jueves, marzo 31, 2005

Pensar en voz alta

Había olvidado que sí hay quien hace buen periodismo en México. Desde hace un mes, Monitor, el informativo de radio favorito de los chilangos, transmite también por TV después de 10 años de intentar hacerlo de diferentes formas.

José Gutiérrez Vivó es, creo yo, el mejor periodista de México. Y ya lleva 10 ó 15 años siéndolo, desde que Julio Scherer dio el viejazo al acabar 1994, el año terrible de la historia mexicana contemporánea que el tipo cubrió, desde Proceso, mejor que nadie.

Por hábito de casado, desde hace 7 años nos despertamos con la TV. Es decir, no tenemos reloj despertador sino que programamos la TV de nuestro cuarto para que se prenda media hora antes de la hora que necesitamos levantarnos y por lo general siempre nos levantamos media hora después de lo que debimos haberlo hecho. Eso nos da, más o menos, una hora de "escuchar noticias dormidos". Hace ocho años el noticiero de la mañana en Televisa era "Primero Noticias", conducido por López Dóriga en ese tiempo, en su triunfal regreso a la TV. López Dóriga fue el Carlos Loret de Mola de los 70's, el niño genio. Ya desde entonces estaba destinado a ser el sucesor (príncipe heredero, delfín) de Jacobo Zabludovsky. Pero ningún Rey aguanta tener a su lado a un delfín durante mucho tiempo. La inminencia de la muerte es intolerable para cualquiera. Y tampoco hay delfín que aguante mucho. López Dóriga fue desterrado de Televisa a principios de los 80 y tardó 18 años en regresar. Estuvo un año y medio en el espacio matutino estableciendo la agenda mediática de los políticos con un estilo que quedó enterrado en ese horario: franco, abierto y directo. Y aficionados al espectáculo de la grilla como somos Edith y yo, se nos cambió la costumbre estudiantil de despertar con las noticias del radio.

Vivimos los altibajos del espectáculo noticioso mañanero. El "calor de hogar" que tenían Jorge Berry y Lourdes Ramos (de Sámano, me encanta su cara de seria), el insoportable protagonismo (divismo) de Adela Micha y la cultivada grisura de Leonardo Kourchenko. El show del payaso tenebroso (yo me declaro su fan, aunque a muchos les parezca neofascista). Pero ante la inconsistencia del nuevo delfín, vía sus accidentes y achaques (típico chavo de 20 y tantos que no se da cuenta que la vida es una carrera de resistencia y no de velocidad) y al saber que monitor empezaba sus transmisiones de TV, nos mudamos de frecuencia.

El estilo de Gutiérrez Vivó, ahora lo veo, fascina por su "honestidad". El tipo informa con rigor y equilibrio, pero también opina, piensa en voz alta. Su programa está diseñado para durar mucho tiempo sin sonar ni parecer repetitivo, y eso en un programa de cinco ó seis horas al aire es muchísimo mérito. Y en realidad, Gutiérrez Vivó parece un hombre renacentista, el típico hombre orquesta que sabe de todo o tiene recursos para informar de todo. Y en lo personal, siendo también empresario, ejerce funciones variadas. Su principal acierto empresarial fue "nichificarse" con su noticiero al dar reportes viales sabiendo que el radio es el medio por excelencia en los enormes congestionamientos del DF. El acierto fue también de "comunicación" pero principalmente empresarial. Pero en la vida lo importante no es solamente llegar sino "mantenerse". Creo que la capacidad de pensar así, en voz alta, es lo que lo ha mantenido ahí.

Y, caso curioso, creo que el blog es así, un ejercicio de "pensamiento en voz alta".