Típico que vives, ves, escuchas o dices algo y piensas: "esto es debo bloguearlo". Yo me quedé con la idea de la vejez rondándome el fin de semana, pero olvidé ayer mecionar el principal detonante: Dolores Claiborne (Eclipse Total).
Fue esa trama la que me llevó a recordar a las otras dos viejas. Fue esa la trama que me hizo pensar en mi madre. La trama que dice que para ser mujer, en esta sociedad tan machista, lo mejor es ser una perra (o puta?), en fin, una bitch.
Las mujeres que más quiero y admiro no lo son. Pero sí que me gustaría que lo fueran. Incluso, sí, Jimena. Es muy pronto para pensar en eso, yo lo sé. Pero la actitud de cabronez es inidispensable para las mujeres. Este mundo es cabronamente masculino.
Bárbara Mair, ex-directora de Compaq México (sólo perdió su puesto cuando HP adquirió a Compaq), es una de la personas que mejor maneja el albur en el medio de computólogos mexicanos. De padres ingleses, dice que aprendió español con los albañiles que estaban construyendo su casa. El más fino arte en las manos de los mejores artistas.
Casarse para no morir viejo y solo. Lei a Cucamonga justo el dia siguiente que ví el capítulo de Sex and the City donde Carrie Bradshaw dice que es un punto importante para decidir casarse.
Yo estoy casado. Felizmente casado. Nunca nos hemos prometido amor eterno. Lo nuestro es una filosofía AA: "sólo por hoy". Y así que pasen veinte años y la maldita vejez nos alcance en pleno. Ya viejos, veremos, o virigüaremos, como dice mi abuelo.