propia yarada cuarenta y algo, en cuarta oportunidad y una por avanzar, los Patriotas eligieron despejar. En mis tiempos Plunkett hubiera lanzado una bomba directo a las diagonales. Qué falta de tanates digo yo!!!. El MVP, el tal Brady, les tiraba todos los pases dos pasos atrás a sus receptores. Nomás porque los profundos de las Panteras no atrapaban ni una pelota de basquetbol, que si no. Y además, tampoco presionaban al tipo, tres modestos "liners" medio hacían la finta para que el tipo no se moviera mucho. En fin.
Ok, la segunda mitad, creo por lo que he leído, se puso más o menos buena. FG de último minuto y listo, a casa con trofeo Lombardi a cuestas. Nueva Inglaterra es quizá mi estado favorito de USA (aunque California norte me gusta bastante) y quizá debería tener cierto apego al equipo, como si lo tengo por SanFrancis, pero no, nomás no. No me despertó nada de afición este equipo.
Y por lo tanto creo que me estoy volviendo muy mamón. O hay otras cosas que me divierten más. Jimena logró convencerme antes del medio tiempo de que dejáramos de ver el partido famoso y jugáramos "Mexica", un juego de mesa de Ravensburger que recién compramos y que en verdad está divertido. En fin que fue una tarde-noche divertida con la familia, y mala en TV. Además, perdieron las Chivas...
De niño fui el típico fan de los Cowboys. Mi padre me heredó esa afición, que tuve que cambiar rápidamente cuando, al crear un poco de conciencia, me dí cuenta del paralelo de los Vaqueros con los equipos que detestaba en los demás deportes, el América, los Yanquis. Equipos hechos a punta de chequera y no tanto de pasión. Aunque Stoubach fue un gran QB, su sucesor, Danny White, fue muy mediocre. En fin que los Vaqueros se me hacían muy fresas. Sus enemigos típicos, los Acereros y los Redskins tampoco me gustaban (recuerdo que Fernando Von Rossum, el cronista más conocedor de México, les decía "los puercos"). Me apodaron Plunkett en la secundaria porque mi nariz de adolescente era similar a la del famoso y alocado QB de los Raiders, que eran de Oakland cuando fueron campeones en el 80 y se mudaron a LA poco después; ése era un equipazo. Pero lo más importante de esos tiempos, principios de los 80's, fue el surgimiento de una gran leyenda, el mejor de todos los tiempos: Joe Montana.
Era 1981 y por primera vez en mucho tiempo se daba en el Super Bowl un encuentro entre dos novatos de dicho partido. Los Bengalíes de Cincinnati y los 49'ers de SF. Los momios, si no mal recuerdo, estaban parejos, de poco sería la diferencia. Pero para qué están hechos los pronósticos si no es para NO acertar. Los 49'ers le dieron un repaso a los Bengalíes y se coronaron en su primera aparición en el famoso partido.
Ahí surgió la dinastía de los Craig, Clarck, Rice y demás corte que rondaba al Maestro y que ganarían cinco anillos de Super Tazón, cuatro dirigidos por él. Montana era uno de los tres más grandes espectáculos sobre la tierra. En esa década surgirían también Maradona y Jordan. Montana daba espectáculo, era preciso, manejaba los partidos, daba emoción pero también arrasaba en ciertos momentos. También estaban los duelos Borg-McEnroe. Los duelos Prost-Senna. Becker-McEnroe. Lendl-Becker. En fin, tuve muchos héroes deportivos en mi niñez y adolescencia.
Where have all the cowboys gone?
NPI, pero ayer, hasta la mitad del segundo cuarto, el "espectáculo más grande sobre la tierra" era de flojera infinita. Entre los dos equipos llevaban, creo, dos primeros y diez. Estando en su propia yarada cuarenta y algo, en cuarta oportunidad y una por avanzar, los Patriotas eligieron despejar. En mis tiempos Plunkett hubiera lanzado una bomba directo a las diagonales. Qué falta de tanates digo yo!!!. El MVP, el tal Brady, les tiraba todos los pases dos pasos atrás a sus receptores. Nomás porque los profundos de las Panteras no atrapaban ni una pelota de basquetbol, que si no. Y además, tampoco presionaban al tipo, tres modestos "liners" medio hacían la finta para que el tipo no se moviera mucho. En fin.
Ok, la segunda mitad, creo por lo que he leído, se puso más o menos buena. FG de último minuto y listo, a casa con trofeo Lombardi a cuestas. Nueva Inglaterra es quizá mi estado favorito de USA (aunque California norte me gusta bastante) y quizá debería tener cierto apego al equipo, como si lo tengo por SanFrancis, pero no, nomás no. No me despertó nada de afición este equipo.
Y por lo tanto creo que me estoy volviendo muy mamón. O hay otras cosas que me divierten más. Jimena logró convencerme antes del medio tiempo de que dejáramos de ver el partido famoso y jugáramos "Mexica", un juego de mesa de Ravensburger que recién compramos y que en verdad está divertido. En fin que fue una tarde-noche divertida con la familia, y mala en TV. Además, perdieron las Chivas...
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