Alguna vez leí que había oficios inútiles y los críticos de cine. Y todos los que vemos cine un poco más de una vez al mes buscamos su trabajo, por inútil que parezca, listos para estar en desacuerdo.
Si trasladamos esa profesión a los blogs (bitácoras, han traducido mal en España, siempre dispuestos a adoptar mal los conceptos nacidos del avance tecnológico), encontramos a un "personaje" que se ha adjudicado la importante función en la blogósfera hispana, el odiado "Borjamari".
Desde que lo leo, hace más de un año, he encontrado igual de disfrutables sus críticas que lo que encuentro las críticas de cine. Hay unas muy buenas, otras francamente absurdas. Lo que nunca he entendido es el criterio con el cual elabora sus críticas. También leí, no sé si en sus comentarios o en alguna página que hablaba de él, que lo que mejor le sale es la aniquilación y que cuando intenta elogiar, fracasa miserablemente.
El mejor ejemplo de ello es sin duda su post dedicado al blog de Heriberto Yépez. Me han dicho varios españoles que las bitácoras (blogs, por favor, blogs!) mexicanas son incomprensibles para todo aquél que no viva en México. Que hablamos demasiado "slang" o regionalismos y que el que no esté familiarizado con esos vocables nomás "no se entera de qué va". Concedo que eso es muy posible, pero varios blogs argentinos tienen ese mismo problema y los españoles coinciden en que entienden mejor y más fácilmente los argentinos (con ese idioma extraño que hablan que alguna vez fue parecido al español) que a los mexicanos.
Suponiendo sin conceder que ese sea el caso del famoso crítico (que no lee blogs mexicanos porque no les entiende) el tono de "conquistador" (pronúnciese con acento norteamericano) con el que espeta: Por ahora la cosa va lenta, apenas unas cuantas bitácoras, muy escasas en comparación con las de la "metrópoli" parece que mantienen el tipo dignamente me parece la expresión más patética que he leído en la blogósfera con las "honrosas" excepciones del desaparecido "ser de derechas" y "Desde Sefarad".
La discusión sobre la identidad latinoamericana es añeja y aquí mismo he escrito sobre mi angustia personal al respecto. La discusión "se llevaron el oro y nos dejaron el oro" creo que está bastante zanjada puesto que el oro que se llevaron ya ni ellos lo tienen. No soy filozapatista ni filoindigenista. Si alguien ha tenido paciencia de leer estas páginas lo sabrán de sobra.
Pero sí soy mexicano y también he dicho que soy absurdamente nacionalista en ciertas cuestiones. Y escuchar un español diciendo "metrópoli" (con comillas y cursivas, disculpándose y especificando el término) y diciendo que nuestra falta de identidad se refleja en nuestras bitácoras sí me parece, por lo menos, pendejo (por no hablar de lo mal informado, de la desfachatez de opinar sobre algo que no conoce y del tono hiperlactante del concepto)
Además, el tipo habla de blogs americanos. Todo el continente. Más de 4 mil blogs. Más de veinte paises, nacionalidades, identidades. Blogs que no entiende, que no sabe lo que dicen y mucho menos cómo se construyen. Evidencia de esto es justamente su crítica al blog de Yépez: "Prefiere hacer pocas concesiones subjetivas -las hay, y a veces, muy curiosas". ¡El blog completo de Heriberto es autoproclamatorio, subjetivo, una descaradísima autopromoción ególatra!
Borjamari ha sido excelente como carnicero de las muy amplias y variadas miserias de la blogósfera española. Ese mérito no se lo puedo quitar puesto que yo mismo he disfrutado su sanguinaria maquinaria verbal. Pero que diga que: "Aún pocas bitácoras americanas escritas en español pueden considerarse interesantes" y enviando su valor posible, hipotético, hacia el futuro es, con mucho, la prueba fehaciente de la inutilidad de su trabajo como crítico de lo que no conoce (y que como buen crítico, inútilmente, intenta de todos modos juzgar). Zapatero Borjamari, a tus castizos zapatos dedícate.