martes, septiembre 28, 2004

Mandar o ser mandado

Desde niño tuve mi epifanía con respecto a la autoridad. El capítulo de El Principito donde se encuentra con el Rey y éste le explica la naturaleza tan absurda de sus órdenes entendí que las cosas pasan porque sí y no porque uno las ordene.

El complemento vino con Big in Japan: Things will happen while they can. O sea las órdenes no se dan a toro pasado (los correctivos no corrigen nada) pero si entendemos los tiempos en los que las cosas ocurren podemos acomodarnos desde antes para quitarnos del camino de los acontecimientos o, si nos favorecen, acomodarnos mejor.

Cemex es la única empresa mexicana verdaderamente trasnacional (debo para otro post la explicación completa de porqué digo esto). Cervecería Modelo exporta a todo el mundo la cerveza Corona (o la coronita) pero toda la produce aquí en México. Platicando con ejecutivos de dicha empresa les escuché decir que no podían fabricarla en otros lugares porque es el agua la que le da el sabor a la cerveza. OK, entendido, pero eso quiere decir que sólo venden lo que aquí fabrican y no lidian con las cuestiones que tiene que lidiar una trasnacional que fabrica un poco de todo por todos lados.

La expansión es el destino de todo negocio. El negocio que no se expande, según los que saben de negocios, está destinado a morir. Cemex acaba de hacer una enorme adquisición de una empresa fabricante de concreto británica. Así su presencia en los dos mercados más grandes del mundo, el norteamericano y el europeo, se solidifica aún más. Pero más que la noticia en sí, lo que me llama poderosamente la atención fue el motivador de Zambrano (CEO y dueño de gran parte de Cemex) para expandirse: No puedo vivir con la idea de convertirme en empleado de una gran empresa europea.

La mentalidad del empresariado es esa. No ser mandado. Sea un micro empresario o un poderoso industrial de abolengo, la obligación y el valor fundamental es "no tener jefe". Aunque cada vez los modelos de gestión empresarial actuales tienden más a la norma y al orden natural en lugar de a los mandos y las imposiciones, se puede decir que de cualquier forma el orden natural es una forma de mandato ya que una función subordinada impide actuar para prevenir o anticiar un cambio. Es como el peón en el ajedrez, nomás para adelante. Y suficiente tiene uno con ser mandado por los clientes como para también tener que soportar al jefe (o es al revés?)

Este paso ha sido criticado por los analistas que han bajado la calificación de Cemex y su precio de cotización en la Bolsa. Zambrano dice que eso no le importa, que la mentalidad de dividendos inmediatos que impera en el mundo bursátil ha probado ser errónea. El mundo siempre se ha regido por la ley de la selva, conquistar o ser conquistado. Me gusta observar a los conquistadores y en este caso, además, los admiro.