martes, junio 14, 2005

Emparejando

La amistad más duradera de Jimena ha sido Daniela. Se conocieron circunstancialmente. Los padres de Daniela son parientes del hermano de Edith y en las reuniones de "familia extendida" Jimena y Daniela eran las únicas niñas (Dani es 9 meses mayor que Jime) durante casi tres años. Para poder platicar a gusto, siempre colocábamos juntas a las niñas: "Jueguen".

Las niñas no se tragaban. Daniela es caprichosa, impulsiva, rebelde. Jimena es racional, contenida, respetuosa. No ocultaré que me gusta más esa segunda forma de ser, pero creo que es eso, sólo cuestión de gusto. Pensando en Vive Latino, el festival de música que se organiza cada año en el DF, entiendo que nunca he sido rebelde y que mi naturaleza es de otro tipo. Los conciertos y toquines a los que han asistido han sido puros conciertos higiénicos. Sin mota y sin alcohol, puro disfrute musical. Mi alma entiende así la música, no me malinterpreten.

Ya más grandecitas, Jimena y Daniela se emborracharon juntas. Tendrían unos cinco años, nosotros estábamos de visita en su casa y, para tener la plática adulta, las pusimos a ver una película (no se querían dormir). Daniela robó de su abuelo una botellita de tequila y se la bebió. Algo le dio a Jimena que finalmente le provocó jaqueca, pero no propiamente borrachera.

Dani no tenía conciencia. Jimena fue muy tolerante con ella por años, de los dos a los cinco, diría yo. Pero justo a partir de la borrachera, y a ciertos cambios que Daniela fue experimentando (adquisición de un mínimo nivel de conciencia), la relación se fortaleció enormemente. Daniela dijo, hace un año: "Me va tan bien en la escuela que ya soy casi tan inteligente como Jime... bueeeeno, no, no tanto!, pero sí bien para mí."

Ese reconocimiento y aceptación son de los que mejor le caen a Jimena. Hemos estado, últimamente, buscando oportunidades para que conozca otros niños como ella. Que no se sienta TAN "freak". Ha contado con la suerte de tener amiguitas y amiguitos que la aceptan y conviven con ella tal cual, con las evidentes diferencias. Pero en su reunión de cumpleaños se puso en plan "bossy" (me encanta la palabra, equivalente a "mandona"). Quería organizar tooodas las actividades de tooodos sus invitados durante la tarde de su fiesta en su casa. Nadie le hizo caso. No hubo medida en Legos, XBox, My Scenes. No hubo maratón de Star Wars ni lectura comunitaria. Cada quién hizo lo que quiso.

Daniela le regaló, el fin de semana de celebración familiar, un muy bonito dije de acero que es una imagen "girlie". Paseamos un rato con ellas en una tienda departamental buscando el regalo de bautizo de otra primita. Ellas pasearon y compartieron una naciente "cultura girlie". La tarjeta del regalo decía "para mi mejor amiga". No necesitamos ser compatibles o siquiera tener intereses comunes para ser considerados "mejores amigos". Lo mismo, en diferente escala, he sentido con las blog-amistades. Y eso me da esperanzas para las sociedades del futuro, que se irán, poco a poco, emparejando