lunes, junio 28, 2004

Un pequeño debate

¿Qué cambia y qué permanece con la marcha? La idea de la sociedad participativa/partícipe de su propio destino.

Rolando Cordera, a quien cito vía Mosiváis, declaró ayer una síntesis muy interesante sobre el impacto de la marcha:

Reconocer sin ambages las fragilidades institucionales y jurídicas del Estado postautoritario para enfrentar el crimen organizado es una condición primigenia para abordar temas mayores como el de la equidad social, la conquista comercial del mundo o la propia reproducción y vigencia del estado de derecho

Me dentendré a examinar con detenimiento esta opinión porque he visto por diverentes blogs que la desesperanza, el nihilismo y la anarquía empiezan a opinar también (por cierto, con todo derecho), y me parece que son esas voces y no las estupideces de AMLO (que ya reseñó muy bien Alfredo) las que merecen y necesitan ser debatidas:

El reconocimiento que han hecho las voces de izquierda de la marcha, su legitimidad, pertinencia e importancia ha sido, las mejores de las veces, completamente "ambageado", es decir, cargado de ambages. Que sí pero que el Fobaproa, que sí pero los Amigos de Fox, que sí pero Marthita y la Lotería. No, por eso dije el viernes que la congruencia es innecesaria. Podemos o no estar de acuerdo con lo injusto que es nuestra sociedad pero debemos empezar por el principio. Semidios insiste en que no es por aquí, no es por la vía de las marchas. Yo digo que es un principio, que es una forma de echar a rodar una piedra y que muchas piedras tienen que rodar, entre ellas la movilidad ciudadana. La marcha es un buen inicio para reconocer, reconocernos en nuestra enfermedad social.

Continua Cordera: "Las fragilidades institucionales y jurídicas del Estado postautoritario" sí, son muchas y todas notables. El sistema de justica del Estado Autoritario servía a los fines del Estado Autoritario. A muchos no les gusta pero eso ya pasó, ahora tenemos que construir el nuevo Estado Democrático. Hemos fallado todos en su construcción y la inseguridad es sólo una de las muchas consecuencias de esos fallos. El construir (reforzar, mejor dicho) las cualidades institucionales y jurídicas del Estado es una tarea IMPOSTERGABLE que ha sido dejada de lado hábilmente por los grupos políticos (confundiéndonos con la necesidad de una reforma fisca y otra energética, etc.), porque entre mayor sea el revuelto del río, más ganan sus pescadores. Nos toca, como dijo Salvador Leal, demostrarles en las urnas que no ganarán si nos siguen tratando como idiotas.

"Enfrentar el crimen organizado es una condición primigenia" Sí, no es cosa de entrar en una discusión de qué fue primero, el pueblo culto, educado y civilizado o los mecanismos para tener un pueblo culto, educado y civilizado. De ESA discusión no saldremos NUNCA. Enfrentar el crimen organizado no requiere ni está supeditado a la necesaria resolución de las tremendas injusticias sociales de nuestro país. Esta, la de enfrentar al crimen, es una meta mucho más sencilla, menos ambiciosa que la otra.

"para abordar temas mayores como el de la equidad social, la conquista comercial del mundo o la propia reproducción y vigencia del estado de derecho" Todos esos temas son importantes. En todos estamos en desacuerdo sobre cómo abordarlos. La conquista comercial no se conseguirá con salarios bajos que sean "competitivos" como lo piden los empresarios sino con empresarios hábiles que sepan generar y compartir riqueza. La equidad social solo se producirá cuando cada mexicano tenga el mismo acceso a oportunidades que otro, cualesquiera que sean sus condiciones. La reproducción y vigencia del Estado de Derecho se puede discutir desde el punto de vista anárquico donde nadie ejerza el poder, hasta los que añoren volver a un Estado Autoritario. Pero un buen punto de partida (y no el único, también estoy de acuerdo en eso) es que empezemos todos por castigar el crimen, por prevenirlo, por evitarlo y por condenarlo.