¿Ser o no ser nacionalista?
En la revista más hipócritamente vilipendeada de México, en la segunda quincena de junio hay una cobertura especial de la presencia mexicana en el pasado Festival de Cannes. A mí gusto, es impresionante tal asistencia mexicana al susodicho festival.
Leí alguna vez en un blog que ya no existe que el mérito de individuos que destacan como Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Gael García y demás, es de ellos solamente y que uno, como su connacional, no debe vestirse con trajes de gala que otros se ganaron en base a su esfuerzo individual. Yo suscribo eso. Por otra parte, ante los trágicos eventos del 11M madrileño, Jaime dijo, y dijo muy bien, que un pedazo de tela (la bandera) no merece ni una gota de orina. ¿Porque entonces, si mi rationale me dice que el nacionalismo es una estupidez de perogrullo, me da gusto ver a diez tipos que no conozco y con los que sólo me une el logotipo del pasaporte (aka "escudo nacional") llenar varias pasarelas y formar parte de una élite mundial? (sea lo que sea que opinen Tarantino y Moore a ese respecto)
Si bien es cierto que el concepto "nación" es algo que día con día parece más anacrónico, aún existe Tara, la tierra nuestra, nuestro hogar. Aún existe el vecino, el que comparte el idioma, la comida, el hábito televisivo, la pasión deportiva. Estamos más cerca de los que son como nosotros.
¿Son Gael García o Daniel Gimenez Cacho como nosotros, como cualquier mexicano?, no sé, pero si Natalie Portman hubiera sino mi novia, yo sí me la llevo a Cannes. Cuarón, en la entrevista con dicha revista, dice sin complejos: "el clima de Londres es de la chingada". A raíz del temblor del lunes me preguntó alguien que cómo es que la gente vive en lugares así, con peligro de terremotos. Entre Tokio y el DF somos casi 50 millones de personas las que vivimos en un riesgo enorme en apenas dos manchitas de extensión geográfica (súmenle Los Angeles y alrededores, llegaremos a 70 millones). ¿Porqué seguimos aquí?. Sí, una de mis primeras respuestas siempre es el clima: 50 semanas templado, 1 semana de calor (más de 30 grados C) y 1 semana de frío (menos de 5 grados C). Pero debe haber más, mucho más. Enrique Krauze ha fanatizado su revista con su teoría sobre los "fanatismos de la identidad" a los cuales atribuye gran parte de los males sociales de este mundo. Pero no por gastada y fanática la teoría deja de ser interesante. ¿Porqué un mexicano dirigió la película del mejor libro de la serie de Harry Potter?, ¿porqué no fue malayo, chileno o filipino?
No tengo, hoy, ningún tipo de respuesta, porque además, parecería justificación. Me da gusto, así de simple y bobo, que hubiera varios mexicanos ahí, en una fiesta de élite mundial. Y me da gusto que sean, proporcionalmente, más mexicanos ahí que en Davos, por ejemplo. Eso también puede ayudar a definir un poco mejor nuestra vocación como sociedad.