jueves, agosto 25, 2005

Mancuernillas

La última vez que fui a Taxco, hace como año y medio, sentí que no había yo nacido para el turismo rural. Es un centrote comercial con formato callejero. Todo el centro de Taxco es comercio de atesanía de plata. No me gustó el pueblito, la verdad. Pero como soy consumista irredento, pues me compré unas mancuernillas de plata razonablemente bonitas y razonablemente baratas (no, Taxco NO es barato).

La plata cuesta mucho trabajo de mantener, se mancha con gran facilidad y hay que tenerla en estuchitos y trapitos muy cuidados. No es esa mi costumbre con mis artículos personales, que suelen estar bastante desacomodados. Cada que me las quiero poner están sucias y cuando las limpiamos, pasan semanas sin que me acuerde de ellas. Hoy fue una de esas mañanas en las que mi camisa en turno demandaba mancuernillas y, al verlas, recordé que ya tenía tiempo que no les daba el mantenimiento que requieren, y como la decisión de camisa con mancuernillas por lo general la tomo en la mañana, nunca tengo tiempo de prevenir y preparar.

Santiago Creel está promoviendo, como tema de campaña, que el país debe definir su vocación y en función de eso priorizar las tareas de desarrollo. Aunque suene fascista me parece que sí tiene elementos de razón. Somos un país con poca agua, por lo que no podemos aspirar a ser grandes productores de granos, por ejemplo. Pero sí de hortalizas y cultivos especializados, ya que en el sureste, por ejemplo, sí hay mucha agua, pero también muchas taras sociales. De igual forma, revisar cuáles son las tendencias y preferencias de la población y sobre eso buscar desarrollo.

Compré dos revistas de negocios el fin de semana pasado, las dos, BusinessWeek y Fortune, tenían como tema de portada "Chindia", la amenaza más fuerte que tienen ahora los gringos a su supremacía como potencia mundial. Y se están tomando en serio la amenaza con todo y que, en términos económicos estrictos, todavía falta bastante para que esos países sean verdaderamente amenazantes. Las revistas hablan sobre los esfuerzos que hacen esos países por desarrollarse en términos de educación, investigación y desarrollo, etc.

La propuesta de Santiago Creel es la que lleva ya 10 años construyéndose en México: El Turismo. Actualmente, como actividad económica, el turismo es muy importante, la tercera fuente de ingresos después del petróleo y las remesas de migrantes. Pero apenas recibimos la tercera parte de visitantes que recibe España y la quinta parte de Francia o Italia. Y tenemos el mercado consumidor de turismo más grande del mundo más cerca que nadie (Canadá no cuenta, nadie quiere ir a ver osos). Pero no me gusta en lo que ví convertido a Taxco o a Oaxaca: Grandes parques temáticos de vida rural. Para ser un destino interesante, un país para visitar, debemos ser, construir un pais. No solamente parques temáticos. De hecho, el país ya lo tenemos hecho. Falta hacer infraestructura de comunicaciones y hospedaje, no necesariamente estar diseñando y rediseñando un producto que, si tuviéramos infraestructura, se vendería solo.

De eso se trata nuestro desarrollo, de hacer, de una vez por todas, infraestructura que sirva para algo que nos sirva a todos. De construir buenos aeropuertos y no parchar ni hacer centros comerciales nuevos en los viejos edificios. De construir puertos, vías férreas, carreteras que nos sirvan a todos. Pensar en nosotros como individuos pero también como parte de una sociedad donde no sólo vivimos nosotros.

Me toca planear un poco, por lo menos una noche antes, si me quiero poner mancuernillas de plata y limpiarlas a tiempo...