viernes, marzo 24, 2006

Insomnio cotidiano

Me robo el nombre del blog de maese Pepo porque, aunque a mí nada me quita el sueño ya que soy un huevón de excelencia, sí hay cosas que ocupan mi mente de repente demasiado y en sentido figurado "no me dejan dormir". Y esto de la educación de Joaquín es justo de "esas cosas".

La educación de Jime es mi mayor logro y creo que también el de Edith. Es por eso que este nuevo reto se presenta tan importante. Edith y yo construimos la teoria de que los primeros meses, los primeros 20, son los más importantes. Esa teoría aplicó bien con Jimena pero no ha sido 100% probada con otros niños por más que hemos querido influir en nuestros sobrinos.

Aunque no hubo una clave única sí hubo varias obsesiones que rindieron buenos frutos. Una fue no subestimarla nunca. Eso incluía, por supuesto, no hablarle como tontitos, nada de "gua-gua", el animal se llama perro. Pero no nos quedábamos ahí. Le dábamos, aún recién nacida, las más elaboradas explicaciones de las situaciones y de las cosas que le pedíamos que hiciera (principalmente dejar de llorar, los primeros dos o tres meses). Cuidando el tono de voz, enfatizando valores, etcétera.

El ánimo didáctico es tal que Jimena lo tiene muy bien aprendido. Hace poco trató de explicarle a bebé lo que era un pantalón. Anunció su intención y estuve a punto de decirle: "Jime, tienes que explicarle todo lo que se pueda a bebé, pero relacionándolo siempre a su experiencia sensorial, que es lo primero que desarrollan" y ello me llevaba a que bebé, en el útero, no tenía forma de saber lo que era un pantalón.

Tonto de mí y afortunado Joaquín que me contuve: "Bebé, pantalón es eso que te aprieta cuando te quieres mover más en la pancita de mamá".

Edith y yo nos quedamos de una pieza. Cumplió todos los requisitos del canon educativo: "no subestimar al niño, relacionarlo con sus experiencias sensoriales, darle explicación sencilla pero no boba ni adornada (disuelta) con fantasía". Así que ya puedo ir pensando que hasta respaldo doble tenemos, en caso de que Edith y yo fallemos, ahí está Jimena para transmitir el "modus" educativo. Soy feliz.