En las primeras versiones del viejo sistema operativo MS-DOS había un comando que necesitaba uno teclear antes de apagar la computadora para que el disco duro dejara de girar y no se dañara.
Así me sentía anoche después de trabajar toda la tarde-noche en cosas pendientes de la oficina y al acostarme le pedí a Edith que no apagáramos la TV hasta que completara mi comando. Haciendo zapping me encontré con las noticias de TVE que cubrían el "No" francés a la Constitución Europea y se fregó mi comando porque el disco duro no me dejó en paz.
Ciertamente estimo que el tipo de sociedad que están construyendo los europeos es el futuro del mundo. Europa ha cedido su liderazgo militar y económico a los Estados Unidos pero, en cambio, ha llevado a cabo interesantes experimentos sociales para diseñar tipos de convivencia y organización humana que, creo, servirán de modelo para el mundo futuro, tal y como antes sirvieron la democracia representativa y el socialismo "real".
Es por eso que el proceso de integración de la Unión Europea me interesa tanto. El mundo unido por Internet no será un mundo de una sola lingua franca o de un sólo "tipo" de sociedad. Será, de alguna forma, como lo es la Unión Europea: donde confluyan diferentes lenguas e idiosincracias. No creo que las "naciones" pierdan su caracter "nacional" (valga Perogrullo) por más que los agoreros globalifóbicos se empeñan en gritar que "ahí viene el lobo" y que la globalización traerá al mundo una uniformidad espantosa. Creo que las reglas de convivencia básicas que definan la forma en la que las sociedades se desenvolverán están en este documento (y su les da flojera leerlo todo aquí está un resumen)
Pero definitivamente a los europeos les han ganado las ansias. No era, después del 11 de septiembre (y el 11 de marzo madrileño) el momento histórico para emprender esta aventura. No en una época donde los líderes liderean menos y la gente, paradójicamente, se aborrega más. La construcción tan lentamente cuidadosa, tan cuidadamente lenta que han hecho de la UE, se vio, creo yo, apresurada por los acontecimientos geo-económicos mundiales. Específicamente el ascenso vertiginoso del gigante Chino (y su contrapeso asiático, India). Una de cada 2.5 personas del mundo son de uno de esos dos paises. Eso es mucha gente, demasiada. Y es ese ascenso el que ha empujado a Europa a acelerar sus tiempos, a debatir la integración turca a la unión antes de asegurar la unión completa del Reino Unido, que a pesar de estar en islas es, a querer o no, mucho más europeo que Turquía.
Por eso llama la atención que sean justamente los ingleses los que pidan "tiempo fuera" para repensar los procesos políticos que conduzcan a una integración mayor. Es cierto que sería una falta de respeto para los demás países que han programado referéndums y otras actividades políticas con respecto a la Constitución Europea, pero también es un obvio ejercicio de pragmatismo buscar acuerdos antes de llegar a una votación. Las guerras, todas, se ganan antes de ser peleadas. Las votaciones sólo deben llegar a los votantes una vez que se conoce el resultado. Esas sutilezas de la democracia que al parecer manejaban tan bien los europeos, se les fueron de las manos por esta vez.
No hay de otra. Si se quiere reiniciar la comlicada maquinaria integrista europea es necesario hacer un alto y replantear las metas de corto plazo. The whole enchilada, ya la demostró México, nomás no entra en ninguna boca de un jalón.