martes, mayo 30, 2006

33 días, 50 compromisos

Preocupado como estoy por mi pronóstico de que el Peje será Presidente y queriendo luchar en contra de que se cumpla para darme a conocer como mal profeta, me dedicaré los próximos 33 días, en la medida de lo posible, a comentar el eje temático de la campaña de Andrés Manuel López Obrador: Los famosos 50 compromisos para recuperar el orgullo nacional. Intentaré que sean posts diarios de a 1.5 compromisos por día, para autoentender porqué no voto por el PRD. Desde ahora anticipo que no tengo forma de defender al candidato por el que pienso votar (Felipe Calderón) y que sí, esta será una microblogcampaña destructiva y no propositiva. Yo no estoy en campaña y no tengo obligación de ser objetivo, ecuánime o imparcial.

La intención es comentar compromiso por compromiso sin forma fija y por lo tanto sin tufo academicista, sino sencillamente cuestionando alrededor del mismo. Otra cosa podría ser terminar con el análisis de la frase en sí misma "compromisos para recuperar el orgullo nacional" que seguro merecerá mucho escrutinio por sí misma.

El primer compromiso es el relativo al tema indígena:
Empezaremos a pagar la deuda histórica que tenemos con las comunidades indígenas. Se combatirá la discriminación y la pobreza. Reconoceremos los derechos de los pueblos indígenas y se cumplirán los acuerdos de San Andrés Larráinzar.
De entrada el texto que describe el compromiso demuestra un desbalance desmesurado entre la crítica, el diagnóstico y la propuesta. El texto utiliza 4817 palabras para describir el problema indígena, que problema grande y grave es. 943 palabras (la quinta parte) para establecer compromisos vagos:

Se debe buscar el reconocimiento, en el sistema jurídico mexicano, federal y estatal, del derecho de los pueblos indígenas al uso sostenible y a todos los beneficios derivados del uso y aprovechamiento de los recursos naturales de los territorios que ocupan o utilizan de alguna manera para que, en un marco de desarrollo global, se supere el atraso económico y el aislamiento, lo que implica también un aumento y reorientación del gasto social


o compromisos que no competen al Ejecutivo sino al Legislativo:
Reconocer a los pueblos indígenas en la Constitución general. Resulta pertinente reconocer, como demanda fundamental de los pueblos indígenas, su derecho a la autonomía, en tanto colectividades con cultura diferente y con aptitud para decidir sus asuntos fundamentales en el marco del Estado Nacional
y dedica tremendas 215 palabras a describir "Acciones Inmediatas" para lograr esos compromisos.

Esto es lo que se entiende por demagogia: Tomas una causa real, moralmente válida, la manipulas hasta la náusea y, de hecho, la haces tu bandera (o una de ellas, la que pones primero en tu lista).

Las acciones hablan de que el eje articulador de dichos compromisos será el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés. Ya Fox gastó su capital político intentando hacer que esos acuerdos se cumplieran y bueno, tampoco es que sea tan políticamente hábil, pero no lo logró. Asumiendo en el mejor de los casos y debido a alguna magia kármica que AMLO lograse imponer una mayoría en la Cámara de Diputados que por ahora no se ve (a pesar de que Madrazo ya declaró estar muy cerca de las posiciones de AMLO), el enfrentamiento será frontal. Yo no creo que una mejora sustancial de las condiciones de vida indígenas tengan que pasar por el cumplimiento de los caprichos justas demandas del EZLN aunque sí que creo que un marco jurídico apropiado puede facilitar mucho el desarrollo. Soy un convencido de la Vía Feben® y de las estrategias, acciones y organizaciones locales, no de las imposiciones, favores, ayudas, prebendas, órdenes del Poder Central. Y creo que es un trabajo de mucha, muchísima educación civil, cívica.