viernes, noviembre 21, 2003

Rey Carmesí (multicolor?)

A veces uno necesita que le sacudan las narices (sí, las nalgas) para entender quién es en realidad. Bueno, el miércoles en la noche tuve tres buenas sacudidas:

Sacudida No. 1: Después de un insufrible inicio (la Divina Comedia condenó a la humanidad a llegar al Cielo después del Infierno y el Purgatorio, maldito Dante) comandado por Lucifer-Rita Guerrero llegó la hora de esperar impacientes la aparición de King Crimson. Debo abundar en el "prolegómeno" santasabinesco. Los instrumentistas del grupo no son tan malos, pero en conjunto sí suman su chafez. Lo grave viene cuando llega Rita Guerrero y acaba de desgraciar algo que de por sí es malo. No tengo nada en contra de que cada quién intente expresar lo que tiene dentro. Lo que no soporto, por mi profesión, son los malos vendedores. Rita vende la idea de que Santa Sabina es un grupo de rock, de música buena, de vanguardia, alternativa y no comercial. Pues bien, eso no es rock, es algo equis, no rock, música buena ni en sus más salvajes sueños, se quedaron atorados en los sesentas y creen que porque tienen un chelo eléctrico (ya mi bróder Peter Murphy les había enseñado cómo degradarlo al pop en "cuts you up" hace 12 años) ya son vanguardistas. Alternativos.. bueno, si hasta Thalía es alternativa de Paulina Rubio y de Shakira pues no hay mucho qué hacer. Y sobre lo no comercial... no sé, como vendedor sé que todo se vende. Este párafo debe incluir una disculpa a Viviendo porque ya me lo había advertido y yo ni enterado, lo malo de ser viejito.

Pasado el infierno de tolerar a esos weyes condeseros, nos recluímos en el purgatorio del silencio y el intermedio. El silencio es el más terrible enemigo de la adrenalina. No fumo y tomo poco y mal, así que no quedaba ir por un trago a los improvisados bares del Auditorio. Tuvimos tiempo pues de viborear la fauna con la que compartíamos gusto. Sí, de los últimos toquines que me han tocado, el del antier fue el menos fresa y con mucho. Las zonas de precios bajos (350 pesos, para abajo) atiborradas. El precio siguiente (600), casi lleno, sin llenar. Los de 750 eran como 70% de la capacidad. Menos quizá. No, el Rey Carmesí no es un producto de moda. No se paga el "sobreprecio" del status y de la cercanía. Se hace el esfuerzo, y con eso basta, de "estar presente" y "escucharlos". Según Edith, Robert Fripp es muy atractivo, pero creo que era la única que lo opinaba y, salvo a mí, a los demás no les importaba.

El cielo descendió y nos envolvió vía la música de este grupo megachingón. Yo estoy personalmente mucho más "tocado" en mi diseño sentimental por sus primeros discos, de "In the court of the Crimson King" a "Red", pero reconozco que del 80 para acá la producción es también magnífica y, para mí, enteramente disfrutable. Y sus conciertos aquí han sido mucho más de "Discipline" para acá. "Elephan talk" y "Three of a perfect pair" fueron las que más movieron al personal, pero que tocaran "Red" fue mi alucine personal.

Escuchar al Crimson contempo es un poco como Lecter en Hannibal. Exquisita violencia. Sangre, vísceras y agresividad en un hermoso plato renacentista. Es para disfrutar. Es sexo con amor y con cerebro. El Nirvana místico (como los marcianitos de Toy Story).

Sacudida no. 2: Soy trabajólico. Mis estados de excitación sensorial y mental me derivan de inmediato al trabajo. No me gusta nada, pero así soy. Diseñaremos juntos un Cyber Gym cruzado con Computación Montessori. Será "The Next Big Thing".

Sacudida no. 3: Nuestra relación no es perfecta. Va por un momento entre regular y malo. Pero me siento mejor de reconocerlo que negándolo o ignorándolo. Te amo Edith.