jueves, septiembre 25, 2003

La bola se va, se va, se va....

Y hasta el lunes sabré si se fue...

Mientras (y todo el fin) a comerse las uñas. Vamos a ver a Les Luthiers al Auditorio el sábado, alguien gusta? Yo sí, lo necesito, de hecho el espectáculo se llama "Todo porque rías" y me urge reír. Y no de nervios, como estoy ahorita.

Van dos columnas en tres semanas que leo sobre un mismo síndrome. La otra, que no tiene liga por no haber publicación electrónica, salió ayer en el periódico La Crisis, que dirige Carlos Ramírez, que se hizo famoso en El Financiero con su columna Indicador Político. En verdad que es un fenómeno notable de nuestra política y nuestra forma de ser: nos preguntan sobre un resultado que debemos dar y lo mejor es anunciar que todo va súper bien pero lo que nos pidieron, pues nada es perfecto, no?.

Primera pista para deducir una mentira de un mexicano: "eh?... aaahhh!!" y de ahí en adelante.

Y en La Jornada de hoy, un editorial bastante obsequioso sobre el discurso de Fox ayer en la ONU. En todos lados se cuecen habas. En las notas informativas de ese diario no se menciona que al pobre Fox nomás lo fue a ver su familia, Derbez y Aguilar Zínser y un par de "agregados diplomáticos" de notables potencias como Egipto, Eslovaquia y la R.O. del Uruguay. Y todo porque, según la Jornada, se ha dado un viraje en la conducción diplomática del país, conducción que, en las manos del perverso Castañeda, no le había caído nada bien a la gente de ese aguerrido diario. Y además, festejando nuestra posición como si las palabras en la ONU importaran tanto... digo, ya todos lo sabemos.