Porque cuando le toca recibir a 7 personas muy poderosas de todo el mundo te quita seguridad a tí para dársela a ellos.
Ese es el mensaje de los terroristas de hoy en Londres. Ya dos o tres veces los servicios de seguridad pública británicos detuvieron exitosamente intentos de atentados. No más. Hoy no.
En NYC hubo un ataque a la libertad de moverse en un país de 9 millones de kilómetros cuadrados. Un ataque hecho CON esa misma libertad. El ataque de Madrid, hace poco más de un año, fue hecho contra la división social española, CON la división social española. Hoy Londres fue atacado contra su eficiencia en seguridad: La histórica invulnerabilidad de la isla y de su capital. CON su propia eficiencia.
Esta guerra no tiene visos de detenerse, ni de bajar de intensidad. Yo creo, sin embargo, que los terroristas acaban de cometer un error importante: Bombardear Londres no es tan desconocido para los londinenses. La inmediata, firme, enérgica y serena reacción de Blair contrasta con el pánico que se le salía a Aznar por los bigotes y a la manifiesta cobardía de Bush y Cheney, escondidos por horas después de los ataques del 11-S. El último ganador de una guerra "en su propio suelo", de una guerra grande, a gran escala, es justamente UK. Es un desafío lograr el ataque, sin duda, pero si hay una moral que no se conquista con terror, es la inglesa.