lunes, mayo 10, 2004

Me muero por conocerte

¿Qué conocemos de los demás? En la blogósfera nos identificamos por gustos, por letras, por leer entre líneas cierto tipo de mensajes, por el estilo con que escriben los demás, estilos que nos atrapan por oposición o por afinidad.

Ahora fue el turno de "conocer" a Manuel Lomelí (creador de Chango100), Judith C. de la Rocha (De quereres y otros males) y "verde" (ignoro si le moleste que su nombre se publique, pero no me arriesgo). El tópico de Manuel Lomelí ha sido ya extensivamente tratado en este blog y logovo ha de disfrutar bastante slasheando sobre nuestros comentarios. Judith la he referido poco, injusto de mi parte pero también... ella no postea tanto como debería. Verde ha también recibido algunos comentarios en estos posts pero la sorpresa fue ver lo alivianado que es en persona.

Las relaciones humanas están mucho más cargadas de elementos físicos de los que yo estaba dispuesto a aceptar. Siempre he sido un "detractor/usuario" de las teorías que explican la comunicación no verbal. Detractor porque creo que, bien escritas o dichas, las ideas deben prevalecer y trascender los vicios y ruidos a las que son sometidas por sus emisores, sea en pausas, tonos de voz, gestos y actitud corporal. Usuario porque me valgo de esa observación en mi profesión para determinar mi grado de éxito parcial en la comunicación de los mensajes que requiero para completar mis ventas.

Tan fácil como eso, y como la realidad de que, en un blog es fácil crear un personaje, me he dado cuenta que cada quién construye un personaje que sin duda refleja mucho de lo que somos pero que, también, queda muy sujeto a interpretaciones parciales. Podemos incluso vaciar en un blog lo que somos pero nunca mostramos en la vida real.

No digo que sea el caso pero sí hay fuertes contradicciones en Judith y en Manuel contra la imagen que yo me construí de ellos a partir de sus blogs. Ok, tenía la ventaja de haber chateado con ellos y percibir sí, esas diferencias entre sus personajes y sus personas. Pero de repente, al conocerlos como personas y no como blog-personajes, ligarlos a sus escritos fue aún más dificil. Me llevará tiempo, supongo...

De todas las formas cibernéticas de conocer a las personas, los blogs son, con mucho, las más interesantes, sí, pero también las mas desconcertantes...