Palabras, palaras, mantengámoslas dulces y suaves por si algún día tenemos qué tragárnoslas
El Presidenchente ha hecho una cantidad impresionante de ridículos durante su presidencia y enumerarlos es ya un tópico. Pero sí quiero detenerme en el último de todos ellos, en mi opinión el más significativo de algo que, según yo, ya llega a enajenación mental.
Fox de plano vive en otro planeta. Advertir sobre los mesías que llegarán a prometer cosas en las campañas es una mentira de perogrullo (o sea, una verdad de perogrullo en otro planeta). O como una expresión que les escuché a los tijuanos: "No shit Sherlock". O el chilanguísimo: "Te cae de madres?????". Pero es, además de todo eso, insultante.
Insultante no tanto porque es obvio que él ha cumplido apenas nada de lo que prometió. Es insultante porque es una forma de demostrarnos que no tiene la más remota idea de cómo lo percibimos, la gente, cualquiera de nosotros. Que diga en tono paternal que no tenemos capacidad de discernir entre las promesas vacías y las realizables. Su desconexión con nuestra vida diaria es patética, pero su desconexión con nuestras aspiraciones como pueblo son inexcusables.
Mi desilusión respecto a Fox es infinita, y ya lleva rato siéndolo. Yo me he cansado de repetir "que no haya ilusos para que no haya desilusionados. Pero esta declaración, más que contribuir a la desilusión, me hace pensar que nuestro Presidenchente ya se botó de la chaveta, que ya no distingue la o por redonda.
En síntesis, si las palabras fueran comestibles, Fox habría muerto de indigestión crónica ayer.