Anoche, viendo a AMLO con López Dóriga, y combinando esos dos monólogos con la respuesta que un amable anónimo hizo a un comentario mío en otro blog, tuve mi epifanía: No nos entendemos.
El país está dividido porque, no importa que hablemos 20 minutos o durante 500 posts, no nos entendemos. Los que estamos enfrentados por este evento político no tenemos capacidad de entender al otro, al que piensa diferente. Y no creo que se trate solamente de que no nos interesa entenderlo, sino que sencillamente no tenemos la capacidad de hacerlo.
No estoy diciendo que seamos pendejos, y tampoco creo que el entendimiento sea "imposible" per se. Pero es algo en medio. Es la crisis en ciernes lo que nos orilla a nuestros puntos de seguridad y desde ahí, desde nuestras "cabezas de playa" intentamos conversar con los otros y el resultado es clarísimo, dos monólogos donde sencillamente no hay entendimiento.
AMLO dijo ayer, convencidísimo, como quien ha caminado cien veces el mismo pasillo, que él ganó la elección y que él no miente. Los resultados del conteó del IFE dicen que él no ganó la elección y cuando dijo que lo dieran por muerto y que no iba a contender por la Presidencia mintió (y podría citar muchas más, pero con esa tengo). Pero esa es mi perspectiva. Yo tengo claro que ambas cosas son mentiras porque yo así lo veo, lo he visto mentir y he visto que no ganó la votación. El tipo, como si fuera discípulo de Einstein, se inserta en otra transformada de Lorentz y, desde su punto de vista, él no miente y ganó la elección. No importa lo que yo vea, él lo ve diferente y él tampoco ve lo que yo veo. Siendo como soy aficionado a la relatividad, puedo no sólo entender el fenómeno sino representarlo muy bien en mi cabeza. Pero con eso, de todos modos, no resuelvo nada. Sólo sé que de momento, no veo camino de entendimiento.