lunes, mayo 31, 2004
Necesidades básicas
Claro que todos necesitamos elogio y claro que yo necesito elogio. De hecho tengo quién me lo dé cada que lo necesito. Esto lo digo por el comentario que recibió mi post anterior. No me avergüenza reconocerlo. Pero en lo que sí está equivocado mi animado comentarista es que hago el reconocimiento para a mi vez ser reconocido. Es tan fácil comprobarlo, incluso ya hice alguna vez mi exposición de motivos. Aprendí a convivir y ser uno con Edith, también, a fuerza de no callarme los "te quiero" cada que los sentía. Si mi comentarista tuvo una infancia nefasta en la que enseñaron que los hombres no besan ni se deben querer, ese es problema suyo. No mío. Y me encantaría conocer su blog para elogiarlo. Lo digo de corazón.