Mi teoría de que no hay viejos sabios sufrió un duro golpe. Vanity Fair, el mismo número del poster de Star Wars, trae el cuestionario Proust aplicado a John Kenneth Galbraith y su defición de felicidad perfecta es la siguiente:
Freedom of thought in a peaceful and economically benign environment to share the joy with dearest friends
Y su definición de más posesión más atesorada:
Mi wife and family and the intellectual rewards from a life dedicated to economics
Tiene 96 años, es escocés, sus doctores le han prohibido los viajes a Nueva York (su destino favorito) y es todo un viejo sabio. Puedo equivocarme, pero si hay otro como él, ya no serían excepción que confirme la regla.