martes, febrero 20, 2007

Josefina o la capacitación

Anoche en el programa Alebrijes, Águila o Sol (el nombre se los puso su peor enemigo o un abogado, que seguramente es la misma persona) tres periodistas de negocios entrevistaron a la Secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota. Fue un desastre la entrevista.

En el entendido que están en un programa cuya audiencia objetivo es gente de negocios o aspirante a serlo se comprende que el mensaje esté más dirigido a ellos. Los políticos actuales, en su cortoplacismo (esa palabrita suena nefasto, pero me encanta), no distinguen la "o" por redonda y nunca mejor evidenciado que anoche. Sin más, la secretaria de educación declaró sin ambages que la prioridad de este Gobierno será la Educación Media Superior. Toda una coincidencia con el bono demográfico, y también con los intereses de los empresarios: técnicos, necesitan técnicos.

No tengo el mínimo problema con vincular muchas tareas educativas al aparato productivo nacional. Tengo muy claro que no toda la gente quiere, ni debe ni le interesa cursar una carrera profesional. Lo que me molesta es que se engañe con tal saña. Se dice reiteradamente que sobran abogados, contadores y algunas otras profesiones. Pero si analizamos el sistema de impartición de justicia y la forma de hacer empresa en México nos damos cuenta que URGEN buenos abogados. Si analizamos la forma en la que millones de empresas familiares llevan sus finanzas sabemos que URGEN buenos contadores. Y muchos. Un diagnóstico tan frívolo como decir "prepararemos técnicos" como la mayor prioridad educativa del sexenio no hace sino ratificar que la izquierda tiene razón en sus señalamientos y el gobierno solo busca dar al empresariado lo que pide sin crear un proyecto de país viable. De la educación básica se mencionó que ya están estudiando el proyecto de las laptops de 100 dólares. Igual cuando terminen de estudiarlo las laptops valdrán 50. Sobre la creación e impulso al conocimiento de alto nivel, de vanguardia, ni sus luces, ni siquiera una pequeña mención. Ya de la investigación científica mejor nos olvidamos.

Este país debe entender que por su posición geográfica, por sus recursos naturales y vocación social no tiene otra alternativa que impulsar el conocimiento. A todos niveles y en todos los ámbitos. Más allá de "sospechosismos" sobre control de masas y adoctrinamiento masivo, me inclino a creer que somos tremendamente "chapuceros": Todo queremos resolverlo por la vía fácil, por la vía del "ingenio". Aunque sí, por otro lado, sí tenemos una vena constructora, que apila con gusto los ladrillos y tiende lozas, hace colados.

La capacitación es condición indispensable para el desarrollo, pero no es suficiente. El conocimiento "de alto nivel", una perspectiva holística de la educación, es esencial y, por lo visto, más inexistente que nunca.