miércoles, octubre 12, 2005

¿Qué importa lo que importa?

La infinita perorata sobre la importancia de los blogs ha llegado a niveles de miopía alarmantes, MUY alarmantes en mi personal opinión. Este post promovido por este otro post dice que los que "really really" importan son solamente 14 mil blogs y que los otros 1.3 millones nomás "really" importan y que los 437 (de los cuales el orgulloso referidor forma parte) son "totalmente dulces" (habrán visto la publicidad de Palacio de Hierro los de AskJeeves?) y que el que parte el queso es nomás uno y resulta ser que es el site más geek, nerdo y cibernecio imaginable.

Yo no sé si a toda esta gente les falte un poquito de seso o de plano qué pasa. Si yo me quiero enterar de lo que pasa en las telenovelas mexicanas de Televisa, veo "La Oreja". Si yo me quiero enterar de lo que hizo el Amiérdica, veo Televisa Deportes. Si me quiero enterar de los progres españoles leo elpais.es y si quiero saber de los peperos leeré el ABC. Marca y AS para el Real Madrít y Sport y El Mundo Deportivo para el Barcelona. Si yo me quiero enterar de semiótica prehistórica, busco un libro que sea del tema.

Es decir, es OBVIO que el medio determina el contenido, así que si quieres muchas visitas, que mucha gente te conozca y te lea y que seas "totalmente dulce" o por lo menos "realmente, realmente importante" pos haces, comunicas, dices, pirateas, repites y te fusilas, hasta la náusea, los contenidos que se buscan más en el medio en el que publicas! por la gente que lee el medio en el que publicas!!

Me parece de verdad MUY grave que se mida así la importancia y que se le dé voz y eco a dicha opinión y que la gente se autoproclame ombligo del mundo, poseedor de una verdad basada en popularidad de visitas, popularidad medida por el número de pendejos me lean, más razón tengo. He dicho antes, mi perfil de Bloglines es público y soy orgulloso poseedor de solamente tres suscripciones que sobrepasan los 400 feeds, otras cuatro que pasan de 100 (y podría decir que Orsai y Boulé NO califican de la misma forma que los más famosos) y OCHO suscripciones de las que soy suscriptor único. Y de las que soy suscriptor único o con menos de 5 co-suscriptores lo soy porque son lugares que me dan mucho más que los que tienen mil: una visión original sobre el mundo.

Se habla sin cesar de la responsabilidad, la autorregulación, hasta periodismo digital se invoca! Omegar (me enteré vía Agustín) hizo un llamado (muy visceral en mi opinión pero no por eso menos válido), sobre la falta de información en la blogósfera de un suceso muy importante, el daño del Huracán Stan a Centroamérica, México y El Salvador, pero principalmente Guatemala. No pretendo entrar en la discusión de si Londres es el centro del mundo y Guatemala e Irak son ciudades perdidas o sus muertos importan menos. Me son claros los mecanismos de atracción de atención, de concentración de atención y no soy un Quijote en esa cruzada. Pero es INDISPENSABLE introducir en el debate los dimensionamientos apropiados. Bloguear (y esos weyes, todos los de la lista de bitacoras.com que utilicé lo que hacen es bloguear) NO es periodismo, NO es "informar". Los blogueros comunican, reciclan y comparten, algunos pretendemos opinar, pero nadie hacemos periodismo. Es cierto que hay periodistas que tienen blogs, pero no confundir, es enteramente diferente.

El blog es una herramienta y eso ya lo demostró Casciari mucho mejor de lo que yo lo puedo hacer. El blog importa, según yo, porque me puedo enterar directo y sin intermediarios de lo que le importa a los individuos. Yo como lector he decidido qué contenidos de individuos me interesan, me divierten, me llaman la atención, me emocionan y también los que me aburren, me desesperan, me repelen o me dan asco. Por supuesto que la popularidad es un índice notable. Britney vende (vendía?) y Paris Hilton DIARIO está en mi TV (joder, uno no puede hacer zapping a gusto!). Pero es evidente que Britney y Paris NO son importantes sino populares.

Y al final del día creo que es importante que cada bloguero diga su opinión al respecto, sin amarguras, por supuesto, pero también llamando a las cosas por su nombre. Y también, por supuesto, usando bien las palabras. Hay feeds populares, y eso no los hace buenos, interesantes o importantes. Hay feeds cuasidesconocidos que son buenos, interesantes e importantes. Llamemos a las cosas por su nombre, que por primera vez en la Historia, cada uno de nosotros podemos hacerlo en público.