El asiento de atrás de control tiene, en la parte central, una marca en el velour, una zona más gastada. Jimena usó su silla de auto hasta los cuatro años y aunque ya cumplió siete, la marca de la vestidura permanece.
Hace rato, de regreso a la oficina de una cita que tuve en la mañana, miré el espejo retrovisor y ví el asiento de atrás vacío: me entró una añoranza por Jimena. Aunque la mayoría (en número de veces) Jimena se sienta adelante, porque nos vamos ella y yo solos a la escuela todos los dias en la mañana, es cuando va Jimena atrás que tengo a Edith junto. Y los tres juntos, en movimiento, es mi nirvana personal.