domingo, febrero 06, 2005

El valor de una declaración

Fijar nuestra posición, la de cualquiera, ante un tópico, me ha parecido siempre pretencioso. La palabra en inglés es "statement" y en español, mal traducida según yo, sería "declaración". No, mentira, no siempre me lo ha parecido, mucho tiempo ejercí esa pretensión intensamente, con denuedo. Pero de un tiempo a esta fecha suelo disfrazar mis "statements" de "opiniones". Forma es fondo y creo que sí hay diferencia entre ambas, pero si me pongo estricto conmigo mismo puedo, de alguna forma, saber que no hay diferencia.

Digo esto porque el post de Daniel Salinas sobre U2 me sacó un par de ronchas. Y no en mal sentido, puesto que en gustos no hay nada escrito y con una lectura atenta de su blog ese "antigusto" (no es disgusto, él mismo lo establece) es más que evidente. U2 es una banda muy fresa para alguien que sea metalero de corazón y mente. Típica para ingenieros, para gente que no entendemos la vida sin asociar ciertas fórmulas matemáticas. Salinas es un tipo de letras, lo repite cada post que puede. La fórmula, la receta "U2" es evidentemente circular. Un bajo que comparte y roba la función de la batería de mantener el ritmo. Un batería que, siguiendo al bajo, pierde potencia y solamente mantiene el tono, llena espacios, huecos. La guitarra de The Edge como necesario contrapunto (y más efectivo de lo que muchos pueden aceptar) a la estridencia, megalomanía, obsesión, de Bono por centrar en él las miradas, tanto con sus letras como con su interpretación.

Pero la roncha sale de no entender la necesidad de "pronunciarse" sobre algo que produce indiferencia. ¿La intención es afirmar lo "diferente" que es uno respecto a los que lo agrupan en cierto "target"?, ¿Es señalar desacuerdo del fanatismo de los otros?

Me enfoco en el caso Salinas por ser un tipo hecho y derecho, que evidentemente no tiene pedos existenciales y por lo tanto no tiene necesidades de reafirmación, aceptación, o las inversas. Julio Sueco opinó que podemos saber apenas nada de la gente por lo que escribe, logovo coincidió con esa opinión pero dejó abierta la puerta a que se puede conocer un poco más que nada, Manuel dijo en su entrevista que nadie debe poner demasiado de sí en su blog, sino, como lo ha hecho él, construir personajes ("que interpreten facetas de uno", agregaría yo). Chihiro dice que no le gusta ningún tipo de elogio (opiniones al fin y al cabo). Yo mismo, en un arrebato lírico, le dije a Judith por messenger algo así como "¿qué somos Judith, sino pose, qué somos?". Todos dignos representantes del nihilismo del siglo XXI.

Pero me desdigo. A través de una lectura tan íntima como la que es un blog (así sea un blog temático o de personaje) se pueden distinguir muchísimas cosas de las personas que los escribien y más, como es el caso, si la lectura es atenta y se hace a través del tiempo. Yorsh me dijo, con gran sabiduría, que la gente no cambia, sino que con el tiempo se convierte más en lo que es. Una lectura de un año o más en la vida de alguien deja ver mucho de lo que esa persona es durante ese tiempo. Las obsesiones íntimas trascienden los personajes. Quizá no en el caso de obras escritas y publicadas (es decir, que han pasado por la mutiladora mano del editor), pero cuando se publica un blog, con la carga de "no edición" que tienen los posts por ser hechos de inmediato y "como va", la personalidad a veces se transluce y a veces es completamente abrumadora, llena cada párrafo.

En mi caso, lo que se deja ver es mi obsesión por las formas, la manera firme y tersa de decir que lo que yo opino tiene que ser la verdad universal no porque yo construya el argumento sino porque yo lo esgrimo. También me obsesiona desmenuzar las formas de todos, de todos los demás. Cuando algo es amorfo o escapa de mi capacidad desmenuzadora (el blog de Agustín Fest, por ejemplo) solamente lo leo y lo leo para, con el tiempo, buscar la rendija, la hebra de la cual jalar.

No, nuestras declaraciones no tienen ningún valor, sea que su forma sea una autoritaria descalificación hiperdestructiva o un lobo con piel de "oveja opinadora". Pero son nuestras y por eso las publicamos en nuestros blogs. Solamente por eso.