viernes, marzo 17, 2006

Face value

Nada como ver el absurdo a los ojos para poder identificarlo. Verme escribiendo lo único que puedo escribir me da para escribir algo de inmediato, por mi enfermiza necesidad de balance.

¿Cómo será el México de Andrés Manuel López Obrador? Recuerden por favor que hace casi dos años les predije que el Peje ganaría cuando todos dudaban que siquiera llegara a la contienda presidencial y ahora todo lo que se discute es si podrá tener mayoría en el congreso o no. El México de Andrés Manuel no será Venezuela si el PRD no alcanza más del 40% de votos para el Congreso, pero creo, en vista de lo que pasó en el EdoMéx, que eso sí puede ocurrir.

La peor campaña que pueden hacer Madrazo y Calderón es la del miedo. Me espanta, sí, la llegada de los perredistas al poder, como a cualquier clasemediero chilango de 1811 lo espantaba la llegada de la turba incivilizada del curita Hidalgo a la Ciudad de los Palacios. Pero me espanta muchísimo más que el otro México, el que no votará por el Peje, esté tan espantado. Me espanta porque el miedo paraliza y lo que menos podemos hacer los que no opinamos como ellos es paralizarnos.

No es posible hacer una campaña desde la oposición, pero sí es posible insistir en armar un cierto discurso. Un discurso de haga que la diferencia sea notoria y notable y que explique que una administración eficiente es mejor que una administración advenediza.

Ciudad Nezahualcóyotl está gobernada, ya desde hace unos 8 años, por el PRD. La colonia en la que yo vivía, Bosques de Aragón, era prácticamente la única de clase media de todo el municipio, era como una isla. Las avenidas del "fraccionamiento" eran de concreto y las calles eran de adoquín, pero desde que el fraccionamiento se construyó, a finales de los 70, pasaron 20 años para que el municipio hiciera alguna labor de mantenimiento en las calles. Los perredistas notaron el avanzado deterioro del concreto de las avenidas principales (las calles con concreto duran más, siempre y cuando se construyan sobre suelo que no se deforme ni se hunda) e hicieron una importante labor de reconstrucción. Los habitantes del fraccionamiento, panistas en su abrumadora mayoría, levantó las cejas con resquemor. En menos de tres años los trabajos hechos al concreto se volvieron a deteriorar por la naturaleza gelatinosa del suelo de la zona y los volvieron a reparar. Ya era el segundo gobierno municipal perredista y la desconfianza disminuyó.

Hace cosa de un año, el municipio pavimentó con asfalto en lugar de concreto esas vías. No sé si se dieron cuenta que no era sostenible una colonia con el suelo gelatinoso y avenidas de concreto o cambiaron partidas preupuestales. Pero de que los gastos anteriores se fueron a la basura del subsuelo, eso sin duda.

En la ciudad el Peje hizo lo mismo, le hizo su "carreterota" (dijo un trabajador de la construcción entrevistad cuando no acababan el segundo piso del periférico) a la clase media y alta del sur de Chilangia y disminuyó sustancialmente el presupuesto de mantenimiento del metro para no aumentarle el precio a ese transporte y poder mantener su imagen de "cuidador de las clases humildes".

Los perredistas van a necesitar tiempo para aprender a gobernar y para aprender que no es gastando como van a quedar bien con el electorado. Me preocupa que, como Echeverría en su momento, confundan el sexenio con un semestre.

Pero lo que nos debería ocupar a los que pensamos diferente es hacer lo posible por construir una oposición firme, racional y vigilante pero NO temerosa. Esa es mi propuesta.