jueves, julio 21, 2005

Anticiparse

Acaban de ocurrir cuatro explosiones más en Londres. Catorce días después de los atentados originales. The Economist (versión impresa) publicó hace una semana una estadística: De cada 10 funcionarios de seguridad estadounidenses y británicos a los que se les preguntó la posibilidad de que Londres sufriera un ataque terrorista, 10 contestaron 100% seguro.

Y se equivocaron, fue 200% seguro.

Se ha criticado mucho el cerco informativo alrededor de las investigaciones. Se ha cuestionado, incluso, las conclusiones respecto a los culpables de los atentados. Es lógico, y la frecuencia en estos ataques lo demuestra: La guerra ahora es abierta. Es lógico que la información sea poca y confusa. La información no es compatible con el terror. La seguridad es una línea, no un estado, no un territorio. Y más que nunca, el enemigo en esta guerra es invisible, ubicuo, aleatorio. Las pesadillas más terribles de los productores hollywoodenses están ahí.

Y aún con todo y eso, trazando paralelos como lo hizo Agustín (quien viene posteando muy chingonamente), pensando en que los funcionarios del Gobierno mexicano etiquetan como "complós" el estado de guerrilla social en el que vivimos en el DF, sigo pensando que la guerra de allá es más cabrona, más histérica. Pienso que la guerra de allá está "fuera de control" y que la guerrilla social de México (o de Colombia, o de Turquía o de Birmania) sigue(n) contenida(s). Es la idea imaginaria de las fronteras, la división, los diferentes frascos, la soberanía.

Los ataques a Londres estaban anticipados, previstos. Atacar Londres parece un movimiento natural, es como usar el caballo en el ajedrez, tarde o temprano tiene que ocurrir.