La competencia marca nuestra evolución como especie. A pesar de los diferentes sabores de negación que se construyen alrededor de esa idea y lo despreciable de sus conclusiones, las matemáticas no mienten, 99.9% de la población mundial nace, vive y muere compitiendo.
Este excelente artículo citado por Alfredo me trajo la idea a mi mesa. Vengo en competencia, ando compitiendo por acá, lejos de mi casa. Compito para llevar comida a mi plato y al plato de mi hija que amo. También para darme el gusto de regalarle algo a Edith. Compito para sentir que me he ganado el pan con el sudor de mi frente (con este clima, en realidad suda todo)
Compito con mi ego y contra él. Aliado y enemigo. Siempre busco una victoria y una derrota. Trato de entender la idea de no competencia y sé que su preeminencia, si llegase, sería en sí misma una victoria. No hay libre albedrío, apenas buscamos sobrevivir. El nihilismo dice que nada vale la pena, pero las hormonas los mandan a coger todos los días y, por accidente, reproducirse. La competencia en la que no les interesa participar la pierden por default.
En el vuelo me tocó con una película entretenida, Hidalgo, hecha para obtener dinero de la imagen que en todo el mundo dejó Vigo Mortenssen como Aragorn en The Lord of the Rings. El cine de Joligud, visto desde la despectiva perspectiva franchuta, es terriblemente insípido. Pero eso no le resta poder e influencia. La competencia que con tanto ahínco desprecian los franceses se nos impone todos los días, sea que nos guste o no. (Dios no hizo a todos los hombres iguales, Colt sí, dicen en la película) Pero en efecto, es nuestra decisión el nivel de involucramiento en el que entramos en la competencia.
De todas las ramas del Derecho, la que más me gustaría conocer y quizá ejercer es el Derecho Decorativo (corporativo, pues) porque lo concibo como competencia encarnizada entre iguales. Una empresa pequeña que facture 5 millones de dólares al año puede pelear, y ganar, a una mediana de cien millones. Para ganar tanto dinero, además, no se necesita información, sólo saber pelearlo, competir por él.
Y como las cosas no ocurren nunca antes, sino sólo cuando pueden, me tocó ganar. Hace 10 meses hice un post donde decía que pidieran lo que quisieran, que yo pagaba. Pues bien, hoy me toca preguntar: ?Te sirvo lo mismo?, es 2x1!?