martes, enero 20, 2004

La Primera Dama y mi pesimismo

Desde 1999 los foxistas la veíamos como el principal peligro. José Luis "El Bigotón" González, amigo cercanísimo de Vicente, fue su primer víctima y justo en la antesala de 2 de julio de 200, abandonó la nave:"No puedo competir con ocho horas de sábanas" dicen que dijo.

Ahora esta cínica ya declara abiertamente "que no se descarta" para postularse por el PAN como candidata en 2006. Esto ya no es surrealismo sino verdadera estulticia. Definitivamente nos está cargando el payaso. Y lo más grave de todo es que la derecha no tiene ningún arma política ni personalidad que se le oponga. Los mecanismos de sucesión política en México están intactos: Los suspirantes son los que cohabitan el Poder Ejecutivo, contrario a EUA donde los gobernantes vienen, casi siempre, de gubernaturas de estados (caso Kirchner en Argentina también) y en España, Zapatero aspira a re-editar la "larga marcha" de Aznar contra Felipe desde la silla del PSOE. Aquí los priístas (que también existen) dicen que no se vale que Roberto Madrazo sea "juez y parte". Pues nomás que volteen a España.

Pero volviendo a Martha Sahagún, creo que es terrorífico su plan y más terrorífico aún que pueda, como hasta ahora lo ha hecho, llevarlo a cabo. Pegársele a Fox, de forma más cercana imposible, y aprovechar esa cercanía para bañarse de poder. "Regodiarlo" para que cometa una serie de errores garrafales de los que ella lleva perfecta cuenta y nota. Hacer un desmadre de un proyecto que era legítimo y coherente y tomar ventaja, a río revuelto ganancia de pescadores. Lo que me parece más absurdo de todo es la megalomanía que se le sale por los poros y que nadie sea capaz de "ponerle un alto". Que todos le teman. Que nadie se oponga a las decisiones que toma "en lugar de", "en representación de" o "sugiriendo a".

Parece que sólo El Peje la podrá detener. Pero eso es vana y mala esperanza. Claro que prefiero un taimado y ladino político "superpoderoso" que a esta señora hipócrita y malsana, enferma de poder. Pero eso no quita que el peje, taimado y ladino, sea en sí mismo una mala opción. Muchas analistas mexicanas "la vieron venir" desde hace 5 años, pero parece que esas voces no encuentran eco. La ceguera y la sordera allá en la cima del poder parece no tener límites. De hecho, seguro que no tiene. Si algo, un poco, un poquísimo, escucharan o vieran no estaríamos como estamos.

No me gusta argumentar poco o nada. Pero esto ahora me sale de las tripas. Ya con el tiempo y "los pies fríos" echaré a rodar la piedrita de la razón y de porqué creo que esto se pasa de tueste. Sólo con razones, según yo, se vale opinar.