Tengo un nuevo prospecto que está arrancando operaciones en marzo y quieren tener un Centro de Atención Telefónica instalado en menos de un mes. Con todas las funciones habilitadas, Web, Chat, teléfono. Nos llamó el lunes pasado y hoy, jueves, ya estamos pensando en darle los mayores descuentos posibles. Todos en la oficina, no solamente yo. Resulta ser que es un negocio financiero que está arrancando de cero. Resulta ser que es propiedad de una de las familias más ricas de México. Resulta ser que quiere únicamente 5 seats (itálicas cortesía de Cucamonga) cuando el paquete más pequeño que vendemos es de 12. Resulta ser que quiere tener Voz por IP en lugar de telefonía común, a precio de telefonía común. Resulta ser que su presupuesto es de menos de la mitad de lo que cuesta normalmente nuestro producto. Resulta ser que sus oficinas son rentadas en uno de los 5 mejores edificos del DF. Resulta ser va a comprar poco y muy barato nomás por ser quien es. Sí, hay perspectivas de mucho crecimiento y hay que posicionarse bien en la cuenta desde el principio. Pero yo sé que cada "crecimiento" me tratarán de arrancar el brazo en búsqueda de descuento, de mucho descuento. Así que probablemente hagamos "negocio" por muy poco.
¿Qué pasa con el capitalismo en México?
Las reglas de competencia no funcionan correctamente. El poder y el dinero está demasiado concentrado y quienes lo detentan no saben multiplicarlo. No saben crear fórmulas para crecer. Son cortoplacistas. Son esas las reglas del juego y ni modo de no jugar. Pero me parece muy curioso y no creo que sea diferente en otros países que a la gente que tiene dinero las cosas les cuesten más baratas. Si a eso le sumas que ahorita nadie está comprando nada por miedo a cómo venga la elección en USA y luego la mexicana (siempre hay buenos pretextos), pues tienes una economía de compradores. La oferta disminuye porque los incentivos para hacer negocios son pocos. Círculo vicioso.
Tengo que prepararle su propuesta, ¿alguna idea de cómo no perder mucho la cara? ok, también eso, ya tengo aquí mi frasquito.