Dice maese hefebreo, y dice bien, que el sábado es buen momento para saber si ya somos hombrecitos o seguimos siendo caguengues. Todo el país es una metáfora. Hay riqueza nacional, hay gente preparada y hay mucha pobreza (económica y de ideas) y mucha gente pendeja. Los líderes (supuestos, reales o imaginarios) fallan y las promesas asoman, para mantener un poco la esperanza.
Nos conformamos, muchos, con jugar bien frente a Argentina. No queremos soñar más. Me conformo con que Felipe mantenga el paso lento y cansino con el que transitamos como país. Sabemos que podemos meter la mano a lo tonto o fallar un penalti importante. La mejor forma de excusar esa falta de éxito es bajarle a las expectativas: "lo importante era calificar".
Y en esta metáfora futbolera no encuentro al Peje. En Monterrey, donde estuve hoy, el tipo apenas existe como amenaza. Es el Cuauhtémoc Blanco que no fue al Mundial, el resentimiento y la contraria.
Seguiré intentando analizar las propuestas del Peje, aún con el tiempo escaso. Pero estando en Monterrey la perspectiva cambia y la polarización se agudiza. Acá el gobierno y el Gobierno estorban. La propuesta del Peje consiste en un Estado que "regala", que da, y por lo tanto, un Gobierno que obtiene autoridad a partir de su capacidad de repartir. Es un modelo social, lo acepto y lo entiendo sin compartirlo y sin que me cause profundo asco. Los mexicanos pensamos en lo que nos puede dar el Gobierno, lo que nos ha quedado a deber la historia. La Filosofía Kennedy simplemente no existe.
Nos burlamos de los norteamericanos por sus asociaciones y agrupaciones (los Rotarios y los búfalos mojados de los Picapiedra siempre me parecieron igual de absurdos) pero su filosofía social se basa no en lo que su Gobierno puede o debe hacer por ellos, sino en que su Gobierno les permita organizarse y trabajar en conjunto, en comunidad, en grupo.
López Obrador es el candidato de los regalos. Posiblemente no endeude al país para regalar todo lo que ha prometido. Posiblemente solo disminuya la eficiencia de los mandos medios altos gubernamentales en un 50% al pagarles 50% menos y por lo tanto, haya una disminución de 30% en la eficiencia gubernamental total y un impacto de 30% en la Administración Pública. La burocracia será, además de todo lo malo que ya tiene, aún más ineficiente. Critica a los políticos de siempre y a mí me encantaría ver dónde vive Claudia Scheinbaum.
México perderá con Argentina el sábado y me tendré que comer las ganas de contestarle a Casciari por su comentario mamón (comentario no. 5, como Chanel).