martes, octubre 05, 2004

Sex and the Blogs

Soy, dice Yahoo, un voyeur irredento. Me encanta, ya lo dije aquí, la serie de HBO Sex and the City. Es mi vena femenina, mi ánimo recolector. Me encanta el chisme.

Esta descarnada y elaborada exposición de motivos la hago porque me avergüenza, de alguna forma, opinar sobre esto. Pero más me avergüenza no opinar. El espíritu, la idea de este blog, el mío, es negar el "lugar común" de que la sabiduría viene con los años. He fallado miserablemente en mi objetivo, considerando el éxito de este tipo (Nachón) en demostrar lo mismo con su propia vida. Es poco o nada concebible que el huateque que han armado mis hermanos batianos (cuya tendencia al desmadre sinsentido no es sólo muy conocida sino fuente de incontables horas de esparcimiento de muchos de nosotros) le moleste, ya no digamos mínimamente, sino que le merezca el gastar sus, por lo que veo, pocos pesos, en llamadas de larga distancia para denostar, cotorrear, amenazar y demás a la HHH pandilla batiana y algunos otros cardenales que han pedido se les saque del desmadrito este.

Voyeur como soy, atestigüé con poca pasión la blogtelenovela entre la Princesa Gato y el susodicho a finales del año pasado. Desde entonces pensé que algo raro tenía que haber en alguien que lee a Schopenhauer y se pone como pseudónimo "Ignaciote". Ahora, con la sucesión de eventos en los que los gandules batianos, sin detractor en el horizonte, decidieron cargarle la mano al escritor (o sea, fieles a los principios de la iglesia, todo un culturoso) y la respuesta necia y ridiculizante de éste a la palabra batiana, confirmo que no estamos ante una situación normal.

Cuando inicié en esto de los blogs y vía Cucamonga (que en su perravida.com descanse) supe del blog del Chango100 fui víctima de un extraño sentimiento, de saber que algo había en esas letras bizarras. Sin duda, invitaba a que uno lo criticara no tanto por criticarlo, sino por ser criticado por él. Después me hice su amigo y ya nada de lo que opine de él cuenta. Pero el efecto persiste, es una invitación al masoquismo. Alguien tan denodadamente madreador siempre despertará los instintos "de las madres de los culturosos", como dice él.

Así que de alguna forma puedo entender el "enganche" inicial del Ciudadano Nachón. Pero la permanencia del tipo en una reyerta que no puede ganar, porque justamente se trata de perderse en ella (que no de perderla) me parece, de tan absurda, actuada.

Sí, creo que al final todo esto es una puesta en escena para subir las estadísticas de los diferentes sites. Esto de los blogs se trata de estadísticas. Lo demás es parafernalia, escenario, circo de mil pistas.