Las gloriosas Chivas ganaron ayer 2-0 al Cruz Azul en la mitad del "Clásico de Alcoba" de la familia Sámano Solís. Por su lado, el FC Barcelona ganó, igual 2-0, una de los dos "match point" que tiene en juegos para avanzar en la Champions League. Ambas, siendo victorias, son poco festejables: hay que ganar el partido que sigue, y después, por supuesto, el partido que sigue.
¿Cuándo es suficiente el logro, el éxito? Nunca, por supuesto. Se dice que Juan Rulfo fue el mejor escritor mexicano porque nunca hizo el libro que se esperaba que hiciera. Carlos Fuentes y Octavio Paz, en toda su grandeza, no tienen ni el reconocimiento ni inspiran el respeto que sí inspira el palabrador de Comala.
Es por lo único que siento pertenecer a la misma especie de AMLO. El tipo sigue empeñado en moverse. De forma absurda o loca o empecinada, pero en movimiento; cosa que es, cierto, lo contrario a lo que hacen sus adversarios políticos; sumidos en un letargo tan notable como la manifiesta agilidad física de nuestro nuevo Secretario de Hacienda.
Me gustan las noches frías de invierno, duermo más calientito.