¿Qué pasaba cuando la Humanidad estaba organizada en tribus y los líderes de las tribus morían?. La invención del Estado como modelo de control social es relativamente reciente en la historia de la humanidad (no shit Sherlock!) y la democracia, el "Estado Moderno" no ocupa sino el 1% del "tiempo social" del ser humano.
Aceptar los patrones de liderazgo cuando la autoridad es un ente tan lejano y que pretende abarcar tanto (millones de personas bajo la autoridad de algunos cientos) se está convirtiendo en un modelo igual de impráctico que el de las tribus. The Whale Rider lo explica clarísimamente (y con una gran belleza sentimental). Paikea, la niña que desciende de un gran linaje de líderes, se avienta el mejor discurso del mundo diciendo que "hasta los jefes se cansan" (y no hablaba de ella, sino de su abuelo).
Aunque la película revuelve moros y cristianos (feminismo, caciquismo, tradiciones, democracia) el sabor del producto final es bastante aceptable. La propuesta de integración suena menos forzada que la del Estado, aunque el principio es el mismo: La cooperación entre todos los miembros de la tribu (la sociedad). Queda claro, también por la película, que lo que falta es "experiencia de vida" en cómo asumir los liderazgos externos.
Hay una escena muy conmovedora en la que el abuelo, en teoría un poderoso ex-jefe, le pide a la niña, heredera de tal liderazgo (una princesa, finalmente) sabiduría y paciencia, puesto que él apenas aprende a volar. Para que opere dicho cambio, según ilustra la película, debió ocurrir un suceso extraordinario. Y ese es el defecto del asunto. Sólo concedemos autoridad moral a los que realizan actos extraordinarios ante nuestros ojos o, peor aún, para nuestro beneficio. No digo que pueda ser de otra forma, pero sé que el defecto intrínseco del principio de autoridad es el reconocimiento moral.
Y ahora somos demasiados los que pensamos que las cosas que están mal son muy diferentes entre sí.