miércoles, enero 07, 2004

Los eventos sí ocurren

Después de 4 años de quererse comer the whole enchilada, Fox se ha dado cuenta de que no se puede. Creo que lo que ha ocurrido últimamente en cuanto a seguridad en los aeropuertos en México es un trade off por la iniciativa de migración que Bush acaba de lanzar. Todo es negociación y esto no ha sido gratuito. Fox puede ser (o parecer) muy tonto, pero sabe que el tema de la "soberanía" es, políticamente, muy espinoso, y no creo que hubiera comprado ese boleto tan fácil sin tener nada a cambio.

Creo que la propuesta en cuestión tiene varias caras, pero como nunca se puede quedar bien con todos, todos le veremos defectos. Por ello me quedo con lo esencial: Es posible, y cada vez más (desesperantemente lento, sí) que nuestros migrantes reciban un trato digno a ambos lados de la frontera. Sí, eso puede llegar a ocurrir. Si alguien tan obstinado como Bush hizo esta iniciativa, estoy seguro que la cosa, peor, no va a estar.

El problema es tan grande y la necesidad tanta (de trabajo y de trabajadores) que la realidad se abre paso. La lógica y el sentido común no fueron suficientes. Las trabas y los intereses económicos tampoco fueron suficientes, o pesaron menos.

El ex-novio de mi hermana Patricia, Julio, estudió Derecho en la UVM. No se recibió pero terminó de cursar todas sus materias. Nunca trabajó de abogángster. Le falta la vena asesina. Y como el Derecho es el arte de los madrazos a palabras, no tuvo muchas oportunidades. Se fue a Los Angeles con su hermano hace tres años. Lavaba coches en una concesionaria de BMW. Y le alcanzaba para su six de Bud y sus dos pounds de carne diarias. No necesitaba, quería, aspiraba o deseaba nada más. Regresó a visitar a mi hermana y a su familia en la navidad de 2002. Tenía visa de turista y muy campante, se regresó en avión a LA en enero de 2003. Lo rebotaron con todos los honores. Se quedó 10 meses acá, trabajando de mensajero y no le alcanzaba ni para la sopa maruchan. Es un tipazo, muy easy-going, sin complicaciones ni pedos en la cabeza, que quiere mucho a Jimena (y Jimena a él). No es ambicioso y por eso mi hermana lo botó (ella dice que no fue por eso, pero la verdad, sí es mucho por eso). Se fue hace dos meses y ya amenazó que no regresará. Quizá en algún momento se vuelva ambicioso. Quizá nunca. Pero si trabaja sus respectivas ocho horas, puede tener lo básico para vivir.

Mi primo Daniel tiene la misma edad que Julio, 29 años. Estudió solo hasta secundaria, creo. Aquí le hizo a todo, desde albañilería hasta bodeguero. Es un tipo con suerte, pero este país también es a prueba de nosotros, los tipos con suerte. Allá trabaja como cocinero en un restaurante en Houston. Llegó hace dos años y empezó como lavaplatos. Pone más de 100 steaks a la parrilla al día y trabaja en promedio 20 horas extras a la semana. Aquí en México viven sus dos hijos y su esposa. Pagó ya más de cien mil pesos que tenía en deudas. Ahorrará un año más para regresarse con sus hijos y su esposa, comprarse una casita GEO y tener lo básico para vivir.

Es necesario que construyamos un pais que remunere un mínimo digno al trabajo. Los colegas de la blogósfera española se quejan de su situación política, pero ahí ya consiguieron eso. Los de la blogósfera argentina de su situación económica, ahí consiguieron lo mismo pero no supieron conservarlo. Nosotros en México no lo hemos ni intentado, y al parecer tampoco queremos intentarlo. Acá lo importante es la soberanía, la lucha indígena, el sacarle la lengua a los gringos, que el Gobierno nos ayude, que el compadre nos "eche una mano" con nuestro trámite. Yo sólo pido eso: remuneración adecuada al trabajo y comercio justo. Igualdad de oportunidades.

Acaba de aparecer un colibrí en la puerta de mi oficina. Parece ser que se vale soñar.