Tengo la idea de ausencia constante diluida en mi flujo sanguíneo. No es de siempre. Es más bien el aire que respiro ahora, que hizo una extraña reacción que produjo la contaminación.
Todo en mi pequeño entorno son quejas y amenazas. Principalmente en el trabajo, pero también la escuela de Jimena nos ha dado mucha lata. Tomar la decisión de cambiarla de escuela ha resultado mucho más dificil de lo que imaginábamos.
El verdadero problema ha sido el desencanto, la desilusión, el descubrimiento del engaño. Que no haya ilusos para que no haya desilusionados, me repito todo el tiempo, pero el sentimiento de traición al cariño de Jimena es una carga que ha costado ya semanas asimilar.
Marilú, su maestra de este 2o. de primaria que terminó hoy, dice en su reporte que Jimena es inmadura y que se aburre con facilidad y que "aprende rápido pero no le gusta trabajar". Que le gusta mandar y manipular y que se enoja si no obtiene lo que quiere.
Y bajo ese análisis se dedicó a engañar a Jimena. Viendo que Jime es receptiva al cariño de la gente, le ofreció cariño para, después, chantajearla. Tenía todos los elementos bien identificados: "aprende rápido", "se aburre". No se necesita sino conectar los puntos!!!!
En lugar de eso se puso al nivel de la niña en interacción emocional y por supuesto, Jimena no le tenía el menor respeto "educativo". De nuestra catarsis en marzo, cuando le reclamamos a la tipa y después nos reclamamos a nosotros, Jimena avanzó todos los contenidos de sus libros y cuadernos de trabajo en 30 días. Para el 28 de abril había terminado todo. En lugar de felicitarla, la maestra la regañó por querer acabar primero.
Es el tono sombrío de estos primeros días de verano. Pero ya vamos regresando porque el verano, en nuestros tres trabajos (Jimena es "asistente en jefe" de los cursos de verano que va a dar Edith) se ven atropelladísimos de acontecimientos. Ya quiero sentir el oxígeno en la sangre.