jueves, febrero 17, 2005

Entomología

O la pasión por el detalle.

Llevo rato insistiéndole a Jimena a que ponga un blog. No ha querido, no le llama, por supuesto, la atención (mi hija sí tiene una vida). Pero esta semana me pidió que la ayudara porque ella y sus amigos quieren poner una página de los "Wilis".

-¿Qué son los wilis Jimena? - pregunta el padre amoroso
- Insectos exclusivos de Nenet Calli papá, no existen en otros lados.

Tremenda sorpresa, no sabía que su escuela tuviera una especie de insectos única. Lleva algunas semanas observando muchos detalles. En realidad fue de las primeras cosas que me sorprendió de ella cuando era bebé y después aprendí que así son todos los chiquititos. Tienen una capacidad enorme por apreciar el detalle, lo pequeño. Es la forma como aprenden, sólo miran lo cercano y por lo tanto, lo miran muy bien. Yo no recuerdo haber sido así cuando niño. Los insectos me daban miedo y/o asco, salvo las catarinas a las que consieraba limpias. Además, los insectos más conocidos y comunes para mí eran la mosca y el mosco. Nada interesantes y sí muy latosos. Me gustaba pescarlos en el aire con el matamoscas, como si los estuviera bateando.

Durante los últimos 6 años de mi vida profesional he sido, sin embargo, lo que se llama meticuloso (qué feo suena esa palabra!). Hago mi trabajo lenta, casi parsimoniosamente, pero con gran meticulosidad. Crecí profesionalmente bajo el mantra de no tener "asistente" ya que las herramientas ofimáticas permiten que cualquier ejecutivo lleve las tareas ordinariamente reservadas a esa figura. La agenda electrónica, la lista de pendientes, las citas, las correcciones a los documentos.

Eso, todos lo sabemos, es una vil mentira. Las tan cacareadas herramientas ofimáticas son estúpidas por naturaleza. Si quiero que un documento se vea profesional y bien formateado debo ocupar un buen tiempo en prepararlo. Mi Outlook no se sincroniza bien con mi teléfono así que debo cargar con una palm, si quisiera comprarme una palm con teléfono debería sacrificar calidad de teléfono y recepción. Además, tengo otro programa de "Administración de ventas" que se entiende con la palm o con el outlook pero no con los dos. Es decir, quizá sí se entienda, pero debería dedicarle varios días a hacer o configurar la interfase. No tengo ni tiempo ni ganas. Si quiero pagar por que lo hagan, me sale más caro el caldo que las albóndigas.

Tengo una compañera de trabajo que es obsesiva con los detalles. Su función es, de cierta forma, auditar que los demás estemos haciendo bien nuestro trabajo. No había entendido su función puesto que soy bastante reacio a la crítica (aunque sea de la llamada "constructiva"). Pero ahora que he tenido "volcado de pila" por el trabajo estos días y ella ha sido tan "amable" de corregir los errores en varios documentos he comprendido el tremendo valor de una "asistente humana". No debe el mundo saberlo, puesto que se supone que es jerárquicamente superior a mí, pero ella se ha arrogado la función de "correctora general" y como lo hace muy bien, no seré yo quien le quité esos ánimos.